Visita y... ¿celos?

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Tres días de vida

—Pero si está más arrugada que una pasa, parece un monito bebé, así toda rechoncha y sin pelo

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—Pero si está más arrugada que una pasa, parece un monito bebé, así toda rechoncha y sin pelo... ¡Auch! —Mikey se quejó al sentir cómo Draken le hundía el codo en las costillas, fulminándolo con una clara mirada de advertencia. «¿Qué mierda está mal contigo?» parecía querer preguntarle. El más alto lanzó otra mirada discreta en dirección a Baji, quien al estar hablando con Kazutora, milagrosamente no había alcanzado a escuchar el comentario que Mikey soltó acerca de su hija... Y menos mal, porque con lo encantado e hipnotizado que este estaba con su pequeña, si hubiese logrado oír esa descripción tan... original que Mikey había hecho de ella nada más verla, probablemente algún guardia de seguridad hubiese tenido que intervernir para separarlos antes de que alguno le partiese la cara al otro—. Digo, ¡qué linda y tierna es la pequeña Mei-mei! Parece un angelito.

—Te recuerdo que al final decidieron llamarle Aiko, enano idiota —intervino Kazutora, acercándose también a la cuna para mirar a su pequeña sobrina con una sonrisa, el cascabel de su pendiente tintineando debido al movimiento—. Hola peque, soy Tora, tu fantástico y más guapo tío favorito.

—Ni de coña eres el tío favorito —bufó Manjiro—, obviamente ese soy yo. ¿A que sí, Mei-mei?

La bebé se llevó uno de sus pequeños pulgares a la boca, succionándolo mientras observaba con extraña calma a los adultos que discutían frente a su cuna. Lo que parecía ser un suave quejido escapó de sus diminutos labios.

—Me tomaré eso como un sí. Jódete, Kazutora, me prefiere a mí.

—No digáis palabras feas delante de ella —riñó Baji, como si la pequeña de tan solo tres días de vida fuese capaz de entender o imitar algo de lo que los otros dos mayores decían—. Y ya deja de decirle "Mei-mei", la vas a acabar confundiendo. Se llama Aiko, no Yumei. Supéralo.

Esa mañana, Mikey, Draken y Kazutora habían acudido al hospital para conocer a la niña de Baji y Chifuyu. En realidad ya habían venido la tarde anterior, junto con Mitsuya ─a quien hoy por problemas de trabajo se le había hecho imposible acudir─, pero la enfermera les explicó que el horario de tarde estaba abierto únicamente para familiares cercanos; que los amigos solo podían hacer visitas en la mañana, de diez a una de la tarde para ser más exactos, por lo que los invitó amablemente a irse y regresar otro día.

No hace ni falta decir que Kazutora y Mikey se indignaron muchísimo. El chico del tigre tatuado afirmó ser hermano de otra madre de Keisuke, y que por tanto, estaba en su pleno derecho de entrar a esa sala y conocer a su sobrinita, porque el vínculo que él y el padre tenían iba más allá que cualquier relación de sangre. Mikey por su parte comenzó a bramar que lo que estaba haciendo esa señora era una completa negligencia, y que pensaba informar de este "mal" trato a su superior. Al final Draken y Mitsuya tuvieron que bajarles la cabeza y excusarse por ellos para que no terminasen metidos en problemas.

Sempiterno┊BajiFuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora