Sonrisa

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Se encuentran recostados en la cama aún con ropa puesta, ninguno se quitó prenda alguna, no dijeron nada Ash simplemente no dejó a abrazar al joven, seguía alterado y temblando en sus brazos así que lo llevo a la cama para calmarlo, no lo tocó de manera indebida, simplemente se acostaron y acomodó la cabeza del joven en su pecho y no lo soltó.

"Mi lord... Ya puede soltarme"

"Oh sí claro, lo siento" de mala gana deja ir su cabeza y siente el calor que le brindaba a su pecho desaparecer "¿Ya estás mejor?".

"Si, gracias pero..."

"¿Pero? ¿Te sientes incómodo? ¿Deseas algo? Te lo puedo traer".

"No, mi lord, es que yo estoy aquí para que usted... Bueno, usted se la pase bien el día de hoy".

"Mmm" pone una cara muy pensativa llevando su mano a su quijada "entonces dime tú nombre".

"¿Eh?".

"Tu nombre, quiero que me digas tu nombre" duda en responder, lo piensa unos segundos y con una cara no muy convencida habla.

"Eiji, dígame Eiji".

"Eiji... Que hermoso nombre, te queda a la perfección" toma un mechón de su cabello y lo coloca detrás de su oreja.

"Mi lord..."

"Llámame Ash"

"¿Disculpe?"

"Dime Ash, no me gusta que me llames de esa manera tan formal, tengo 20 años apenas soy unos dos o tres años más grande que tú".

"Tengo 22".

"¿Que?".

"Tengo 22 años".

"Pero si pareces un niño".

"Aparento ser más joven pero soy mayor que usted".

"En ese caso, con mayor razón hablame de manera informal por favor".

"Entonces... Ash ¿No quieres que haga algo más por tí? Ya llevamos aquí mucho tiempo y le seguirán cobrando por hora, gastará mucho".

"Tu no te preocupes de eso y no tienes porqué tener miedo, no te voy a tocar".

"¿Porque? Eso no tiene sentido, esto es un burdel, viniste aquí no para platicar precisamente".

"De hecho me obligaron a venir aquí, como te habrás dado cuenta el rey es el más entusiasmado con la situación".

"¿Porque el rey te traería aquí por la fuerza?".

"El piensa que así me haré un hombre de verdad y podrás ver qué yo no estoy muy ansioso por cumplir su capricho así que quédate aquí conmigo, solo hablando, me ayudarás a engañarlo y tú no pasarás por un mal rato con un desconocido".

"En ese caso, muchas gracias, eres muy amable pero sigo sin entender".

"¿Que cosa?".

"Eres alguien muy joven, tienes mucha vitalidad ¿Porque tú no...?".

"¿Acepté tener sexo con prostitutas?" El mayor asiente con la cabeza "Nunca me llamo mucho la atención tener sexo con personas que no conozco, no es mi estilo".

"Eso sí es algo nuevo".

"¿Y tú? Se ve que no eres alguien que pertenezca a este ambiente".

"Yo solo limpio el lugar aquí, el actual dueño me salvó, hace más de un año vivía en las calles mendigando, el me tendió su mano y me acogió aquí, es mi amigo mi única familia".

El Rey Del AlbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora