Emperatriz madre

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El palacio de mi suegra es muy lujoso y hermoso, fue el regalo de su difunto esposo, lo construyó solo para ella. Era el amor de su vida, tenía dos concubinas, pero la Emperatriz madre, era su mundo.

Entiendo que en este lugar puenden tener más de una esposa, pero aquí le gustaría compartir el hombre que amas. Eso es lamentable para todas las personas de este mundo.

—Emperatriz madre, la Emperatriz Daniella Archer, está entrado—Anunciaron su llegada, May se quedó afuera.

Qué habitación más brillante y extravagante, cada objeto está hecho de oro, vaya perdida de dinero. ¿Cuántos millones están depositandos solo en esta habitación?

—Emperatriz madre—Hizo una elegante reverencia—Que su caminó y salud sean iluminados con muchas bendiciones.

A un con ese rostro pálido, ella sigue viéndose hermosa. Ese cabello rojizo es igual al de su hijo, ella parece muy joven. Parece tener unos cuarenta años, pero en realidad tiene sesenta años.

—Emperatriz, puede sentarse.

—Gracias—Me senté, ella viste de negro.

Por lo menos tuvo la decencia de mostrarle respetó a la perdida de su nieto, aunque sea solo para aparentar. Esta mujer no es una buena persona, puedo saberlo solo con verla.

—Debe de estar sorprendida porque la mandé a llamar—Le indico a su dama de compañía que sirva el Té.

—Un poco.

—Queria darle mi más sentido pésame—En su mirada podías ver sinceridad—Como puede ver, no estoy tan bien de salud.

—Gracias, Emperatriz madre—Apretó la taza en su mano, no quiere llorar enfrente de estás personas.

Dices que lo sientes, tal vez sea sinceró, pero eso no cambia el hecho de que no hizo nada para que, Marck trajera a Janeth, como una de mis demás de compañía, es más, fue ella la de la idea.

—Sobre las palabras de mi hijo, quiero disculparme en su nombre.

—No es necesario. Discúlpeme por lo que diré, pero no quiero disculpas que venga de él y ni de otra persona que abogué por él. Estoy consiente de que nos casamos de una manera política, pero no puedo perdonar que haya duda sobre la paternidad—Daniella tiene una mirada fría.

—Lo sé, pero el no quiso decirlo de esa manera.

—Emperatriz madre, no necesito exclusas. Ahora que estamos hablado de eso, quiero pedirle un favor. Usted dijo que podía pedirle uno cuando lo necesitará.

—Sí, ¿Qué deseas?—Le debo mucho a la Emperatriz, ella fue la que llevo a mi hijo a la cima, es una lastima que Marck, no la ame. Si tan solo Janeth, hubiese despertado su habilidad de invocación antes.

—Puede ayudarme a que la señorita Janeth, sea la próxima Emperatriz, quiero divorciarme. Se que el Emperador a estado enamorado de ella desde su infancia. Es hora que los dos estén juntos.

—Emperatriz, sabes bien que eso es imposible. Esta prohibido el divorcio—No esperaba este favor.

No puedo permitir que el nombre de mi hijo, se manche o darle motivos a sus enemigos para encontrar fallas, debes de morir con él.

—Pero eso lo podemos solucionar—Sonríe—La señorita Janeth, puede convertirse en la reina.

Daniella oculta el desagradó por su suegra, era asqueroso verla tan emocionada por eso. Sabía que, Marck ganaría más poder con eso.

—Al menos lo intente—Tendre que hacerlo por la fuerza, así me tache de loca. Si tengo que fingir mi muerte, lo haré.—Entonces, puede ir preparado la boda. Pueda que se convierte en la Emperatriz, después de todo.—Sonrío.

El diario de la EmperatrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora