❝sensitivity❞ | taeten

O6

las dulces e inocentes risas sonaban en la habitación, y es que, ¿cómo no? primeros besos, significaban felicidad para ambos jóvenes; el cómo sus ingenuos corazones se aceleraban y sincronizaban, sólo era una sensación divina. después de todo, así es el romance, natural, dulce e inocente, o al menos una descripción para ambos.
Lee acarició la mejilla del menor con cuidado, dedicándole una sonrisa; momento de olvidar todos sus problemas y sólo centrarse en lo maravilloso de la vida, lo que todos deberían de hacer, no es tan difícil si te lo propones y pones de tu parte.
— deberíamos salir, se nos hará tarde.— taeyong frunció su entrecejo al oírlo, ¿tenía la osadía de arruinar este momento? si fuera por él, no saldría y bien que preferiría quedarse de esta manera junto a ten, pero tampoco quería perder la oportunidad de tener una cita seria que no sean los lugares cercanos a casa cómo la mayoría de ocasiones, además para la suerte de ambos, la señora lee lucía de buen humor aquél día. — si no te apuras tu madre no te dará permiso, vamos — las caricias se transformaron en un pequeño pellizcón, lo de siempre, tantas cosas cambiaron cómo muchas otras no. convencerla, no fue difícil, claro que le dejó más de mil responsabilidades a ten para que su querido niño no pase un mal rato, responsabilidades que obviamente lee iba a cumplir cómo siempre , bajo las palabras de la misma mujer, es un buen chico.

las temperaturas eran bastante bajas para ese momento sin embargo, ambos estaban metidos en su propio mundo que poco les importaba el frío ambiente, tal vez gracias a cómo ambos iban; con lee abrazando el brazo de su ahora novio, estaba feliz.
— ¿a dónde iremos? — preguntó con curiosidad, estaba prácticamente sonriendo cómo un imbécil con sólo mirar a chittaphon, pero, era una persona demasiado importante en su corta y penosa vida, era algo sumamente entendible a este punto.

— estaba pensando que tú podrías elegir el lugar al que iremos. — en ese instante la sonrisa de taeyong desapareció en un sólo abrir y cerrar de ojos; el castaño alzó las cejas observándolo con curiosidad ante ese cambio de expresión.

— ¿cómo quieres que elija un lugar si literalmente jamás salgo de casa? no sé cuales son los mejores sitios para ir y mucho menos para una cita, no seas imbécil. — respondió irritado, de verdad. pero por lo menos supo que el contrario no se lo tomó a mal tras oír su risa.

— bueno, supongo que lo elegiré yo, pero para la próxima, ojalá lo hagas, tae. — el de menor estatura rápidamente asintió varias veces, el amor se podía ver hasta en sus obscuros orbes; los pensamientos de ten sólo se trataban acerca de lo tierno que podía llegar a ser el mayor cuando quería.

terminaron en una heladería, en pleno invierno, ¿pero eso importaba? la vida estaba para vivirla antes de que sea demasiado tarde. para chittaphon, helado de café, mientras taeyong prefería un sabor más tradicional cómo la vainilla. todo de maravilla, hasta que ocurrió lo que no pasaba hace ya un tiempo: su respiración se veía cortada y los dolores iban en aumento, también cómo la tos, cómo pudo jaló suavemente de la manga de su acompañante, no podía hablar, dándole a entender así que lo que estaba sucediendo no era lo mejor de todo. el pelinegro se apresuró en entregarle el inhalador, sus manos temblaban, no sabía que hacer, no pensaba que algo así iba a suceder justo en este momento, sólo pudo acariciar la espalda del mayor, le dolía verlo así. eran el centro de atención en el local, pero ambos estaban demasiado ocupados ahora.

— tae... tranquilo, todo va a estar bien. — su mente había quedado en blanco, tanto tiempo conociéndolo y ahora no sabiendo que hacer, eso era malo. le tomó varios minutos volver a respirar a un ritmo normal, sus ojos estaban llenos de lágrimas que no tardaron en caer, sintiendo vergüenza, o más que nada, que había dejado en vergüenza a su novio.

— perdón. — suavemente puso su cabeza sobre el hombro ajeno, buscando algo de descanso, aún le seguía doliendo el pecho, pero no tanto cómo hace algunos minutos.

— no importa mientras estés bien. — ten tomó la diestra de taeyong y besó su dorso, aún las personas mirando no importaban para ambos, lo único importante para chittaphon en estos momentos era el cómo se sentía el contrario.