O7

93 10 1
                                    

ninguno de los dos supieron en que momento llegó a ser un año: el tiempo pasa demasiado rápido, pero incluso así fueron capaces de atesorar cada momento en lo profundo de sus corazones, incluso si la mayoría de esos momentos eran dentro de esas cuatro paredes que tanto significaban para ambos. miles de risas, juegos, historias, cómo también miles de penas y lágrimas,, esa gran habitación era capaz de recordar todo.
trescientos sesenta y cinco días juntos, cómo pareja: taeyong jamás lo pensó, incluso creía que chittaphon se iba a aburrir de él fácilmente, aunque eso ahora le parecía algo gracioso y estúpido de su parte, ¿cómo se aburriría si ya lo ha estado aguantando desde hace más de diez años? así resultan las cosas.
quería darle algo especial a ese muchacho de cabellos perfectos, y ya lo había decidido, sería algo complicado debido a su condición, pero, si mantenían un ritmo lento...
además, las pasadas dos semanas llenó de preguntas a sus doctores referentes al tema, todo estaría bien con el cuidado necesario.
para su suerte, su madre tenía su turno nocturno.

las delgadas y pequeñas manos de lee temblaban un poco mientras sostenía aquellas cosas, cosas que compró para que todo sea de forma segura; dejó las cosas a un lado, y así consumir sus pastillas. estaba un tanto emocionado, pero a la vez nervioso y con algo de miedo, pero ya estaba decidido.
escuchó un timbre, de inmediato se levantó, saliendo de su habitación y dirigiéndose hacia la puerta principal; apenas abrirla y ver su rostro. una gran y brillante sonrisa en los rostros de ambos.
- llegas a tiempo. - fue el primero en hablar, soltando una melodiosa risa, se acercó más al pelinegro y colocó sus manos sobre los hombros del ajeno, y así poder besar sus labios.

- ¿estás insinuando que siempre llego tarde? tal vez, pero no siempre. - despeinó sus cabellos mientras le respondía, tanto que lee se había ocupado en verse presentable,,, aún así no le iba a decir nada al respecto.

cerró la puerta una vez que ten entró, ¿qué es lo que debería decir? no lo sabía para nada; ahora no podía ser directo como solía ser, un miedo que ahora estaba sintiendo, suspiro mientras volvía cerca del menor. — ¿todo bien? — al escuchar esta pregunta, taeyong asintió varias veces, pero no pareció convencer a ten, aún así no dijo nada más.

— ¿quieres algo, cariño? — fue ahora quién pregunto, mientras esperaba su respuesta tomó su mano suavemente y lo llevó a sentarse al sofá de la sala. sus movimientos eran un tanto, bastante rápidos, se notaba su nerviosismo y el menor lo expresaba en su mirada.

— ¿seguro que estás bien? nunca te comportas de esta manera. ya sabes que si algo no anda bien puedes decirme sin miedo. — un gruñido escapó de los delgados labios de taeyong, se terminó sentando a un lado del menor que lo observaba con intriga.

— sólo estoy un poco... muy nervioso, nada más que eso. — imposible e incapaz de mentirle, como siempre, cruzó sus brazos, tratando de evitar la mirada ajena. — solo es que hoy cumplimos un año y... quería darte un regalo, ya sabes a lo que me refiero, no hagas preguntas. — mordió su labio inferior, bueno, decirle así era mejor que mentirle o directamente no decirle nada, igualmente debía de saber las opiniones que él tenía, ambos son partícipes.

— hyung... — puso su diestra sobre la rodilla del mayor, mientras le sonreía un poco. — ¿estás seguro de eso? no quiero que te sientas presionado con estas cosas, pero... —

— sigo teniendo necesidades, ¿bien? además ya tenemos un año juntos, creo que ya sería momento, ¿no? sólo debemos de ser cuidadosos y eso... compré las cosas necesarias. — finalmente se dignó a mirarlo a los ojos, con el rostro prácticamente rojo de toda la vergüenza que sentía en esos momentos. iba a decir algo más, pero el sentir los labios ajenos sobre los suyos, se lo impidió.

— está bien, aunque ya sabes que debes decirme siempre el cómo te sientas. — nuevamente dejó otro beso en los labios ajenos. la forma en que ambos se miraban lo decía todo.

besos largos y profundos eran compartidos; corazones revueltos que se iban a explotar.
luego de unos minutos ambos subieron hasta la habitación donde continuaron de la misma manera. taeyong se sentó sobre el regazo del menor, rodeando su cuello con sus brazos. lentos, como siempre, pero al menos así podrían disfrutar de una noche juntos.

— te amo, hyung. — comentó entre sus labios, el nombrado tan sólo pudo soltar una pequeña y delicada risa. ambos tan felices, y se les entendía el por qué.

— te amo muchísimo más, tennie. — lo abrazó con fuerza, disfrutando de ese momento antes de que lo siguiente pudiera ocurrir; ir rápido, jamás es bueno, y lo bueno no se consigue de manera rápida.

y así se fue dando la noche; ambos amaron sus cuerpos completamente, sin importar ningún defecto; para ese momento solo eran lee taeyong y chittaphon leechaitapornkul, su confianza, y amor. estando juntos, era lo único que estaba bien.

nadie sabía en qué momento el corazón de taeyong dejaría de latir.
pero estaba seguro de que mientras esté al lado de ese tailandés pelinegro que lo hacía tan feliz, su pequeño y débil corazón sería uno enorme y fuerte, latiendo por muchos años más.

the end.

❝sensitivity❞ | taeten Donde viven las historias. Descúbrelo ahora