Two broken hearts -StrangerThings2

¿Tranquilidad?

Lexi Lawrence.

A veces es difícil superar ciertas cosas y a veces esta bien hacerlo y a veces no. De cualquier manera se aprende.

California es mi lugar actual de residencia. Un lugar que tranquilo a comparación del que creía que era el aburrido pueblo de Hawkins.

Muerte.

Una vieja amiga, con las que más tiempo había pasado en mi adolescencia.

Yo decidí nunca superar la muerte. Solo esconderla, algo que había echo muy bien toda mi vida, fingir que no duele, ignorar esa herida me lastimaba. Pero esto no se trata de mi. Dejó de tratarse de mi desde hace un largo tiempo.

Me encontraba recogiendo el correo de la semana, agregando más sobres de los que normalmente eran, caminé por mi gran hogar blanco, para llegar a la cocina, donde me senté las sillas del comedor de la cocina. Hojeando los sobres.

—Esto es tan aburridoooo —hablo mi hija arrastrando las palabras

—Tienes media hora solo pasando los canales sin decidirte uno Heaven, claro que va ser aburrido.

Mi hija asomaba su rostro por el sillón— Mamá puedes decirle a William que se calle, nadie le habló a el.

Mi hijo quien antes había contestado estaba sentado en la pequeña mesa del pateo trasero leyendo un libro.

William era mas parecido a mi y Heaven mas parecido a Billy. Y no hablando físicamente.

Físicamente nadie se parecía a mi. Tenían todo de el. Como si el los hubiera parido.

Heaven tenía unos grandes ojos verdes, lo único que saco de mi. Ella era alguien muy extrovertido. Alguien que siempre tiene algo que opinar y algo que decir. Nunca estaba callada o quieta. Siempre tenía que estar en constante movimiento.

Algo de lo que siempre estuve curiosa era que ambos tenían el cabello oscuro, muy oscuro. Parecía teñido.

Nadie que yo conocía era peli-negro y que yo sepa tampoco nadie de la familia de Billy lo era.

Mientras Heaven tenia el cabello largo y lacio, William lo tenía rizado.

Heaven tenia una piel muy pálida y enfermiza, me recuerda a mi en mi adolescencia, una mandíbula muy definida, y una nariz refinada, acompañada de pequeñas pecas.

William tenia un tono de piel un poco más bronceado, los mismos rasgos que Billy. Ojos azules claros, unos ojos que parecía que contaban toda la historia Del Mar. El era más alto que Heaven por algunos centímetros. Pero quitando el físico William era muy parecido a mi, alguien callado y tímido. Sonriente y amigable con todos. El se robó toda la amabilidad en el vientre por que Heaven

Ella es... diferente.

Pero su personalidad aún no puede estar definida, solo tiene 15 años.

—William tiene razón, solo deja un canal y ya.

Mi hija apago el televisor y se levanto enojada.

—Claro. William siempre tiene la razón. —Sus ojos se habían oscurecido y volteaba a ver a mi hijo quien estaba sentado tranquilamente— William el perfecto.

—Heaven, ¿Estás bien? —dije levantándome del lugar y dejando el correo en la mesa y caminando hacia ella.

Cuando trate de agarrar sus brazos ella los alejo rápidamente.

—¿Los medicamentos? ¿Los tomaste?

Mi hija negaba repentinamente la cabeza una y otra vez.

Heaven tenía el Trastorno de Bipolaridad. Un trastorno que sospecho por que fue por mi culpa.

William quien miraba todo sentado solo lo ignoro y siguió en lo suyo.

Yo en un episodio no podía tocar a Heaven, no era seguro ni para ella ni para mi.

Era algo que normalmente pasaba, algo que ya debía acostumbrarme como William, pero no, nunca pude. Superar y acostumbrarme algo no está en mis capacidades.

—Siéntate un momento, Ivy, por favor.

—No quiero.

Dijo antes de que procediera a sentarse.

Busque en mi bolsa sus medicamentos y fui por un vaso con agua, ella solo estaba sentada viendo la nada.

Puse el vaso de plástico enfrente de ella con la pastilla.

—Tienes que tomarlas.

—Nadie me dice que hacer.

Dijo alterándose otra vez.

—No, yo no te estoy dando indicaciones. Tu las distes ¿No recuerdas?

Psicología inversa, funcionaba con Billy. Funciona con Heaven.

—Yo no dije eso.

—Si. —dije hincándome cerca de ella— Tu me diste la instrucción, solo sigo tus órdenes.

Ella me dio una mirada desconfiada pero tomó la pastilla.

Cuando la toma quito el vaso y voy a lavarlo, veo como ella se recarga en el sofá. Las pastillas suelen darle mucho sueño. En un rato se levantará y no recordará nada.

El sol se estaba ocultando, lo podía ver por las puertas traseras abiertas. William le gustaban muchos los atardeceres por eso todas las tardes salía a leer y verlos.

Yo vuelvo a el correo quitando lo que no sirve, pero cuando hojee las cartas un sobre de un color distinto llamo mi atención. Era un lindo color azul cielo, con estampas de Hawkins.

La agarre rápidamente y la volteé para ver quien firmaba.

"Max Mayfield"