Una última fusión y es todo (Dragon Ball GT)

Capítulo 6: Misteriosa

¿Qué era esa extraña sensación que cruzó por su mente? ¿Por le incomodaba tanto ver a su amigo junto con esa chica?

El reportero no tardó en preguntar a la pareja, Goten y Pares, sobre lo que habían podido ver de aquel meteorito.

-¡Fue impresionante! -exclamó la chica de inmediato- ¡El señor Goten voló hacia el meteorito sin miedo y pudo desviarlo con una luz brillante que salió de sus manos y...!

Goten pegó un grito y se apresuró a taparle la boca.
  
-¿Quién es ese tal Goten? - preguntó el periodista.

-¿Goten? ¡Nadie, nadie! ¡Tenemos que irnos! ¡Adiós! -jaló con él a Pares para alejarse lo más posible de las cámaras.
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Cuando el saiyajin se sintió más seguro dejo libre a la joven. Ella le dijo que lo que hizo fue muy extraño, y el chico se disculpó por no haberle dicho antes sobre sus habilidades, que no era algo que iba diciendo a todo el mundo por lo cual le suplicó que por favor no se lo dijera a nadie más.

-No me refería a eso señor Goten, yo hablaba de la forma en la que cubrió mi cara...

-¿Eh?

-Por lo general se cubren los ojos y se pregunta... ¿quién soy? y el otro tiene que adivinar -dijo la chica algo distraída- ¿Qué quería hacer señor Goten? ¿Por qué me tapó la boca?

-Mmh... -tardó en procesar las palabras de Pares-. Es que no quería que hablaras de lo que hice con ese meteorito...

-¿De qué habla?

-¡¿De qué?! ¡Me refiero a como fui a desviar la caída de ese meteorito y luego use mi Ki para... -observó la expresión de la joven y ella seguía sonriendo como si no le importará-, ejem... bueno... olvídalo... Sólo... no se lo digas a nadie, ¿de acuerdo?

-¿De acuerdo, seguimos con nuestra cita señor Goten?

-¿Cita? ¡Esta no es una cita! ¡Es...! -La chica seguía mirándolo como si siguiera sin entender nada. Goten no podía más-. Esta bien, es una cita...
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Trunks ya no podía concentrarse en lo que hacía. Apagó la televisión metió su cabeza en el libro y comenzó a recitar un párrafo al azar como si fuera un robot.

Las imágenes de Goten vinieron a su mente, estaba a lado de su anterior novia Issa y podía verlos riendo juntos.

Alzó la voz para forzar concentrarse en su lectura, pero fue peor, una a una fueron apareciendo en su mente las novias con las que había visto salir a Goten. Cerró su libro de golpe al recordar por último a esa chica que fue la primera cita de Goten, ¿cuál era su nombre? ¿Matilde, Abiz...? Es verdad... Matisse...
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Parecía ser una chica tan agradable, pero estaban tanto tiempo juntos que sin notarlo poco a poco fueron distanciándose más. Primero esa chica estaba todo el tiempo con él, cuando quedaban para ir de paseo, reuniones familiares o inclusive simples salidas de sólo chicos en donde se supone que Goten y Trunks debían divertirse... Ella estaba ahí todo el tiempo.

Al principio era insoportable, pero el tiempo hizo que lentamente fuera acostumbrándose a esa rutina, inclusive Matisse ahora le resultaba una persona agradable... El problema era que Goten estaba empeñado en atender todos sus caprichos y algo que a ella le gustaba mucho era derrotarlo en un combate de cuerpo. Practicaba artes marciales, pero siquiera era tan buena como lo fue Videl. Goten estaba tan locamente obsesionado por hacerla feliz que se propuso a ocultarle sus poderes y por su puesto su transformación de Super Saiyajin, y claro, quería que todos también lo hicieran.

¡Bien! Pese a que se le revolvían las tripas cada vez que veía a Goten tan acaramelado con su primera novia, ¡no podía permitirle que le quitaran algo que él amaba hacer con Goten! ¡Luchar! A parte de ser algo que venía por parte de su sangre saiyajin, era una actividad que disfrutaba hacer tanto con su amigo y que no podía hacerlo con nadie más...

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-Estoy harto de esto Goten -dijo Trunks-. No hemos combatido ni una sola vez desde que estas con Matisse, he soportado desde ese momento cada una de tus tonterías, inclusive acepté a no transformarme por ella, pero esto ya se acabó. Si quieres que siga manteniendo esta farsa tendrás que pelear conmigo... Aquí y ahora -se mostró en posición de pelea.

-Por favor, no seas tan infantil, ¿Por que justo antes de mi cita?

-Y no sólo ahora, mantendré tu tonto secreto siempre que luches contra mí las veces que yo quiera.

-¡Trunks este no es el momento!

-Pelea o iré a decirle...

-¡Trunks!

El peli-morado bajó los brazos y agachó la cabeza. Se dio cuenta de que era imposible tratar con Goten, él estaba... completamente perdido con esa chica. ¿De qué serviría lograr que peleen ahora, si esto no resolvería su amistad en un futuro? En el peor de los casos podrían enemistarse y tampoco quería eso.

-Esta bien... haz lo que quieras... -se rindió.

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Este repentino cambio dejó confundido al hijo de Goku, no esperaba que Trunks se diera por vencido tan fácil. No pudo evitar sentirse mal por su amigo y es que tenía razón, ya no pasaban tanto tiempo juntos como antes. Su relación era un tanto más especial que dos simples compañeros, habían sido amigos casi desde que tuvieron uso de razón y habían pasado la mayor parte de su vida haciendo todo juntos, lo que hacía uno el otro lo sabía perfectamente y viceversa.

Se podría decir que ambos formaban un ser único y así fue literalmente desde que aprendieron a hacer la fusión. Cuando cada uno hizo su vida aparte por culpa de los estudios Trunks rápidamente sintió la falta que le hacía su amigo y pensaba que eso también le estaba sucediendo a él, pero el muy infame lo sustituyó rápidamente por esa chica Matisse.

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-¡Trunks, Trunks espera!

El chico estaba saliendo de sus clases con una pila de cuadernos en las manos, perdido en sus pensamientos.

-¡Trunks! 

Volteó repentinamente al escuchar su nombre y chocó con la chica que lo llamaba. El peli-morado con gran habilidad mantuvo sus libros en su lugar en cambió la chica casi fue tirada al suelo, mas la sujetó de la mano justo a tiempo.

-Eso fue increíble, fuiste muy hábil.

-No es nada -dijo el chico evidentemente molesto- ¿Qué quieres Matisse?

-¿Podemos hablar de algo a solas?

-¿Qué? ¿Porqué? Dime lo que necesitas ahora, tengo muchas cosas que hacer.

-Es sobre Goten, ¡por favor!

-¿Qué pasa con él? -dijo tratando de sonar desinteresado.

-¡Es necesario que sea en un lugar más íntimo!