Disclaimer: Spy x Family no me pertenece. La imagen empleada tampoco es de mi autoría.
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Capítulo 5: Abrir los ojos.
No dejaba de parecerle irónico y hasta un tanto tonto.
Damian miró a su alrededor, titiritando de frío y sintiendo un estremecimiento en su columna. Esa cueva era aún más húmeda de lo que recordaba, aunque hacía años que no pisaba ese lugar, o tal vez era una cueva nueva y no podría saber, solo que la sensación de frigidez era superior. Una gruesa gota golpeó su frente y rodó hacia su mentón, perdiéndose en el grueso buzo que lo ataviaba, mas que no le abrigaba tanto. Sí, era casi como hace unos años, cuando tenía seis.
La diferencia radicaba en que, antes, se aunaba el miedo por los mismos relámpagos que escuchaba resonar (como ahora), la rojez propia por compartir espacio con su eterna platónica y la molestia e indignación por haber caído en esa cueva por culpa de esa misma. En el presente, el panorama quitaba todos esos elementos y solo podía sentir la furia de la misma chica a su lado, también temblando de frío, pero siendo en ese momento toda su culpa. Recién entendía lo fatal que se habrá sentido ella cuando tuvo seis años y él, como el mocoso petulante que era, no dejaba de repetirle como disco rayado que su torpeza los orilló a esconderse en una cueva. En este caso, la chica no emitió queja alguna, pero podía sentir la ira corriendo por sus venas y el golpe de su indiferencia, siendo ella parlanchina. Miró a su lado solo para comprobar aún más.
Anya se abrazaba a sí misma, sin dejar de temblar, con un mohín en sus rojizos labios y los mechones sueltos de su cabello bastante humedecidos por los goteos incesantes de esa cueva. Desmond volvió a culparse por enésima vez. ¿Cómo pudo pensar que separarse del grupo y jactarse de su orientación iba a hacer que se pierda, siendo ella la encargada de buscarlo en cuanto empezó a llover y él, aún renuente y terco, se negó en pos de continuar su camino, cayendo por un pequeño risco que lo direccionó a esa cueva? Solo que perderse únicamente él habría estado mejor, pero tuvo que ser tan insensato como para coger la mano de la pelirosa y llevársela consigo por la pendiente empinada y húmeda. Miró distraídamente el sucio pantalón verde agua de Anya, en el que se notaban más las manchas de tierra y musgo producidas por la caída, a diferencia de él, cuyo buzo era negro. Se mordió el interior de su mejilla, maldiciendo haber aceptado la estúpida idea de su clase de ir por última vez a una expedición de campo, como celebración de su último año en Edén, pudiendo ir a otro lugar menos arriesgado. Ahora seguían ahí, esperando a que alguien pueda encontrarlos, mas los fuertes truenos resultado de la tormenta que se prolongó más de lo esperado implicarían que el grupo también busque salvaguardar su propia integridad y comenzar la búsqueda cuando se estabilice el clima.
Volteó a mirarla al escuchar un chillido de su parte, justo después de dos truenos seguidos. Contrario a ella, él ya había superado su miedo infantil a las tormentas, pero se dio cuenta de que Anya definitivamente continuaba con ese pavor, con solo ver sus verdes ojos aterrados mirando alrededor. Eso lo frustró aún más por ser incapaz de consolarla.
Había tenido unos avances la última semana y media desde la adopción de Bond Segundo, descubriendo que odiaba ese nombre con clara referencia a su apodo, pero no podía decir nada, al verla sonreír tan tiernamente y encantada cuando cuidaba del perrito. Por razones obvias, el cachorro permaneció en casa de los Forger y esa misma tarde en que tuvo que acompañarla, se sintió a gusto con el recibimiento y calidez, a pesar del momento duro que implicaba la muerte de Bond. Después de todo, Yor Forger seguía siendo amiga de su madre, Melinda Desmond, lo cual, ciertamente, afianzó la afinidad y buena impresión que tenía la pelinegra del hijo de su buena amiga. En tanto, Loid lo miraba mucho, eso sí, al punto de incomodarlo, pero seguía teniendo un trato afable que se mantuvo durante los años y las pocas ocasiones que cruzaron palabras, aunque se preguntaba si continuaba así solo por estar sentido con la muerte de Bond. Mientras que el Forger más joven, Alain, curiosamente era bastante apegado a él desde que lo conoció, por lo que no dejaba de invitarlo a jugar, aunque Damian no tenía mucha imaginación para los juegos de niños, pues desde joven se enfocaba más en sus estudios.
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Abrir los ojos | DamiAnya Week 2022 |
RomansaDe cómo Anya Forger se empezaba a dar cuenta de que Damian Desmond no le era nada indiferente. Y viceversa. (DamiAnya Fic) /Historia lineal según los tópicos propuestos para la DamiAnya Week 2022/