Karma

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Ese monstruo que acostumbró a meter miedo,
ese del que huías al divisarlo entre
esas cuatro paredes que parecían cada vez
hacerse más pequeñas.
Ese que sabías cuando estaba cerca gracias
al escalofrío que te recorría toda la médula espinal.

Ese mismo, ahora tiende a huír de las pesadillas
que el mismo originaba.
Se cobija bajo las sábanas
en las que tú antes te escondías.

Él, que se veía poderoso
y aterrador,
se puso frente al espejo,
y no vió nada.

Ahí comprendió,
que ese terror que él desafiaba
ahora le tocaba a él sufrirlo,
como si del Karma se tratase.

Destrúyeme, pero no te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora