Mil y un vidas [GrimmIchi]

8.

  Nuestra Onceava vida transcurrió un milenio después.
  Esta vez te encontré en una nueva cafetería que había abierto cerca de mi trabajo. Cuando te ví mis piernas fallaron, solo bastó una palabra tuya para recordarte y que mi corazón cansado volviera a latir.

Felíz de encontrarte decidí asistir a aquel lugar todos los días a la misma hora, solo para observarte mientras bebía un que otro café.

Esa vida decidí que no quería verte morir y que inevitablemente después de conocernos la Luna haría que nuestro encuentro fuera efímero.

Cerraste unos años después.

Nunca me enlace o tuve hijos en esa vida y cuando me encontraba en el asilo de ancianos, volví a verte otra vez.
  Los rumores corrían y aunque no volvimos a hablar, descubrí que tú tampoco te enlasaste o tuviste hijos y también que eras un cascarrabias.

   Esa fue mi última noche en esa vida y con una sonrisa en labios pase a la siguiente.