Silent Hill: Memorias Destrozadas

Capiítulo 6: La habitación 52-B

Cuando bajamos al segundo piso, yo estaba atemorizado, y Harry también. No sabíamos que nos podíamos encontrar allí. Al encender la linterna, Harry me aconsejó que la apagara, y así lo hice. Seguramente era por ahorrar la escasa batería de aquella linterna medio gastada. Al avanzar por los pasadizos de aquél tétrico lugar, yo iba con el cuchillo y Harry con la pistola. Se veía que estaba con los cinco sentidos al máximo porque se le veía en la mirada y la tensión en sus manos agarrando con fuerza la pistola con el ojo clavado en la mirilla de hierro. Al girar la izquierda para ir hacia la habitación 52-B vi un símbolo idéntico al que vi en el sueño del hospital abandonado. Me retiré hacia atrás pálido como una hoja de papel. Harry me preguntó porqué estaba tan nervioso, y le conté el sueño del hospital, se quedó atónito, sin palabras. Lo decidimos tocar y en ese preciso instante se nos empezó a desmontar en pedazos pequeños hacia arriba todo el entorno. No sabíamos porqué el piso había cojido un tono rojizo. De repente de la habitación de en frente nos salió una enfermera con la cabeza completamente bendada y el cuerpo deformado, y su grito era espeluznante. Parecía que estuviera muerta. Harry iba a dispararle en la cabeza pero le baje la arma, no era conveniente hacer ruido por si habían más de aquellas horribles criaturas i decidimos darle con la linterna que era un poco contundente, al final de varios golpes en la cabeza la derribamos. Quando estaba tumvada en el suelo la cacheamos de arriba a abajo en la chaqueta que llevaba en el bolsillo llevaba una llave. En la llave había una inscripción y un número. El número era 52-B, era la llave que necesitábamos, y la inscripción, Harry me lo traducido del latín, ponía según lo que me dijo: esta es la llave del reino del mal y las tinieblas, sólo los más valientes se atreverán a entrar. Seguimos adelante y llegamos a la habitación que se suponía que era el portal al infierno. Antes de entrar, al tocar el pomo para meter la llave, me vino una voz a la cabeza que me decía: era el elegido... Esa voz era exactamente igual a la de Sarah. En ese momento me desmayé. Al recuperar el conocimiento, vi a Harry y me ayudó a levantarme del suelo, y me dijo que en la espalada tenía marcado el símbolo que vimos mas atrás. En ese preciso instante no le di importancia y decidimos a entrar...