Change (Cha Eun Woo)

Semana 1.4

Llegamos al edificio y el sin preguntar y yo sin rechistar entramos a su departamento.

-Quieres algo para cenar?
-Claro, podríamos pedir algo.
-Bien, algo rápido. me arrincono sobre la pared y acercó sus labios a mi oreja. -No quiero esperar mucho.
Mi cuerpo de tenso ante su actuar y de nuevo me sentí tan caliente...
-Podríamos brincarnos la cena...
-No señorita, necesito que estes fuerte y sana.
Se dio media vuelta y tomó su celular.
Yo me quede como una estampa en la pared, se que no está bien y que no debería de estar aquí pero lo deseo tanto...
La comida llego, nos sentamos frente a la hermosa mesa que ocupaba una gran parte de su departamento y comenzamos a comer,era algo típico de aquí, demasiado dulce para mi gusto pero estaba bastante rico.
-Tengo que ir a mi departamento.
-Para?
-Cosas de mujeres...
-Si volverás?
-Claro!
Me dio mucha vergüenza el tono en el que respondí, sonando tan desesperada.
Eun woo soltó una risita.
-Cuanto entusiasmo... igual si no vuelves en 15 minutos voy por ti.
-Bien, ahora vuelvo.
Me levante de la silla pero antes de enderezarme Eun Woo me jalo a sus piernas y me dio un beso, sentí su lengua entrar lentamente en mi boca y sus manos tocando mi trasero.
Me puso de pie y me dio la vuelta.
-Un pequeño adelanto...
Dijo y después me dio una nalgada.
-Ya vuelvo...
Entré en el elevador y solté el aire que había acumulado en mis pulmones...
-Estás loca.
Corrí al baño y me duche rápido, odio el sudor así que tenía que hacerlo.
Salí desnuda con el cabello aún escurriendo y corrí hacia mi cuarto a buscar mi ropa interior, normalmente uso ropa interior blanca o negra bastante sencilla y cómoda pero la situación ameritaba algo más provocativo así que busque mi lencería.
Opte por un conjunto azul cielo de encaje que había comprado en New York pero jamás había usado, me miré frente al espejo y cepille mi cabello.
El sonido del elevador retumbó por toda la casa.
-Mierda, ya pasaron los 15 minutos?
Tomé mi bata de dormir y me la puse rápidamente.
-Ya casi estoy lista! Grité para avisarle a Eun woo y que no se acercará a la habitación.

Salí Para indicarle que se siente en el sillón a esperar pero...
-Buenas noches señ...
-Que! Quien es usted?!
Mi bata estaba abierta y frente a mi había dos hombres.
Ellos se dieron la vuelta de inmediato y se disculparon.
Logré ver en el elevador mi colchón.
-Mierda!... perdón deme un minuto.
Entré de nuevo y me puse la sudadera que Eun Woo me había puesto esta mañana y unos leggings.
-Perdón, adelante dije mientras salía de la habitación.
No sabía que vendrían.
-Estuvimos marcando pero nadie contesto y el portero nos dejó pasar, dijo que usted ya estaba enterada.
-S-si, perdón lo olvide...
Pueden dejarlo ahí.
Tanto ellos como yo teníamos las mejillas muy sonrojadas.
Entraron y dejaron el colchón en la sala, firme el comprobante de recibido y el elevador se abrió de nuevo...
Esta vez Eun Woo estaba dentro, al verme y ver a los hombres se quedo parado dentro de este con los ojos muy abiertos...
Los hombres voltearon a verlo y uno de ellos lo reconoció en segundos.
-Cha Eun woo!
No podía creer lo que estaba pasando.
-podría tomarme una fotografía con usted? Mi esposa es su fan.
-C-Claro.
El hombre sacó su teléfono y se acercó a tomar la fotografía.
-Muchas gracias señorita, que pasen buena noche. El otro hombre hizo una reverencia y entró en el elevador, Eun Woo se paró en la entrada de mi departamento y al ver que se habían marchado volteó a verme...
-Que ocurrió aquí?
Señalé con mi dedo y dije al mismo tiempo.
-Llegó mi colchón.
-Ya veo...
-lo siento, no recordaba que vendrían, voy a terminar de arreglarme y nos vamos.
-Puedo beber agua?
-claro.
Camine hacia la cocina para ofrecerle una botella de agua pero de pronto sentí su cuerpo pegado a mi espalda.
-Mi sudadera te queda muy bien.
Pasó sus manos por mi cintura y me envolvió en sus brazos.
Su olor era delicioso...
-Te la devolveré mañana.
-No, consérvala. Sus manos viajaron de mi estomago a mis pechos.
Con su lengua lamió mi cuello y después mordió el lóbulo de mi oreja.
-Mmmmh solté un pequeño gemido y pegue mi trasero a su cuerpo.
De pronto me dio la vuelta y me pego al refrigerador, sus labios se pegaron a los míos y comenzó a besarme... sentí como su lengua entraba y se topaba con la mía.
Comenzó a dar mordiscos pequeños a mis labios y mis manos subieron hasta su cuello.
-Eres deliciosa...
-Detente.
-No, te quiero aquí y te quiero ahora.
Eso hizo que mis pezones y mi vagina explotaran.
Tomo mis piernas y las envolvió en su cintura.
Me coloco sobre la pequeña isla que estaba en medio de la cocina y abrió la sudadera, exponiendo la lencería que había elegido para esta noche.
-Meli... quieres volverme loco?
Con sus manos presionó mis pechos para después bajar una de las copas y llevar mi pezon a sus labios.
Mis dedos se enredaron en su cabello mientras el lamía mi pezon derecho logrando que este saltara y se enrojeciera al instante...
-E-espera. No podía hablar bien, el placer que sentía era indescriptible.
-Eun woo, detente.
-Que ocurre? Me observo mientras su labio seguía húmedo por la saliva que se acumuló en su boca.
-Aqui no, vamos al sofa, quiero estar sobre ti. Me sentía sofocada, solo quería que me arrancara la ropa.
-Esta bien cariño, lo que tú digas.
Me tomo de nuevo y me llevo por el pequeño camino de la cocina a la sala mientras seguía besándome.
Se sentó en el sofá y quede sobre sus muslos repitiendo la postura de esta tarde en el auto, no me di cuenta en que momento había perdido la sudadera y uno de los tirantes del sostén caía por mi brazo.
-Te ves deliciosa... llevó su lengua desde mi cuello hasta mis clavículas, sentí su pene híncharse bajó mi vagina mientras me frotaba en el
Lo deseaba, deseaba tenerlo dentro de mi, deseaba probarlo...
Tomé su rostro con mis manos logrando mantener su mirada en la mía, comencé a mover mis caderas en círculos logrando excitarlo aún más.
-Meli...
-Shhh, no dejes de verme a los ojos, si lo haces te voy a castigar.
Me puse de pie y comencé a quitarme los leggings lentamente frente a el, note que estuvo a punto de bajar la mirada...
-Dong min... arriba.
Note que se sorprendió cuando lo llamé por su nombre real, me encantó...
-sigue mis ojos. Le ordene cuando me incline a quitarle la playera que llevaba puesta. Poco a poco recorrí su tórax con mis manos hasta posarlas en el botón de su pantalón.
Me coloqué de rodillas frente a él
-Ponte de pie.
Lo hizo al instante
Desabroche su pantalón y lo baje, para mi sorpresa no llevaba ropa interior.
Su pene salto frente a mi, era tan enorme
Y grueso, me sorprendió verlo tan duro.
Inmediatamente lo tomé con una mano y lo lleve a mi boca.
Soltó un gemido, un gemido fuerte y delicioso.
-Meli... Meli... repetía mi nombre con algo de desesperación, yo estaba inmersa en su enorme verga, lamiéndola, llevándome su glande resbaloso a los labios e imitando el movimiento que se hace con un labial...
Sus ojos estaban posados sobre mi, su mirada era oscura, sexy y desesperada.
Lamí el tronco y con mi mano comencé a masturbarlo mientras mi lengua se movía en su glande.
-Quiero cogerte.
Me tomo de los brazos y me coloco de rodillas en el sofá inclinando mi cuerpo sobre el respaldo. Mi trasero quedó expuesto a el, sentí cómo bajaba mis bragas bruscamente y de pronto una nalgada hizo que mi cuerpo temblara.
-mmmmh. Gemí fuertemente ante el golpe y abrí mis piernas para el.
-Estás escurriendo cariño...
Si dedo pasó de mi clitoris hasta mi ano fácilmente por el líquido que había brotado de mi.
-Te voy a coger Meli.
-Hazlo... cogeme.
De un solo intento su pene entro en mi.
Y de ahí una y otra vez, tomo mi cabello y me incorporo logrando pegar su pecho en mi espalda.
-Te gusta verdad? Te encanta...
Yo no podía hablar solo gemía y gritaba.
-Responde!
-S-si, me encanta.
-Eres mía Meli, solo yo te puedo coger, solo yo te puedo tocar.
-Si,si, solo tú.
Sus movimientos eran más y más rápidos y de pronto me convertí en un nudo de placer... explote sobre su pene
-Eso, dámelo todo.
Después de un par de estocadas más sentí su pene hincharse y explotar en mi.
Soltó un grito intenso sobre mi cuello sentí como lo mordía levemente.
Después de unos segundos se sentó a mi lado sentándome sobre el, acariciando mi cabeza y dándome pequeños besos en la coronilla...
-Eres magnifica, hermosa...
No pude decir ni una sola palabra, cerré mis ojos y me quede dormida sobre su pecho