Hanma x Kazutora (One-shots)

La dieta del cobarde

- Modificaciones en ciertos personajes

- Historia cliché

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Narra Kazutora

—otra vez aquí?— dice una profesora al verme dentro de la sala de maestros con mi almuerzo en mano

—s-si— sonrío nervioso mientras comienzo a comer lo que mi madre me dió hoy para la escuela. Tengo que comer aquí, es el único lugar donde puedo estar a salvo y en paz

—deberías comer algo más sano, no te hace bien eso— dice la profesora yendose del lugar con un café en mano mientras yo aún mastico mi comida pero con menos tranquilidad que antes

Bueno...a veces puedo estar en paz.

Sigo comiendo intentando ignorar las palabras de recién debido a que tengo hambre.

Aunque...en realidad tengo hambre?

La gente dice que mi cuerpo alcanzaría para un mes sin consumir algo solo porque soy gordo, no estoy muy seguro de querer seguir comiendo ahora.

Creo que perdí el apetito.

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Camino hasta la mesa de la cafetería con mi charola sujetandola con las manos en cada lado.

Una vez me siento en los asientos, comienzo a comer lo que sirvieron; hoy hicieron gioza, una de mis comidas favoritas.

Miro hacia todos los extremos del lugar, intentando encontrar a ciertas personas, pero no los veo por ningún lado.

No es hasta que siento como de repente algo escurre por mi cabeza que comprendo en qué lado se encontraban.

—no te gustó la sopa?— escucho decir a Izana

Mi bandeja rápidamente es botada al suelo por Hanma, quien comienza a hacer los típicos sonidos de cerdo haciendo clara referencia a mi aspecto físico.

No me muevo de mi lugar, veo como los hermanos Haitani se unen a las burlas de Hanma mientras se ríen.
Minutos después, el grupito se va hacia otra mesa del comedor dejándome humillado una vez más.

No puedo evitar mirar a Hanma. Simplemente no logro comprender que sucedió con él.
Cuando empezamos la preparatoria él ni siquiera notaba mi existencia, de hecho hablábamos en ciertas ocasiones y no parecía molestarle. Pero cuando poco a poco comenzaba a reunirse con Izana y su grupito, empezó a hacerme pequeñas bromas que en cierto modo eran tolerables. Hasta que comenzó a meterse con mi físico y cada vez tomaba más escala haciendo bromas más pesadas y sus burlas eran cada vez más filosas logrando herir mi poca autoestima.

Me levanto de la mesa desganado y camino en dirección al baño para quitarme el olor a sopa de mi uniforme.

Es bastante vergonzoso tener la mirada de todos sobre mí cuando cuchichean entre ellos.

Narra Hanma

—que aburrido, se fue muy pronto— digo sentado al lado de Haruchiyo

—dejalo, no ves que los cerditos se tienen que bañar?— dice Rindou con una sonrisa en su rostro

—malísimo— escucho decir a Mucho por lo bajo, ignorando los comentarios de Haitani

—Izana~, tengo hambre! Por qué le tuviste que tirar mi bandeja?— dice Sanzu haciendo un puchero con sus labios

—come del mío si quieres— Mucho le acerca su bandeja y Sanzu muestra una pequeña sonrisa acompañada de un leve sonrojo en sus mejillas

A veces no entiendo los gustos de las personas.