Después de que arriesgara mi vida aun así no me creyeron.
Llegue a un lugar al que todos tratan como el infierno en la tierra y me trataron mejor que mis supuestos amigos.
Quiero ser un héroe pero odio a la mayoría de ellos.
Parece que mi vida es...
Una de las zonas con más pobreza, nadie ahí tiene un buen hogar, educación, o vestimenta. La única gente que salía con dinero de ahí, serían los traficantes de drogas o asesinos a sueldo, sin excepción.
Sus calles totalmente malcuidadas y sucias, basura tirada por los costados, y los edificios sin color no ayudaban a la apariencia del lugar.
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Hurgando entre bolsas de basuras, una pequeña melena negra revolvía lo que encontraba. Abría y apartaba basura por basura, hasta que encontró una manzana a medio comer.
El niño dio un pequeño mordisco, la mastico un poco y terminó por escupirla hacia un lado, arrojó la manzana hacia una de las paredes del callejón por enojo.
Han: Gugh...Definitivamente eso no era comestible. - agarro su cuello, asqueado por el sabor de la fruta.
El chico era Han Willow, actualmente el héroe Ayari, y hermano sentimental de nuestro protagonista. Solo que esta vez como un niño, con ropa desgarrada junto a una piel y cabello maltratados.
Han: Ah...El viejo me volverá a castigar...- el chico coloco sus brazos sobre los montos de basura, sus manos desnutridas temblaron un poco. - Maldicion...
Luego de una media hora, terminó rindiéndose y saliendo del basurero, camino hacia afuera del callejón y siguió por la calle.
Gente sentada al lado de algunas casas y locales fue con lo primero que se encontró, todos con una situación similar a la suya.
¡Plack!
Un palazo choco contra su rostro, tirandolo al suelo, cayo sobre su brazo lastimandoselo un poco. Miro hacia arriba, y un hombre bajo y regordete estaba viéndolo con completo desprecio.
Hombre: ¡Tu! ¡Mocoso mugriento! ¿¡Que te he dicho de hurgar en la basura de mi tienda?! ¡No quiero ratas cerca de mi local!
Un par de lágrimas salieron de los ojos del pequeño, descendiendo por sus mejillas, incluyendo en la que impactó la pala, que estaba bastante enrojecida, con un poco de sangre surgiendo de esta. No sabía que poder decirle, más que murmurar un leve "Perdón..."
Hombre: ¡Más te vale no volver por aquí, idiota!
No era el chico más querido por esos lugares, nunca hizo nada malo, lo peor que habrá hecho probablemente fue chocarse contra alguien cuando no estaba prestando atención por donde caminaba. Lo odiaban por precisamente ser un niño, las pocas personas que pasaban por esa zona, y que tenían dinero, se lo entregarían antes a un niño pequeño que a un adulto.
Así que nadie detuvo al dueño del local de golpearlo, ni siquiera en que detuviera sus gritos, tal vez el niño se asustará y no volviera por ahí.
Han salio corriendo nada más el hombre termino de hablar, casi tropezandose por lo rápido que se levanto.
