Asher

Capítulo 8

Cierro los ojos tomando un respiro profundo, me olvido de todo lo que hay a mi alrededor y me centro en mi, de pronto las imágenes vuelven a mi cabeza, el fuego quemando mi piel, la mejilla ardiendo, mientras qué lágrimas corren por ellas suplicándole Asher que pare, aquellas imágenes hacen una cadena la cual llevan a ese día, a ese momento, dónde creía que el fuego me consumía y que no saldría viva de allí.

Abro los ojos rápidamente al escuchar el timbre del colegio no sé en qué momento me empecé a tocar la mejilla con la mano izquierda, miro a mi alrededor viendo como las personas abandona el pasillo y otras apuradas para no llegar tarde a clase.

Cogo una bocanada de aire y cierro mi casillero de sopetón, empiezo a caminar por los pasillos...

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Más siento en el césped con las piernas flexionada en mi abdomen mientras acomodó mi espalda pegandola a la corteza del árbol. Respiro hondo antes de poner mi libro encima de los muslos y abrirlo en la página por la que me quedé.

Hecho la cabeza hacia atrás pegandola a la corteza mientras cierro los ojos respirando hondo sintiendo lo relajante qué es esto, sinceramente lo necesitaba, necesitaba esto, Paz.

Escucho el crujir de una rama rompiéndose y el pánico me abarca abriendo los ojos rápidamente, mirando hacia todos los lados encontrándome con la figura que está a mi lado, de pie, recostado al árbol.

-Joder Aslan, que susto-digo poniéndome la mano en el pecho, volteo a verlo y el solo me mira con una leve sonrisa en los labios.

-¿Que haces aquí?-le pregunto arrugando mi entre cejo.

-Eso mismo me pregunto yo-dice acomodandoce, sentándose a mi lado- ¿Que hace Evolet Brown saltándose un turno de clases?.

Doy un suspiro y miro hacia delante negando, sonriendo con ironía recostando mi cabeza en el tronco.

-No soy tan perfecta como creés-digo con la vista al frente.

-No eh dicho que lo seas-habla y volteo a verlo, es cuando me doy cuenta que su cara está a pocos centímetros de la mía, me pierdo en sus ojos negros y por un instante bajo la vista a sus labios gruesos y carnosos-solo se me hace raro que hayas faltado a clases.

Dice en un susurro y vuelvo a sus ojos ahí es cuando me doy cuenta que él también tiene la vista en mis labios.

Trago grueso y vuelvo a voltear la cabeza hacia delante, no sé por qué tengo la leve impresión de que si no lo hacía terminaríamos besándonos.

El silencio que se alarga por segundos me incomoda así que hablo.

-¿No cres que sea perfecta?-le digo y veo por el rabillo del ojo como se recuesta al árbol.

-Nadie lo es- dice mientras que yo tomo una bocanada de aire.

-Todo el mundo cree que lo soy-Volteo a verlo cuando se echa hacia delante quedando en la misma posición que estábamos horita «el, a centimetros de mi rostro y sus ojos penetrando en los míos.

-El mundo cree lo que tú dejas ver-dice cogiendo un mechón de cabello que tengo suelto para luego ponérmelo de trás de la oreja.

-¿Como?..-digo echándome un poco hacia tras por su cercanía-¿Como es que tú no me ves así?

-¿Asi ? ¿como?-dice reincorporándose

-Perfecta-digo y me da una sonrisa que enseña su perfecta dentadura.

-ya te lo dije Evolet, nadie lo es, todo el mundo tiene defectos y tú tienes demasiados-se calla por un instante y yo evado su mirada-y eso es lo q te hace perfecta...tus imperfecciones.