have u seen My man?

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Sentía el frío de sus anillos en mi intimidad, una chispa eléctrica recorrió la anatomía de mi clítoris. Gemí, varias veces. Eddie se percato de esto.

- I'm sorry Sweetheart, se me olvidó - lamió sus dedos, saboreandome para no ensuciar sus anillos, aunque realmente ya lo había hecho.

- para tu suerte Munson, me gusta.
Eddie no se limitó a sonreír, le causaba gracia.

En qué estábamos? -se quitó su último anillo, los puso todos en la mesita de noche. Bajó su cara a mi zona, ahora su intención no era masturbarme con sus ágiles manos, ahora su plan era hacerme gemir con su lengua. Sentí sus húmedos labios en mi abdomen, por segundos arrastraba la lengua hasta llegar nuevamente a mi monte de Venus, soltaba pequeños soplos, me volvían loca, lo mejor de todo es que se comió toda una caja de tictacs de menta antes de esto, La brisa que soltaba era fresca como el otoño, ¿Las lamidas? Se sentían cuando vas a la playa y las olas tocan tus pies, era lindo, se sentía placentero, me calmaba.

El sexo con Eddie siempre ha Sido bueno, somos amigos desde que inicio la secundaria, actualmente estamos en preparatoria... Si, algo jóvenes para lo que estamos haciendo. Pero tenemos esa confianza entre nosotros, lo que nos permite ser amigos, amantes y novios y futuros esposos... Lo hablamos mucho últimamente.

Eddie -gemí su nombre, realmente quería decirle algo pero las caricias lo dificultaban un poco.

- Dime, linda- me siguió regalando besos por mi zona, mis muslos, de vez en cuando retrocedía a besar mis pies, le encantaba admirar mis piernas.

Te amo Eddie- Dije de forma tierna, pero todavía se notaba la exitación en mi voz.

Eddie paró y me miró a los ojos, soltó una sonrisa - Sabes que yo también te amo, eres mi alma gemela - Se recostó en mi pecho, era gracioso, sentía como su cabellera me hacía cosquillas.

- Hueles a mí, jaja, - le acariciaba el cabello- te gusta mi sabor? - en este punto ya lo estaba molestando.

- ¿Que si me gusta? Podría comerte por el resto de mis días y no me cansaría. - ambos reímos, a veces decimos pendejada y media.

Eddie se quedó callado, viéndome, ví sus intenciones. - Si Eddie, podemos seguir jaja - le arrastré un mechón de pelo por detrás de la oreja.

Eddie no lo dudó ni un segundo y se puso encima mío. - ajá y el condón baboso? - se quedó quieto.

- Perdón, perdón, perdón es verdad, perdón, perame lo busco - Eddie se paró de la cama en busca de los condones... Quiero se ustedes se imaginen a un adolescente de 1.80 (adolescente de 20 años) desnudo, con el pene parado, desesperado buscando un preservativo... Ojalá pudieran verlo en persona. Era gracioso.

- Bingo! - me mostró la caja de condones.

- Ahora si guapo, méteme tu verga

La cara de Eddie al oír eso:

La cara de Eddie al oír eso:

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- Ahí te voy nena... - Eddie me agarró de la cintura con una mano y con la otra agarro mi pierna izquierda. Introdujo su miembro leeeentamente, podría sentirlo, los músculos de mi vagina se contraían de la excitación, a Edds le gustaba esa sensación. - oh por dios... Me encanta estar adentro de ti - echo su cabeza para atrás y su boca estaba semi abierta, sus gestos eran de admirar.

Poco a poco fue aumentando la velocidad de sus embestidas, sentía como sus testículos chocaban con mi cuerpo, sentía como su piel se erizaba y podía ver como sus pezones se ponían duros. Los míos también estaban así.

Besos en el cuello, eso me mataba y para rematar... La semana pasada Eddie había comprado un vibrador de pareja, los orgasmos nunca faltaban en el acto.

- Ponte en cuatro muñeca - Se sale de mi intimidad y con delicadeza me coloca en posición... Me coloca sus famosas esposas y me abre las piernas. Antes de meterme su miembro, me pasó el vibrador por mi clítoris, y yo que tenía las manos inmóviles, solo me quedaron mis reflejos, arqueando mi espalda quedé más puesta para Eddie.

Seguía torturandome con el vibrador, pero ahora su dedo pulgar era cómplice de mis gemidos...

- ¿Te está gustando muñeca? - soltó una risa burlona.

- Maldito bastardo ahhh... - terminé gimiendo, no podía insultar su nombre a gusto. - Me encanta - seguí en mi papel de sumisa.

Retiro un momento el vibrador de mi clítoris, con la misma mano empezó a acariciar mi trasero y piernas, para finalmente darme una nalgada, tres para ser exactos, eran pausadas, pero una más fuerte que la anterior (su pulgar seguía adentro de mí y cuando me azotaba, hacía presión en mi punto G). No paraba de gemir, la electricidad en mi cuerpo era imparable.

Eddie, sigue por favor, pégame más - dije entre jadeos- por favor.

Eddie sacó su pulgar y en su lugar, colocó su miembro, me daba varias embestidas y por ratos me destrozaba el culo con sus manos, me excitaban las nalgadas como no tienen una idea... 

Sus manos ahora sujetaban mis caderas, hacían que me retuerce de placer.

Ahora Eddie había juntado mis piernas, todavía con su miembro adentro, me seguía metiendo, de forma lenta y luego rápido su delicioso miembro.

Jalaba mi pelo con una mano en mi cadera...

- Me gusta como gimes, cómo dices mi nombre, me gusta como pides por más- Otra vez me nalgueó. Que exitante. - Quiero que te vengas primero preciosa - colocó una de sus manos en mi clítoris, las palpitaciones eran evidentes - puedo sentir como estás a punto.

Eddie y yo cambiamos de pose, el arriba y yo abajo otra vez, nos era más fácil venirse así. Con sus dos manos abrió mis piernas lo más que pudo, se colocó un anillo vibrador en su miembro y continuó con lo suyo. De Repente pasaba sus manitas por mi cintura solo para que mi piel se erice.

Los gemidos estaban muy... Muy presentes en el cuarto, también pequeños gruñidos.

- Pégame Eddie, pégame - Las bofetadas que soltaba eran lo suficientemente fuertes para dejarme roja. Al principio no le gustaba pegarme, pero poco a poco fue agarrando confianza, quien diría que al principio me juraba que no le exitaba... Y mírenlo ahora, lo hace porque sabe que me prenden y a él le exita verme así.

- Eddie más rápido, siento que yo ya... Ahhhh

- Mmmm que buena estas -me pegó otra vez, pero ahora en las piernas.

Un pequeño choque electrónico recorrió mi cuerpo, una cascada ligera de agua se hizo presente en mi intimidad, y mi vagina sentía los bombeos del miembro  de Eddie. Joder que rico fue todo.

- Puta madre - dijo Eddie- amo que follemos juntos.

.....

ONE SHOTS - Eddie Munson +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora