Chuu Muraroki - [Terminada]

Chuu.

–... ¿Qué?

–Yo tampoco sé que es lo que estoy diciendo. -admitió Yoshiki con cierta tristeza.

–Deja de bromear, esto no es para nada gracioso. -dijo Todoroki acercándose a él para tomarlo del cuello de su chaqueta. –¡¿A qué carajos te refieres con eso?!

–¡¡Te dije que yo tampoco lo sé!! -grita en la cara del otro, y poniendo sus manos sobre las de él para soltar el agarre. –No tengo la menor idea. Jamás me había pasado esto... Pero, deber ser así, ¿Verdad?

–Cállate, Murayama. Solo estás parloteando incoherencias.

–No, sabes que no es así. -lo miró serio, la inseguridad que había en él parecía haber desaparecido. –Porque te he estado observando. Tú y yo-

–Tú y yo nada. Absolutamente nada. -interrumpió Todoroki dándose la media vuelta, iba en camino hacia la puerta, no quería escuchar más.

–¡Si te vas es porque es verdad! -exclamó Murayama haciéndolo detenerse. –Entiendo que no está bien visto, y has estado peleando con el mundo solo por ser tú mismo, pero no tienes que seguir haciéndolo solo. Yo voy a protegerte.

–¡No quiero que me protejas! -reclamó sin mirarlo.

–... ¿No? ¿Estás seguro? -se acercó con cautela. –¿Si es así por qué nunca me pediste que me detuviera cuando lo hacía?

–¿Ibas a escucharme si lo intentaba?

–Por supuesto. Siento que haría lo que fuera por ti.

–Tonterías.

–Cuando dijiste que deseabas enfrentarte a Tsuji y Shibaman no te detuve, ¿Verdad?

–Pero tú n-

–Yo estaba al tanto. Pero te dejé hacerlo porque eso era lo que querías. -admitió poniéndose enfrente de Todoroki una vez más. –Cuando Tsuji intentó defenderte aquella vez, no lo dejaste hacerlo. Sin embargo, ese mismo día más tarde, yo hice lo mismo y no me dijiste ni una palabra. Te quedaste detrás de mí todo el tiempo sabiendo que iba a protegerte y no dejaría que nadie te tocara, ¿Me equivoco?

–Tú...

–¿Por qué? Sé que no me tratas como a los demás. Eso definitivamente me alegra, pero, ¿Por qué?

–¡Tú también haces lo mismo! -exclamó nervioso levantando la voz. –Golpeando a otros chicos por mí, incluso recibiendo los golpes por mí, preocupándote hasta cuándo me encuentro bien, “¿Por qué?” ¡Yo soy el que debería preguntar eso! No me tratas como a un maldito amigo.

–Porque eres más especial que eso.

–... Murayama. -llamó con la intención de detenerlo, dio un paso hacia atrás cuando el otro se acercó.

–Solo una vez. -pidió.

Todoroki recordó las palabras de aquel día, “solo un momento”. ¿Es que pensaba en besarlo otra vez?

–¿Por qué? -insistió retrocediendo otro paso más.

–No lo sé, sinceramente no lo sé; pero si lo odias, solo golpéame. Estoy preparado para recibir lo que sea de ti, lo tomaré con gusto. -confesó.

–Has estado leyendo demasiado. -dijo Todoroki queriendo sonreír. Sus sentimientos traicioneros haciéndose presentes.

–Por ti. –afirmó Murayama.

Dándose por vencido, Todoroki se quedó esperando lo “inevitable”.

Yoshiki estaba perdido en el rostro del mencionado, apreciándolo como lo ha estado haciendo desde el principio.
Encontrándose ahora delante de él, lo tomó de la nuca acercándolo más, la diferencia de estatura podía llegar a ser una molestia. Pero sin tomarle importancia a otra cosa que no fuera el hecho de que podía besar a Todoroki y este se lo permitía, disfrutó el momento.

Un pequeño beso para empezar, esperando la reacción del de lentes, si lo odiaba podía alejarlo, no lo forzaría a hacer algo que este no quisiera. Todoroki cerró sus ojos en espera de una continuación, Murayama volvió a besarlo un poco más, los labios de Yosuke también se movieron dejando en claro que estaba bien. Poniendo sus dos manos detrás del cuello del más alto, siguió besándolo con calma.

Todoroki posó sus manos en la espalda de Murayama al no saber qué otra cosa hacer aparte de corresponder el beso. Cuando le pareció que el más bajo estaba subiendo cada vez más la intensidad en la acción, se separó.

–Deberíamos parar y reflexionar un poco sobre esto. -dijo con la respiración pesada.

–Hagámoslo mañana. -sugirió el de bandana, volviendo a lanzarse hacia él, atacando sus labios.

–Está bien. -respondió por último entre el beso.