Vi a los dados rodar
sobre el negro mantel
que tendimos los dos
sin saber el por qué
del final del camino.
A tus brazos quiero volver
aunque cueste esperar,
a los ojos te quiero ver
y sentir otra vez
el principio del camino.
No se puede callar
lo que a gritos se habla
con el corazón.
No se puede gritar
en medio de la nada
si solo hay silencio alrededor
porque nadie va a escuchar.
Vi jugando al azar,
sonriéndole al timo
y burlándose del perdón.
Ya no sirve robarle
versos al destino
el brillo nace del interior,
del capullo pristino,
de las alas que dejan al nido atrás
y volando llegan a su hogar.
No se puede callar
lo que a gritos se habla
con el corazón...
Hay un solo camino,
y me lleva hasta vos...