Si me levanto, ya no podré sostenerte.
Estoy cansada y duele tanto la verdad,
por más que quiera verte Santo y diferente
ya los demonios no se dejan disfrazar.
Hiciste ruido al entrar aquella noche
era incesante, y me hizo alarmar.
Notificaste con carta certificada
que no eras mío, nunca lo fuiste en realidad.
Eterno y trágico mi corazón bendito
llora océanos de infelicidad
¡Cuanto quisiera estar tranquilo un ratito!
y juntar fuerzas para poder repuntar.
Dócil y mágico fue siempre, y pequeñito
cuando se encoge cada vez que disparás.
Si estando lejos sigue temblando de frío,
ya no te acerques ¡Por favor! que duele más.
Nunca te he dicho que con cada suspiro
que al aire lanzo, intento discernir
de tus dos lados, cuál fue el que no me ha mentido
quedó en mi pecho, eso no lo cambia ningún fin.
Perdón si es tarde, o muy temprano para el visto
en respuesta a los mensajes que insistís,
me prometí ya no escribirte más que esto.
Es lo último que tengo, el resto te lo di.
