𝘚𝘌𝘐𝘚

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Seúl, Corea del Sur. 2 semanas después.

Jungwon.

Como dicen por ahí, la tercera es la vencida. Ésta era la tercera prueba que me hacía, las dos anteriores habían salido positivas y quería estar totalmente seguro. Llevaba esperando casi 10 minutos, no podía despegar la vista de aquel aparato.

Suspiré cerrando los ojos y sonreí. Ya habían dos positivas, cuando salió el primer resultado por poco y me desmayaba, temblé y grité muy fuerte, también estaba nervioso, más que ahora. Abrí los ojos y ahí está el resultado, era un signo de más.

Positivo.

Comencé a hiperventilar, no sé si gritar, correr, sacarlo en el periódico o llamar a Jongseong y decirle que tendríamos un bebé... Bueno, él no, yo sí.

Mi celular vibró dentro de la bolsa de mis pantalones holgados de lana, una llamada entrante: Jake.

Dejé la prueba de embarazo en el lava manos junto a las otras dos y salí del baño para contestar.

—Ho-hola Jake.

Tartamudeaba, no podía hablar de la emoción y alegría, al fin, lo que siempre había querido se estaba cumpliendo. Ya era hora.

—¿Jungwon, estás bien? Escucho tu voz un poco rara, ¿no quieres que vaya para allá? —cuestionó con un tono de preocupación notable en su voz.

—¡No, no, no! ¡Estoy muy bi-bien! —le grité por teléfono.

—Fíjate que no te creo, suéltalo.

—Okey, ¿estás sentado?

—No, de hecho estoy en la fila para pagar mi almuerzo, ¿Por?

Inhalé bastante aire y exhalé todo lo que tenía adentro para calmar mis nervios.

—¡Estoy embarazado! —grité de nuevo y no obtuve respuesta, sólo escuché un gran golpe y varios murmullos.

—Espe-pera, me caí —idiota, le dije que se sentara. Reí ante lo torpe que había sido— ¿Qué, cómo, por qué, cuándo?

—Waoh, waoh, waoh, amigo. Una a la vez. Tu sabes como pasan estas cosas —estaba con las mejillas ardientes y completamente rojas, está más que claro que él sabía cómo se hacían éstas cosas.

—Un momento... Si no me equivoco, espera —escuché que intercambió unas palabras con alguien, seguro estaba pagando su comida, con un leve "gracias" dirigido a la otra persona, continuó—: Volví. Como decía, si no me equivoco, hace una semana, en la fiesta de Heeseung te acostaste con alguien, créeme, por más borracho que estaba me di cuenta, aun me acuerdo de verte a ti subiendo de la mano por la escaleras con alguien.

Me sentía avergonzado, había notado que subí con alguien -Jongseong- a mi habitación, que pena.

La línea se quedó un momento en silencio, ni él ni yo decíamos nada.

—¡¿Qué?! ¡¿Estás idiota, Yang Jungwon?! —preguntó alterado— ¡¿Con Jongseong?! ¡Ahora lo recuerdo, era el pendejo de Jay! ¡No creas que no vi su cabello de muñeca!

¿Qué se supone que tenga que decir ahora? Sí, lo había hecho con Jay. Sí, me gustó, tanto que lo repetimos hace cuatro días para asegurar, y vaya que quedó asegurado. Por último, sí, quedé embarazado de él, pero aún no sabía que contestarle a Jaeyun.

El timbre sonó y me dirigí a abrir la puerta, debía ser él, hace un rato me llamó para decir que vendría a mi casa, dijo que tenía una gran noticia.

—Tranquilo Jakey, están tocando, debe ser Jay, espera.

El timbre sonaba muy insistente. Abrí la puerta y entró corriendo directamente al baño, el mismo de donde yo acababa de salir. Pasó a mi lado gritando "vejiga llena", y cerró la puerta de ahí.

—Está en el baño. Jake, creo que mejor nos juntamos para comer otro día, tal vez el viernes —propuse.

—Me parece perfecto Jungwon... Oye, ¿le dirás?

—Decir qué...

—A Jay, decirle sobre el bebé, merece saberlo... Al fin, también es de él.

—No sé, Jake... Le diré, pero también le haré saber que no se sienta responsable de hacerse cargo, podría ser, no sé, algo así como su, hmm ¿tío?

—Sí, eso está bien, nos vemos y suerte Jungwon.

—Adiós.

Colgué y abrí mi refrigerador para ver si había quedado algo de helado, anoche vino mi madre y creo que se lo comió todo con las niñas. Jongseong salió del baño sonriendo y me abrazó.

—¡Tengo una noticia! —dijo alzando la voz efusivamente.

—Yo también —murmuré lo suficientemente fuerte para que lo escuchara.

—Muy bien, pero primero yo... ¿Te acuerdas de que la vez que nos peleamos te dije que iba a mandar unas solicitudes de empleo?

—Hmm... Sí.

—¡Pues me dieron el empleo! ¡Conseguí trabajo en Gangnam!

¿Gangnam? En Seúl no habían lugares llamados así, bueno, pensándolo bien si hay, y el único que hay es un cabaret.

—¿Un cabaret? Tu no puedes trabajar en uno, eres un chef, a menos que sea uno Gourmet.

—No seas idiota —se soltó a reír —. Hablo de Gangnam, la ciudad, no el cabaret, que por cierto, es muy bueno.

No, Gangnam no. ¿De verdad se iba a ir y me dejaría? Él no haría eso.

—¿Me va-as a dejar? —no quería llorar, pero es lo único que puedo hacer ahora, mi mejor amigo se iba y no sé cuándo volvería o aún peor, no se si siquiera volverá.

—Jungwon, vendré para vacaciones —acortó la distancia y me abrazó—. Además, es el trabajo de mis sueños. ¡Trabajaré en el Royal Eagle Hotel!

—¡Increíble! —me aleje de él y le sonreí lo mejor posible, no quería que se de cuenta de mi tristeza ¿Que iba a ser de mi sin él?

Jongseong era como el hermano que nunca tuve, del cual estoy embarazado...

Oh, el bebé.

—Ahora, tú... ¿Qué querías decirme? —su sonrisa se extendió más, y ahora sí sonreí de verdad.

—¡Jake nos invitó a comer el viernes! —mentí alce los brazos como si fuera lo más increíble del mundo. Su expresión cambió drásticamente, su sonrisa se borró y su ceño se frunció, parecía confundido.

—Bueno, si es todo, tengo que ir a decirle a mi mamá, adiós —su voz sonó molesta, con algo de fastidio.

Me dio un abrazo corto, con un beso en la frente y se fue.

No podía decirle del bebé, no podía ser egoísta. Conozco a Jongseong, sé que si le digo va a querer quedarse y no, trabajar ahí siempre ha sido su sueño desde que entró a la universidad.

Se veía tan emocionado, tal vez arruinaría todo su esfuerzo por mi embarazo.

Suspiré y me dispuse a preparar un emparedado, no había comido en todo el día por los distintos sentimientos encontrados por la noticia.

Me senté y bajé la mirada a mi estómago, pasé mi mano sonriendo. Tragué saliva. Tendría un bebé, un lindo y hermoso bebé.

Con ese pensamiento le di una mordida a mi sándwich de pollo.

𝘽𝘼𝘽𝙄𝙀𝙎 𝙁𝙊𝙍 𝙒𝙊𝙉 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora