𝘽𝘼𝘽𝙄𝙀𝙎 𝙁𝙊𝙍 𝙒𝙊𝙉 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉

𝘘𝘜𝘐𝘕𝘊𝘌

—Mi-ierda —murmuró Jongseong entrecortadamente.

Él estaba sentado en la cama sin pantalones, mientras que Jungwon sentado sobre sus piernas en el suelo, besando las caderas del primer mencionado.

Jungwon metió una mano por la camisa de Jongseong, acariciando su fornido pecho, sintiendo su acelerada respiración. Hace poco más de un mes que no hacían algo así, él doctor de Jungwon les había comentado que tenían que tener cuidado al tener relaciones ya que 1) es un embarazo múltiple y 2) Jungwon era primerizo.

El pelirrojo siguió con su trabajo de besar a lo largo las caderas de novio. Su mano libre viajó hasta la base del miembro de Jongseong, tentándolo. Fue haciendo un camino de besos hasta donde se encontraba su mano, dio un beso ahí y sintió al otro temblar.

Jongseong se agachó, tomando el cabello de Jungwon entre sus dedos para así, poder alzarle el rostro y besarlo ruda y humedamente, el menor gimió en tono dulce al sentir sus labios atacados toscamente. Su pequeña mano trabajaba a lo largo del pene de Jongseong, la movía lentamente provocándole gruñidos a su novio, Jungwon río al sentir la frustración de Jongseong en sus gruñidos.

Dejó de besarlo y siguió con su mano en el cabello del menor, lo guió más abajo, Jungwon lo entendió. Con la mano que mantenía en el pecho de Jongseong, Jungwon lo empujó para que él quedará acostado en la cama. Soltó el pene del mayor y éste golpeó directamente en su estómago, el menor río, le gustaba saber que él lo ponía así de duro.

Se inclinó un poco más adelante, y con el miembro de Jongseong descansando en sus abdominales, lo beso a lo largo, apoyándose de sus muslos para no caer.

Volvió a la posición inicial, sacó la lengua, trazando un camino desde los testículos hasta la punta del pene de Jongseong, la cual se encontraba bastante roja -casi morada- y húmeda con rastros de líquido pre-seminal. Con su delicada mano, Jungwon lo agarró, metiéndolo de golpe todo, casi tocando el final de su garganta. Jongseong tapó su boca con una mano y la mordió.

No podía gritar o gemir fuertemente, Seulgi se encontraba a unos escasos metros en la habitación de enfrente.

Lo sacó de su boca provocando un ruido casi obsceno, cosa que causó más excitación en Jongseong. Repitió la acción unas veces más de meter y sacar duramente el miembro del alto en su boca. Con la lengua trazó la cabeza de éste, la mordió suavemente, la última/primera vez que lo hizo, su novio le había dicho que le encantaba que lo hiciera, hoy era la segunda vez que lo hacía. Utilizando la lengua nuevamente, la paso por la hendidura de la cabeza, eso volvía loco a Jongseong, quien se estaba jalando los cabellos de la cabeza, frustrado de no poder gemir por las acciones de su novio, usando su fuerza en jalar o apretar las pulcras sábanas blancas de la cama matrimonial.

Jungwon lo tomó lentamente ésta vez, al sacarlo succionó el glande, ahuecando las mejillas fuertemente.

—Otra ve-ez —pidió el mayor.

Riendo, Jungwon obedeció. Jongseong no iba a aguantar más, la frente le sudaba a chorros, parecía que le habían tirado un balde lleno de agua o que acababa de salir de una piscina. Tomó las mejillas de Jungwon para besarlo castamente, con su mano sostuvo su propio miembro, lo metió en la boca del chico sentado en el suelo y él lo aceptó gustoso, degustando el sabor que desprendía. Agarró fuertemente el cabello rojo de la nuca del otro, asustándolo, siempre era así, a la hora del sexo Jongseong se ponía algo bruto.

Tiró de su cabeza -la de Jungwon- hacía atrás y adelante, viendo como su pene se perdía dentro de la boca de su novio, siseó por la vista tan hermosa, según él.

Le gustaba que el bajito fuera tan sumiso con él. Hizo lo mismo por un rato, de pronto, con un movimiento fuerte, causó que todo quedara dentro de Jungwon, rozándole la punta en la garganta, cerró los ojos fuertemente por tal intromisión, de estos salían pequeñas lágrimas y gimió demasiado agudo para su propio gusto, eso bastó para que Jongseong se corriera furiosamente en su garganta.

Se recostó en la cama, cansado, mientras que Jungwon se encargaba de tragar y limpiar el falo flácido por completo, subió a la cama, quedando a un lado de Jongseong, éste lo besó nuevamente, con su lengua dentro del otro probando su propia esencia.

—Eres el mejor —declaró Jongseong, dulcemente, rozando su nariz con la de Jungwon y él rió roncamente por su garganta un poco afectada.