𖤍My Angel𖤍 [AU Banana Fish]

𖤍 ×Cap 2× 𖤍

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Al hallarse ambos fuera del lugar el rubio finalmente alejó su mano de la boca ajena con evidente molestia exclamó abochornado —¿¡Qué es lo que planeabas decir allí dentro!? — su mirada viajaba de su amigo hasta dentro de la tienda cerciorandose de que no fuera a salir pronto el pelinegro.

—¿¡Pues qué más!? ¡Mírate! Avergonzado como una chica enamorada— se mostraba emocionado —Iba a decirle que te interesaba— asentía mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho orgulloso de su probable acción.

—Estás loco, yo no tengo cabeza para eso, además solo lo conozco de vista—

—Aún mejor, fue amor a primera vista— entonces el sonar de la campanita provocó que ambos chicos fijaran su mirada detrás del rubio viendo salir al causante de su discusión, éste los miró sorprendido pues suponía ya se habían ido, les regaló una cálida sonrisa y se retiró —Rápido, tu celular— exigió al  rubio con la mano extendida.

—¿Para qué?— metió su mano en el bolsillo buscando lo solicitado.

—Solo dámelo— movía ansioso su mano apresurando a su amigo —Desbloquealo— se lo entregó nuevamente para que colocara su huella, cuando visualizó la pantalla principal salió corriendo detrás del pelinegro.

El rubio lo miró confundido hasta que finalmente entendió lo que haría el pelimorado —¡No te atrevas Shorter!— "—¡Demasiado tarde! —" fue lo que recibió como respuesta viendo como se alejaba más. Al paso de unos minutos vio al par justo en la esquina parecían dialogar, estaba nervioso sí, no lo iba a negar, cruzó su brazo sujetando el contrario y con el índice comenzó a dar golpecitos dispares aún observando como reían hasta que divisó como el pelimorado señalaba a su posición mientras le daba su celular al extranjero, no sabía donde meter el rostro de la vergüenza sentía que ahora mismo estaba rojo cuan tomate, después el pelinegro se asomó e hizo un ademán despidiéndose de él, el rubor solo se intensificó y regresó el gesto »Te voy a matar, Shorter«.

El pelimorado con una amplia sonrisa y resplandeciente ánimo regresó con el rubio casi dando brincos —Si no lo conquistas tú, lo haré yo— rió sarcástico y entregó el celular a su dueño, éste se lo arrebató y lo guardó en su bolsillo, hizo un gesto al ver la reacción del rubio causándole molestia —¿Realmente no te interesa...?— cuestionó preocupado, tal vez se había precipitado por la emoción de ver a su amigo posiblemente enamorado.

—Shorter... Mira quien soy— extendió sus brazos a los costados —Soy un asesino, tengo gente que me pisa los talones, sólo traeré desgracia a su vida...— de repente se vio envuelto por los brazos del contrario.

—No te convertiste en eso por tu voluntad, hiciste lo que cualquier otra persona hubiera hecho en tu situación, aún no es tarde para que salgas de este lío, y lo que sea que estés desarrollando por ese desconocido estoy seguro que será lo que influya en tu decisión...— dio un par de palmaditas en la espalda adversa y se alejó —Eres un gran chico, eso lo debes de entender, tienes que ver quién eres realmente, porque la visión que tienes de tí mismo es la que han creado las personas como Dino o Arthur...—  trató de reconfortarlo con una mirada gentil mientras sujetaba su brazo e ingresaban de nuevo a la tienda —Dijo que suele estar ocupado en las tardes, así que no te sientas presionado de mandarle mensaje, pero quiero que lo hagas, tengo el presentimiento de que él te ayudará— tomó un par de bowl's de ramen como los que llevaba el pelinegro.
El rubio solo se limitaba a asentir, las palabras habían llegado muy profundo en su mente, porque no es algo nuevo, hace mucho que se había cuestionado lo mismo, bueno en realidad desde que se cruzó con aquel extranjero —Y se llama Eiji, Eiji Okumura— corrección desde que se cruzó con aquel japonés.