Era la mañana siguiente, un martes para ser precisos, Shinsou había estado hablando con Todoroki un buen rato, explicándole todo lo que se perdió por haberse ido con su padre hacía dos noches y vaya que el chico se arrepentía de no haber estado presente. Finalmente, habían decidido volver a hablar del tema hasta la noche, pues en el almuerzo Shinsou tenía su castigo y también por la tarde.
El chico de ojos violetas había podido descansar un poco mejor esa noche, tal vez porque estaba genuinamente agotado o porque había expulsado un poco de basura mental al hablar con su amigo.
Hitoshi no era realmente del tipo hablador. Tampoco Shoto. Tal vez porque los dos eran unas bolsas de ansiedad con pies, tal vez sólo eran hombres de pocas palabras. Realmente no lo sabían pero tampoco le daban muchas vueltas al asunto, se entendían bastante bien por esa misma razón.
Las clases pasaron y finalmente llegó la hora del almuerzo; en la mañana habían ayudado a mover las cajas de verduras y lavarlas, ahora venía la parte más difícil. Servicio al cliente. Shinsou Hitoshi odiaba hablar con la gente, prefería tener conversaciones consigo mismo, en la comodidad de su mente. La simple idea de tener que estar en el mostrador era agotadora y hacía que se le revolviera el estómago.
Shinsou Hitoshi no padecía de ansiedad social, por lo menos no diagnosticada. Simplemente odiaba a la gente estúpida, y vaya que en situaciones como esa te dabas cuenta de que la cantidad de gente que se toma más de 5 minutos para ordenar lo mismo que almuerzan todos los días era impresionante. Esa característica la había heredado de su padre o al menos eso era lo que decía la tía Nemuri.
Por más que quisiera, Kaminari no se podía encargar de esta tarea porque no era bueno haciendo matemáticas bajo presión, probablemente calcularía mal el cargo a la tarjeta y eso significaría cobrar de más y a su vez un problema para la escuela. Por su lado, Monoma tampoco era opción porque tampoco era muy amigable con el resto de estudiantes, aunque nada tan grave como su obsesión con la clase A.
Así que, por decisión unánime –no realmente– Shinsou estaría a cargo de la caja. El hecho de que la escuela manejara los abonos por medio de tarjetas y no hicieran que los estudiantes pagaran en efectivo ayudaba mucho. Así que, Shinsou trataba de pensar en esto como algo positivo para su búsqueda, o por lo menos eso fue lo que dijo Todoroki la noche anterior. Este era su momento para conocer cada rostro de la UA.
"Puedes ir ubicando a los rubios y descartar definitivamente si se trata de alguien que no conoces" Fue lo que dijo. Y para Shinsou aquel razonamiento tenía mucho sentido.
Un rato después, la fila iba avanzando relativamente rápido, tal vez era por la mirada seria de Shinsou, la cual hacía que la gente sintiera presión y dijera su orden más rápido. El pelimorado había escuchado muchas veces que su mirada era algo...intimidante, por mucho tiempo lo consideró un defecto pero ¡oh, cielos! si esa era la razón por la cual la fila iba reduciéndose cada vez más, vaya que estaba agradecido de su cara de "pocos amigos". Sólo por esta ocasión.
Los maestros, alumnos de otros cursos y sus compañeros iban ordenando uno por uno, él aprovechaba para ver sus expresiones, sus nombres y obviamente, su color de cabello. No había tantos chicos rubios en la UA como él había pensado.
–Umm, quisiera un... –Honenuki Juuzo levantó la mirada de su teléfono para encontrarse con la profunda mirada que emanaba de los ojos lilas del chico frente a él, al otro lado del mostrador. Carraspeó. –Un...un okonomiyaki, por favor.
Shinsou asintió, marcó la orden en la pantalla y volvió a ver al chico, quien estaba viendo hacia otra dirección algo ¿incómodo?
–¿Me das tu tarjeta para cobrarlo, por favor? –Preguntó a Honenuki, haciendo que este lo volviera a ver. Shinsou lo analizaba detenidamente, con discreción, claro.
ESTÁS LEYENDO
WikiHow: Cómo conquistar a un hombre cáncer || mha fanfic
FanfictionSi a Shinsou Hitoshi le diesen una moneda por cada chico rubio ruidoso que se ha enamorado de él...tendría más de las que él hubiese deseado. Una historia de amor adolescente con una pizca de astrología. Fanfic de My Hero Academia.