Bromance | BingQiu / MoShang

Capítulo 1

" 1 : Citas "

Mudarse a un nuevo lugar nunca es fácil, menos cuando la diferencia entre el entorno nuevo y el anterior es muy grande; sin embargo, es aún más difícil si, para empezar, no hubo opción, o el cambio no fue solo de lugar, sino de mundo.

Shen Yuan sabía que la transmigración no era algo fácil (leyó mucho sobre ello), pero nada se compara con vivirlo él mismo. No obstante, la presencia de Shang QingHua como otro transmigrado hizo la experiencia más llevadera, incluso hasta entretenida; y es que, a pesar de sus diferencias, lograron llevar una amistad bastante íntima con el solo hecho de compartir origen.

Había días donde de verdad extrañaban ciertas comodidades o personas de su antiguo hogar, y la nostalgia golpeaba con fuerza sus corazones; en momentos como esos, no había mejor persona a la qué recurrir que entre sí, y por ello, empezaron a salir a diversos lugares solos. El principal objetivo de esto era tener una mejor privacidad (no es como que pudieran hablar del mundo moderno en presencia de sus hermanos marciales o sus discípulos), pero también, tomaban este tipo de reuniones como una forma de desahogo o descanso de su rutina actual.

Al principio eran pequeñas salidas a lugares poco concurridos, o tardes de té en alguna de sus casas si sus maridos estaban fuera. Sucedían cada tanto, como dos o tres veces al mes; sin embargo, cada vez se hacían más recurrentes, hasta llegar a salir cada día o dos.

Al inicio Luo BingHe lo consideró normal, a fin de cuentas era el hermano marcial y amigo más cercano de su Shizun, estaba bien si salían de vez en cuando, pero el que se presentara tanta regularidad lo inquietó un poco. Y no es que su amistad le molestara, le agradaba que su Shizun tenga amigos, lo que no le gustaba era que por salir con Shang QingHua no pasara tanto tiempo con él como antes. Entonces, con el corazón un poco apretado por la necesidad de afecto de parte de su esposo, una noche mientras se preparaban para dormir, decidió transmitir su preocupación.

– Shizun. – Comenzó mientras peleaba con su desastroso cabello ondulado para soltarlo de la coleta que siempre acostumbra a llevar.

– ¿Qué necesitas BingHe? – La tranquila voz de su maestro y esposo se escuchó respondiendo desde la cama, en la que estaba acostado leyendo un informe reciente de sus discípulos.

– ¿Shang Shishu vino hoy? – Quiso sonar desinteresado, pero su voz salió con un toque de celos que Shen QingQiu notó, por lo que decidió poner toda su atención en su BingMei, doblando el informe y dejándolo en sus piernas.

– Sí, ¿hay algún problema con que tu Shishu visite a este maestro? – Su tono siempre sereno no delató la curiosidad y pequeña diversión que le generó el ligero berrinche de su discípulo al beber vinagre innecesariamente.

– En absoluto, este discípulo sólo tenía curiosidad por las reuniones recurrentes con Shang Shishu. – Claramente no era solo curiosidad lo que sentía, sin embargo, Shen decidió no cuestionar más a su tonto esposo y, después de un rato más, ambos se acomodaron en la cama para finalmente dormir.

Pero BingHe no es de los que se quedan con la duda, y menos si se trata de su amado y adorado Shizun, por lo tanto, fue inevitable para él no llenar de preguntas a MoBei-Jun en cuanto tuvo la oportunidad.

– MoBei-Jun. – Ambos estaban solos en un salón privado del Palacio Subterráneo, revisando documentos oficiales, sus maridos habían salido juntos otra vez, sin darles detalles de a dónde o por qué iban, y el mitad demonio no podía siquiera concentrarse en lo que hacía por la necesidad de respuestas.

– ¿Sí? – Al responder con su usual voz grave y ligeramente ronca no levantó la mirada ni dejó de hacer lo que hacía, al contrario de Binghe, que en cuanto lo escuchó dejó todo de lado y se sentó de una manera más cómoda pero manteniendo la formalidad.

– ¿No le parece que Shang Shishu y Shizun hacen muy seguido sus reuniones "misteriosas y privadas"? – Aún si intentaba mantener la seriedad, que creía se debía tener para tratar algo tan importante como lo son sus parejas, parecía un niño quejándose con sus padres cuando sus hermanos hacían algo pero no los quería delatar directamente.

– No. – El Rey del Norte era conocido por su porte elegante y orgulloso, así como su aura fría y seria, por lo que el hecho de que sólo respondiera con monosílabos o pocas palabras no era algo extraño. No obstante, hubo un poco de duda y confusión en su tono que hizo a BingHe dudar de su palabra.

– ¿Entonces no le importa que su esposo pase más tiempo fuera con mi Shizun que con usted? – Su sorpresa por el aparente desinterés del otro fue bastante palpable al momento de hacer la pregunta. Sabía que probablemente estaba metiéndose en terreno privado ajeno, pero esto era algo que les incumbía a los dos, y estaba dispuesto a parecer irrespetuoso si así conseguía llegar a la verdad.

Al parecer, esa pregunta dejó aún más confundido a MoBei-Jun, pues paró de revisar los documentos y levantó la mirada para conectarla con los orbes consternados de Luo BingHe. Fue ese el momento donde se pudo apreciar completamente su ligera expresión de confusión, con el ceño un poco fruncido y la cabeza ladeada.

– ¿No es eso una actividad normal entre amistades humanas? – Claramente al ser un demonio criado de una manera diferente y con nulas relaciones amistosas hasta hace poco, no es de extrañar que lo que conociera del concepto de 'amistad' y todo lo que conlleva sea bastante poco, por no decir nulo. Y ciertamente BingHe tampoco era alguien experto en amistades, pero al menos sí tenía un poco de experiencia en la que se podía basar.

– Eh, bueno sí, pero hay un límite... Creo. – La duda en su contestar solo provocó más confusión en el demonio mayor, quien frunció un poco más el ceño.

Manteniéndose en silencio, MoBei-Jun no pudo evitar mirar extrañado a su superior; sinceramente, su preocupación y explicación le parecieron vagas y sin sentido, él no entendía el problema en que su pequeño esposo tuvieras estas tan mencionadas juntas, le agradaba que QingHua tuviera a alguien que lo valorara y quisiera además de él.

– A lo que me refiero, es que las reuniones son bastante regulares, casi diarias, eso es lo extraño. – Luo BingHe comenzó a creer que no había mucho sentido en platicar esto con su mano derecha al ver su indiferencia, sin embargo, era una persona bastante insistente y terca (su Shizun se lo decía seguido), no se rendiría hasta encontrar una explicación o razón que lo convenza. – Olvídelo, probablemente lo estoy pensando demasiado. Continuemos con el trabajo. –

MoBei-Jun no negaría que lo planteado por Luo lo dejó con duda, pero le haría caso a su señor y dejaría el tema de lado por el momento, ya más tarde podría pensar en soledad si el asunto era merecedor de su preocupación o solo era algo que debería dejar pasar.

A partir de ese instante, ambos inconscientemente comenzaron a pensar más en la amistad de sus cónyuges y su actuar entre sí.

Shen QingQiu y Shang QingHua, ajenos a todo lo que pasaba por la mente de sus ignorantes maridos, seguían tomando el té tranquilamente en la casita de bambú del primer mencionado, hablando de las ventajas y desventajas de no contar ahora con algo que creyeron indispensable antes: el internet.

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