Tiempo después de los acontecimientos finales de la novela, y con todo de vuelta en una relativa paz, la amistad disfuncionalmente funcional entre ambos transmigrados está en su máximo esplendor; tanto así que a veces hay tanta confianza y comodidad...
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Buscar a sus parejas estaba resultando ser más difícil de lo que esperaban, ya habían recorrido casi todo Can Qiong y nada. ¡Casi parecía como si se hubieran evaporado!
La situación comenzaba a preocuparlos e impacientarlos, y sus mentes no pudieron evitar el crear escenarios imaginarios, especialmente después de haber interrogado a varios discípulos que aseguraron haberlos visto irse juntos, pero no sabían hacia dónde.
Sin saber qué más hacer, Luo BingHe se vio en la necesidad de pedir ayuda a una de las personas que más odia (además de su padre), Liu QingGe.
Encontrarlo ya costó un poco, el intentar que les respondiera sus preguntas costó aún más, sin embargo, no planeaban rendirse hasta dar con sus personas amadas. Fue así como, después de mucho insistir (para nada con amenazas de por medio), el Señor del Pico de Bai Zhan por fin dijo lo que sabía:
– Los escuché hablando ayer... – antes de poder continuar, pareció darse cuenta de lo mal que eso sonó, así que rápidamente intentó arreglarlo – ...por accidente, claro... – BingHe y MoBei no parecían muy seguros en cuanto a su respuesta, pero era lo mejor que habían obtenido en todo el tiempo que llevaban buscando, así que no podían exigir mucho – ...decían algo de buscar un lugar apartado para estar con mayor privacidad, y... – QingGe se notaba claramente incómodo, además, las miradas que recibía de los dos demonios celestiales no ayudaba, se sentía verdaderamente entre la espada y la pared, aún así, más por orgullo que por voluntad propia, continuó – ... Shen QingQiu mencionó que había algo que solo ellos entenderían que necesitaban hablar.
La frustración comenzaba a ser presente en sus cuerpos, y el no entender qué pasaba lo complicaba más; sin embargo, no querían hacer una escena en presencia de gente en la que no confían.
Decidieron irse de ahí, pero no de regreso a sus casas o al Reino Demoníaco, sino, de regreso a seguir buscando.
El tiempo seguía corriendo y la preocupación aumentaba cada vez, habían pasado alrededor de una hora y media, !Y no han encontrado nada!
Cada vez que sentían que tenían una pista, esta se perdía por otra pista que la contradecía, sus mentes estaban tan revueltas que empezaron a sobre pensar la situación, otra vez.
BingHe sabe lo exagerado o dramático que a veces puede llegar a ser, debido a ello ha estado intentando tranquilizarse a sí mismo durante toda la búsqueda, temiendo estallar en algún momento; más al ya no poder aguantar las suposiciones que hacía su mente, decidió hablar:
— Mobei-Jun... — Recibió un corto sonido de parte del mencionado, que, tomándolo como señal de que era escuchado, lo incito a continuar — ... y si... digo... ¿has pensado en la probabilidad de que de verdad...sean infieles? —
Su pregunta sorprendió al de mayor edad, demostrándolo en sus ojos cuando los abrió ligeramente más de lo normal, girando con una rapidez impresionante hacia el mitad demonio.
