Tiempo después de los acontecimientos finales de la novela, y con todo de vuelta en una relativa paz, la amistad disfuncionalmente funcional entre ambos transmigrados está en su máximo esplendor; tanto así que a veces hay tanta confianza y comodidad...
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Era medio día, la Cumbre Qing Jing estaba naturalmente iluminada por los fuertes rayos del sol, los pájaros entonaban su cántico acompañados del sonido armonioso de los guqin, pertenecientes a los discípulos del pico que practicaban sus lecciones diarias.
Shen QingQiu y Shang QingHua estaban tranquilamente sentados en una pequeña pagoda, ubicada en el patio de la casa de bambú de Shen. Se encontraban posicionados en el suelo, sobre una suave y ligera manta, con sus piernas cruzadas y espaldas lo más cómodamente derechas que se podía. Tenían a su disposición diversas frutas exóticas cortadas en pedazos medianos, además de un dulce y ligero vino que les trajeron sus reyes como regalo de su última misión.
Dichos reyes también se encontraban allí, un poco apartados de sus maridos, mientras los vigilaban y analizaban con una muy mal disimulada atención. Sin embargo, ambos transmigrados estaban tan enfrascados en su conversación actual, que las miradas de sus maridos no les hacían ni cosquillas.
Y es precisamente por eso que se les hizo muy fácil el olvidar la presencia de estos, comenzando a tomar más confianza entres ellos como si en verdad estuvieran solos, abandonando la pose anterior y encorvando su espalda, acercándose más para escucharse mejor hasta rozar sus rodillas e, incluso, olvidando la formalidad que se supone debería haber entre sí, soltando pequeñas risas o haciendo expresiones faciales más demostrativas. En conclusión, siendo un poco más ellos mismos o, simplemente, relajándose de las responsabilidades que ser Maestro de Pico conlleva.
– ¿Y qué hizo Liu-Shixiong? – Preguntó Shang mientras agarraba un pedazo de fruta del tazón y se lo llevaba a la boca.
– ¿Pues qué crees? Obviamente se puso a pelear, es lo único que sabe hacer al parecer. –
De repente, mientras QingHua masticaba la fruta, interrumpió a QingQiu con un sonido bastante fuerte de gusto por el alimento que comía, haciendo una expresión de asombro.
– Shen-ShiXiong, tienes que probar esto. –
Y, sin darle la oportunidad al mencionado de reaccionar, agarró otro trozo de la misma fruta y la llevó a su boca entreabierta, metiéndoselo sin aviso y obligándole a masticarlo antes de ahogarse. Ahora eran ambos los que tenían expresión de asombro al degustar tan delicioso bocado.
Fue entonces cuando cayeron en cuenta de que no habían tocado para nada el tazón de fruta y, sin necesidad de decir algo entre sí, como si con una sola mirada se entendieran, comenzaron a probar cada fruto disponible alimentando al contrario por turnos, jugando un poco a adivinar cuál era o de dónde venía, sonriendo y dando el aura de una pareja en su primera cita.
Todo esto sin notar la tensión que crecía entre Luo BingHe y MoBei-Jun debido a la obvia demostración de confianza entre los hermanos marciales. No obstante, sus emociones e interpretaciones de la escena eran bastante diferentes, mientras el menor sentía celos y desconcierto por el acercamiento de ambos, MoBei-Jun estaba bastante orgulloso de que la fruta que seleccionó especialmente para su pequeño esposo era de su agrado, además de estar bastante perplejo sobre el poco espacio entre ambos, pues nunca había visto a dos humanos amigos o hermanos así de cerca.
Al pasar unos minutos ambos comenzaron a sentirse incómodos, realmente incómodos; el primero en hartarse de la situación fue el mitad demonio, quien, al no soportar ver a su Shizun siendo tan cariñoso con alguien más, decidió recordarles su presencia con una tos más falsa que su respeto a Liu QingGe.
Entonces, como si hubiera roto una burbuja, Shang y Shen se tensaron en su sitio de tal manera que parecían estatuas; QingHua con un pedazo de fruta en una mano cerca de la boca del otro, y la otra mano simulando un plato debajo del alimento, y QingQiu con la boca abierta y las manos en su regazo.
Como si fuera una película de terror, ambos rápidamente y en sincronía voltearon su cabeza hacia sus olvidados acompañantes, con los ojos abiertos de sorpresa y miedo. Y, en menos de un segundo, mágicamente se separaron y retomaron su postura formal, pretendiendo que no pasaba nada, aunque su pánico era bastante visible en la forma en que Shen agitaba su abanico con prisa y fuerza, y el cómo Shang al no saber qué hacer con el trozo de fruta, lo aventó hacia atrás mientras hacía un pose nada normal con los brazos intentando disimular ese hecho.
Sin nadie saber qué hacer, reinó un silencio bastante incómodo que duró unos 15 segundos, se miraban entre sí pero nadie decía nada, no hasta que Shang QingHua se hartó y decidió hablar.
– Bueno Shen-ShiXiong, fue un gusto pasar tan agradable tarde contigo pero debo retirarme. Olvidé que debo hacer ciertas cuentas para, para eh... ¡para la próxima reunión de Señores de Pico!, sí. Entonces eh, ¡adiós! –
Sin esperar respuesta, agarró el tazón con la poca fruta que quedaba y a paso rápido se fue, sin siquiera esperar o asegurarse de que MoBei-Jun iba detrás. Dejando a tres personas observando su figura hacerse pequeña hasta desaparecer. El silencio volvió.
– En ese caso, fue agradable el contar con su compañía, espero repetir este evento pronto. Sin más me retiro, este maestro también tiene responsabilidades qué atender; con su permiso. –
Y Shen también se fue, escapando de la escena mientras se seguía abanicando con fuerza, abandonando a ambos demonios en aquél lugar.
Después de aproximadamente un minuto de silencio en el que ambos estuvieron reflexionando sobre lo que acababa de pasar, se miraron entre sí con obvia confusión.
– ¿Qué fue todo eso? – MoBei-Jun cuestionó primero al otro.
– No lo sé... realmente no lo sé. – Respondió BingHe con la misma confusión.
Lo que sucedió ese día es algo que nadie menciona, y Shen y Shang evitan completamente el tema y fingen que nada pasó, por otro lado, ambos demonios continúan en la espera de una explicación que resuelva sus muchas dudas, algo que claramente no recibirán pronto.
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