Papa Macaque

Azul #2

Espero que les guste~

Nota: No se preocupen, Azul no es LBD

La gata fue un nuevo miembro a su familia que Macaque en serio no esperaba y no tenía ni idea de que hacer con su presencia. Su primera idea era llevarla a otro lugar, con un amigo de Pigsy que según él era fanático de los gatos y que a pesar de tener muchos, siempre abría las puertas para otro más pero esa idea se fue al diablo cuando MK lo miró con ojos brillantes y gran sonrisa, proclamando un "¡Se llama Azul!" con toda la emoción del mundo. Supo, de alguna manera, que no iba a poder echar a esa gata de su casa fácilmente.

Así que no le quedó otra más que adaptarse. Azul seguía a MK de cerca a donde fuera, se trepaba para estar en su hombros y exigía caricias constantemente, incluso dormía con el menor, quien de alguna manera la abraza a ella y a Momo.

Con él...las cosas eran diferentes. Había una extraña rivalidad ente ambos. Azul caminaba por sus muebles con las patas mojadas o sucias, Macaque podía jurar que se burlaba cuando le reclamaba. Le gustaba tirar algunos de sus adornos, aunque para su sorpresa sólo lo hacía con los que no eran rompibles y no se acercaba a sus marcos de fotos para su alivio. Le dejaba ratones e insectos en su cuarto, y a pesar de que cerraba la puerta, lo dejaba justo afuera. Había roto su lámpara de sombras una vez, aunque no lo volvió hacer después de que MK sollozo disculpas. También parecía tener algo en contra de sus muebles.

-Tienes suerte de que él te adore...- gruñó con molestia, viendo a la odiosa gata que estaba parada sobre sus patas traseras, estirando las delanteras para arañar su sillón. Azul lo miro con esos grandes ojos azulados, maullando ruidosamente, sin hacer amague de detener su destrucción. Dejó escapar un largo suspiro, pasando su mano por su pelaje. -¡MK!- llamó, escuchando como su hijo se acercaba a paso rápido.

-¡Lo siento!- chillo, rodeando con sus brazos a la gata y alejándola del sillón, mirando a su papá con pena. -Lo siento, papá-

-Tiene un poste de arañar y usa mis muebles, descarada- bufo, solo recibiendo un mullido de parte de la felina. Jura que se está burlando de él, puede sentirlo. -Solo...intenta que deje mis muebles- el niño asintió rápidamente, abrazando a su mascota.