Chain Wolve [Heeseung x Sunghoon] HeeHoon

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Cuando el avión aterrizó y el copiloto pasó el anuncio de que ya podían bajar el alfa abrió sus ojos.

Estos teñidos de un rojo algo brillante.

Esta vez Heeseung no era quien estaba tomando posesión del cuerpo. Se trataba de Ethan. Su lado, ¿irracional?

── Quizás Jay tiene razón... Tu lobo y tú después de todo son la misma persona. Quizás Ethan sólo es una parte tuya que tuvo que madurar y crecer antes que tú para protegerte cuando aún eras un niño... ──

Esas palabras de Jake...

Cuánta razón tenía...

La infancia de Heeseung después de todo, no fue la mejor de todas... No creció como un niño común y corriente.

Para empezar, ni siquiera tuvo oportunidad de crecer bajo un nido de amor creado por sus padres. Estos apenas supieron que era un raza pura, y futuramente sería un alfa fuerte le abandonaron cuando apenas tenía cinco años en un lugar para formasión de... ¿Máquinas de matar? Sí, así debía llamarle, porque para eso era que los entrenaban desde cachorritos.

Los entrenamientos eran duros. Los exponían a situaciones extremas.

Frío, estando poco cubiertos. Calor llevando mucha ropa. Les hacían cargar más peso del que sus pequeños cuerpecitos podían soportar. Los despertaban a las 3:00 am para que corrieran 5km, sin importar que no habían comido ni dormido bien.

Los obligaban a quedarse bajo el agua por más de un minuto. Algunas cachorros hasta morían.

Sólo los más fuertes resistían... Pero, ¿a qué costo? La mayoría terminaban traumados... Y hoy en día eran los psicópatas que servían para hacer los trabajos sucios del gobiernos británico.

¿Lee Heeseung? Uno que logró safarse de aquello cuando apenas cumplió los diecisiete años.

Solo en un país lleno de restricciones y personas malas...

Al menos era un alfa y con lo que había aprendido en aquella prisión militar-homicidiaria podría sobrevivir a cualquiera circunstancia.

Ni pensar en buscar a sus padres. Si estos lo entregaron a aquellos monstruos cuando apenas era un cachorrito que sólo quería jugar a los carritos y empinar cometas, sin dudas serían capaces de reportar su escape de aquel sitio si es que le volvían a ver...

O siendo sinceros... Lo más probable es que ni siquiera lo reconocieran. Después de todo, su madre lo entregó sin importarle cómo estaría su cachorro, y en qué se convertiría cuando creciera. Toda una hija de puta, la verdad.

Fue a los 19 que conoció a Jay y Jake, dos alfas fuertes -no tanto como él- pero que sí le ganaban en inteligencia.

Dos alfas que sorpresivamente, iban contra las normas y eran pareja a pesar de todos los que les criticaban. Aunque eso a Lee no le molestaba. Después de todo, las personas eran libres de amar a quienes desearan.

Aquellos chicos eran unos genios. El americano manteniendo su fachada de empresario cuando realmente se le colaba a la ciencia de hackear sistemas de alta seguridad y era el creador de un programa espía que pasaba inadvertido por cualquier detector. El aussie fingiendo ser un estudiante universitario, cuando su verdadera profesión era ser el maldito amo de la falsificación y el lavado de dinero.

Al principio su convivencia fue algo intensa, por el montón de diferencias que tenían entre los tres. Heeseung ganándoles en fuerza bruta, la pareja en táctica. Sólo un par de golpes y discusiones bastaron para que formaran la mejor amistad que ahora ya casi llegaba a los 7 años.