Dos semanas pasaron desde el inicio de clase. Tan solo dos semanas fueron suficiente para abrumar a Issei ya sea en la escuela o en su casa.
Desde que conoció a Koneko se la ha estado encontrando con frecuencia ya sea en la entrada llegando, por los pasillos o en la cafetería durante los recesos. Provocando que se dé cuenta con mayor claridad que tanto le gusta, solo dejándolo apreciar lo linda y tierna que era.
Claro que Koneko parecía no notarlo o lo ignoraba, sin saber que, quien conoció hace ya varios días estaba completamente perdido por ella. Issei no sabía que, si ella lo supiese, definitivamente lo ignoraría y lo miraría como la peste, gracias a que el amor no está en su mente.
Mientras que, en su casa, ha estado viviendo la gran fantasía de cualquier chico de su edad. Vivir solo junto a una mujer preciosa. Sin mencionar que, desde que comenzó a vivir con Rossweisse, ha notado que tan torpe e inconsciente es a veces.
Fue durante la noche, cuando Issei fue a decirle que la cena estaba lista, ella salió vistiendo un top holgado, no es que fuese ajustado como para que le vea los pechos. Pero al ver el gran espacio de la tela con su estómago, avivó las llamas en el castaño. Una ropa que sirve para no mostrar o revelar mucho de sus pechos, terminó por aclararle lo gran dotada que estaba.
Otro momento fue que Rossweisse se le apareció en su habitación para avisarle que el baño estaba libre para bañarse, vistiendo solo un short tan corto que le permitía al castaño verle el trasero y el cabello tapando sus grandes montículos, mientras se secaba con una toalla algunos mechones del cabello.
A pesar de que le molestaba que no lo considere un hombre del cual enamorarse, sino más bien un niño, en momentos como ese agradecía que lo hiciera, sino no podría disfrutar de vistas como esas. Fuera de eso, lo entristecía ante el poco progreso que consiguió en conquistar a Rossweisse.
Issei: No importa, todavía puedo hacerlo cuando cresca - se decía caminando hacia la escuela y ver a la distancia a Koneko pasar por la entrada - No puedo decidir a una sobre la otra. Deseo a Ross y a Koneko-chan, entonces, solo me queda una alternativa - murmuraba con una resolución firme como el acero.
"Un harem ¿eh? Es un camino difícil, pero ¡Tienes todo nuestro apoyo!"
Girando la cabeza se encontró con Motohama y Matsuda con sonrisas extrañas.
Issei: Ustedes... ¿estaban escuchándome?
Motohama: Por favor Issei, no subestimes nuestras capacidades de detectar a un amante de harems. Y menos cuando tienen en la mira a la majestuosa Rossweisse-sensei y la adorable mascota de la escuela - relataba avergonzando y poniendo en pánico al castaño de que otros lo escuchen.
Issei: Un momento, ¿majestuosa? - preguntaba arqueando una ceja.
Matsuda: ¡Por supuesto! No solo es hermosa, tiene pechos enormes, un trasero que resalta a la perfección con esa falda ajustada que tiene.
Motohama: Y no olvides los maravillosos muslos que se esconden bajo esa falda y medias.
Issei: Tal parece que sus ojos están demasiado sucios - decía tomando a ambos de los hombros - Debe ser por tanta sangre - comentó llevando sus manos a los ojos de Matsuda quien empezó a resistirse con miedo.
Matsuda: ¡Era broma! ¡Solo era una broma Issei! - decía en pánico con las manos del castaño más cerca del rostro.
Issei: No lo esconderé ahora que lo saben - comenta dejando ir al calvo - Me gustan las dos, demasiado, y no quiero elegir solo a una, por eso decidí tratar de estar con ambas... aunque ahora que lo pienso, aún si las enamoro, cuando sepan ese detalle es posible que me golpeen y me dejen.
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Unión de los Nueve Mundos
FanfictionNo es sencillo llevar una vida ordinaria y mucho menos cuando Issei se entera de que sus ancestros fueron personas muy especiales en una tierra muy, muy lejana. Y al ir a esa tierra lejana, su vida cambió de tal manera que jamás sería como la de otr...