Ya estaba cansado así que me despedí de Fer y le dije que me avisara a que hora tenia que pasar mañana para la exposición. Me dijo que era tarde por que pensaba poner unos reflectores para que alumbraran varios sectores, que iba a ser una especie de fiesta a su vez, no se una mezcla de todo.
- Mañana cuando vengas de paso tráete algo para dormir, porque va a terminar todo tarde y no te voy a dejar ir solo a la madrugada y menos si te pones borracho.- me dijo a la salida de su casa mientras hacia girar sus llaves en su dedo indice.
- Dale, nos vemos mañana.-
Entre a caminar hacia casa, ya era tarde para tomar el transporte así que fui caminando, hacia bastante frió.
Después de un rato de caminata, llegue, me saque la campera y la apoye en la mesa del comedor, me saque las zapatillas de las cuales tuve que tirar porque no querían salir, tenia todo el pie transpirado y congelado, algo raro la verdad.
Mire el reloj de la radio y eran como las dos de la mañana, me sorprendí al darme cuenta el tiempo que me llevo pintar la pared.
Tenia hambre pero el sueño me ganaba y el frió me invitaba a la cama, creo que fue lo mejor que pude hacer porque las manos se me calentaron y los pies también, super cómodo. Me dormí en menos de cinco minutos creo yo.
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Me desperté porque escuchaba unos gritos en el comedor, primero pensé que era música, después que estaba soñando, pero al final un grito de Ana me termino de cortar el sueño.
Me levante enseguida y abrí la puerta de la habitación de golpe, era una panorama nada normal, bueno creo que ya nada era normal en mi casa.
Blaz en el piso, dándole golpes a un tipo en la cara. Ana tirando de la remera de Blaz. Megan agarrando a Ana. Se volvieron todos locos.
- Se puede saber que mierda pasa?.- dije mientras me frotaba el ojo.
- A vos te estaba buscando!.- me grito el que parecía ser el novio de Megan.
Se levanto del piso y lo empujo a Blaz. Enseguida sentí el corazón latir rápido.
- A Blaz no lo toca nadie.- pensé.
Era como un hermano para mi, y lo hermanos no se tocan.
No lo pensé dos veces y me fui encima del tipo este, lo tire contra el piso, y pude sentir que alguien me agarraba y probablemente era una de las chicas pero ahora no registraba nada mas que no fuera el romperle la cara a este.
- Diego córtala!.- escucho que Megan grita.
Con que se llamaba Diego, los golpes iban y venían, de a ratos sentía calor en las costillas y cortes en mi respiración pero no le preste atención, pare cuando Blaz me agarro por atrás.
- Alexander!.- me grito Ana.
- Loco, respira.- me dijo Blaz mientras me sacudía.
No se todo se torno negro y sentí que volvía a dormir. Pero enseguida sentí despertar otra vez.
Blaz me sacudía, Ana lloraba con mi respirador en la mano, Megan hablaba por teléfono.
- Alex!.- me grito Blaz devuelta.
- ¿Donde esta? Le voy a romper la cabeza.- dije medio balbuceando.
- Cálmate, ya esta.- se rió.
-Ahora viene una ambulancia, ¿como te sentís?.- me pregunto Ana mientras me ayudaban a levantarme.
- Bien, mareado, tengo mucho calor.- les dije y me sentaron en el sillón.
Sentía mi respiración un poco pesada, como que el aire salía lentamente y entraba a puras penas, me sentía perdido y un poco patético. Era una mierda tener asma.
- Cancela la ambulancia.- le dije a Ana.
- Pero ya viene.- comento Megan.
- Vos cállate.- le respondí con la poca voz que tenia en el momento.
- Cálmate.- me pego un codazo Blaz.
- No me calmo una mierda, que mierda hacia ese tipo acá? Me podes explicar si queres.- le dije en un tono sarcástico.
Se quedo parada en el medio de comedor sin mover ni un pelo, ni pronunciar palabra alguna.
- Mejor me voy.- dijo y se fue sin mas.
No me sentía bien y estaba mas que claro.
- Me voy a dormir devuelta.- me levante bruscamente y el efecto "asma" todavía no se había ido por completo.
Me volví a desvanecer, lo ultimo que escuche fue el golpe seco de mi cuerpo contra el piso.
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- Dale, tranquilo, no pasa nada Alex.- escuchaba a Blaz.
Ruidos, muchos.Me llevaban por un pasillo, veía las luces del techo pasar muy rápido.
La vista se me despejo un poco, los colores y formas se mezclaron tal como en mi pintura. Alguien me apretaba la mano.
Por el olor a enfermo tapado con alcohol, podía saber que estaba una vez mas en el hospital.
Unos cabellos anaranjados se metieron en mi panorama, gire la mirada y a pesar de lo que le había dicho, estaba agarrando mi mano.
Me metieron en una sala, en la que hacia bastante frió, con todos los tubos desde la nariz hasta una maquina, el silencio a muerte y enfermedad volvió. Todo en un segundo se torno a como era cuando tenia catorce. Una mierda.
No sabia como empezar una conversación con ella, no después de lo que había pasado, echarla sin antes preguntar cual era el motivo de la pelea y directamente atacarla a ella como si fuera su culpa que el tipo estuviera loco.
Se sentó al lado de la camilla, agarro mi mano y me sonrió.
A veces pareces tan irreal nena...