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Era solo una actividad cotidiana más, pero que cada vez se sentía más difícil, aunque no lo era.
A pesar de su pasión por la lectura, el solo hecho de ir a la biblioteca a través de calles llenas de gente ponía de los nervios a la chica de cabellos grises, Haruka.
Con un par de gruesos libros entre sus brazos, abrazándolos con fuerza con algo de temor de que pudieran caerse y pasar vergüenza delante de tantas personas. Ya le había pasado antes.

Era todo un reto esquivar lo que ella veía como sombras, pues casi no se atrevía a levantar la vista del suelo, por lo que solo veía eso.
Cuando pasaron cerca de 10 minutos desde que salió de su casa, pudo llegar al lugar, y sus ojos brillaron levemente al leer el gran cartel que indicaba que ya estaba en la biblioteca, pero su emoción duró poco al recordar que faltaba el último paso, y el más difícil, ser capaz de devolver los libros y pedir prestados nuevos.
No es que se le dificulte hablar o algo así, es que el lugar era algo grande. Le gustaba tener tantas variedades de libros para escoger, y en buenas cantidades, pero se perdía fácilmente a través de aquellos largos pasillos.

Inspiró hondo, volvería a depender de ellas. No arreglarían nada si se perdiera, pero no se sentiría tan sola. Casi inmediatamente después de pensar en eso, aparecieron las imágenes flotantes de sus mejores amigas, Haru y Ruka. Ambas sonreían, eso la hizo sonreír levemente.

Dió un paso dentro del local, ya algo más confiada con solo la presencia de aquellos seres imaginarios, y a ese paso le siguieron varios más. Saludó a la bibliotecaria, y esta le devolvió el saludo alegremente.

-Es un gusto verte de nuevo. ¿Qué te trae por aquí está vez? A parte de devolver los últimos libros claro.- Habló la bibliotecaria.
-Bueno, efectivamente voy a devolver estos y ver qué puedo encontrar en libros de ciencia ficción, otra vez. Estos últimos me gustaron mucho, además de que usted conoce que amo el género. Tal vez es un poco obvio con la gran cantidad de veces que suelo leer libros de este tipo.- Terminó de hablar la chica de baja estatura

En pocos minutos, aquella mujer encargada del buen funcionamiento de la biblioteca hizo las anotaciones necesarias, recogió su firma y le indicó, aunque ya había ido anteriormente, dónde se encontraba la sección de ciencia ficción.

Haruka le agradeció y se dirigió a la zona indicada, o al menos lo intentó. . .
En menos de tres minutos ya de encontraba perdida, mientras trataba de recordar las indicaciones, otra vez.

-¿Ahora era a la izquierda? ¿Debía seguir hacia adelante?- Susurraba para ella misma

Pero por estar mirando hacia al suelo, terminó chocando con alguien. Era una chica, pero no cualquiera, al menos no para Haruka. Una compañera de clases, estaba justo frente a ella. No importaba el hecho de que casi nunca habían hablado, seguía siendo alguien a quien veía cada vez en la escuela.
Palideció, y sin pensarlo dos veces, se disculpó rápidamente y salió de allí con paso apresurado.
En poco tiempo detuvo su andar y se tomó unos minutos para respirar con calma y relajarse.

-Hey, ¿estás segura de que esa fue la mejor solución?- Habló Ruka junto a ella
-¿Qué más podía hacer de todas formas? Espero que no me haya reconocido. Aunque como no estoy usando mi ropa típica de la escuela, lo dudo. . .- Haruka habló susurrando, se sintió algo insegura.
-Oigan, ¡sean más optimistas! Estamos justo donde queríamos.- Haru se movía de un lado a otro con alegría mientras iba señalando los libros.

Efectivamente, se encontraron con la sección de ciencia ficción. Fue un alivio y un problema menos.

Gracias a sus anteriores visitas, a la de ojos morados no le costó demasiado trabajo devolver los dos libros que llevaba a su lugar correspondiente. Lo que si tomó algo más de tiempo fue escoger libros nuevos para llevar a casa.

-Oh, ¡este se ve bueno! Parece ser de un fantástico viaje submarino situado en el año 2058, combinando también la fantasía con todas las criaturas que ven en el fondo de aquellas desconocidas aguas profundas- Dijo Haru señalando un libro que tenía Haruka en la mano.
-Si, es muy bueno. Parece que no lo recuerdas pero ya lo leímos, tal vez vuelva a hacerlo pero por ahora no, tal vez en unos meses.- Le respondió Haruka, susurrando. No es que sea muy "normal" hablar solo después de todo, así que era mejor de esa forma.
-Las dos son igual de olvidadizas, porque dijeron exactamente lo mismo la última vez- Dijo Ruka con una sonrisa algo burlona en su rostro.

Al final, se decidió por un par de libros de aproximadamente 5cm de grosor con temática futurística, y otro libro que quería releer, Cave Saga X, uno de sus favoritos.

Volvió con la mujer de antes, quien nuevamente tomó las notas necesarias, esta vez para que pudiera llevarse con ella los libros y recogió su firma.

Haruka salió de allí con una gran sonrisa en el rostro. Si, también puede que algo así tampoco sea mucho para alguien más, pero el simple hecho de no haberse perdido tanto hoy y haber conseguido con éxito los libros la hacían feliz, al menos temporalmente. Probablemente luego se reprenda a sí misma luego por haberse perdido un rato de todas formas, y chocar con una compañera, pero bueno, ella era así.
Al menos sabía que no tendría por qué aburrirse ese fin de semana, a menos que terminara los libros muy rápido, otra vez. Tampoco es como si tuviera mucho que hacer de todas formas.
Al menos el camino de regreso sería más fácil sintiéndose más contenta que antes. . .

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Créditos a Picrew por la imágen de arriba.

Chapter One: EscapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora