Enemigo peligroso

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Luego de comer, besé apasionadamente a Ross y corrí hacia mi habitación para evitar reirme. No ví a Megan en la habitación, pero ví su nota:

Fuí a correr con Amy. Nos vemos luego, Lau.
Megan.

Creí que nunca lo diría, pero no tenía ganas de ver a Megan. Tendríamos que discutir acerca de Ross y eso me molestaba. Pero quité a Megan de mis pensamientos y cambié mi ropa, como una fresita: top rosado, camisa coral, short y sandalias super exageradas.
Pinté mis labios de un rojo fuerte y me dirigí hacia la habitación de Ross. Una vez que puse el pie en la entrada, la puerta se abrió y ahí estaba él, sonriendo y sin camisa. Me hizo pasar y me sente en sus piernas. El se me acercó y me susurró: -Cómo estás, preciosa? No sabía que eras así de linda- y luego, besó mi cuello. Yo lo tomé de su camisa y lo besé. Él me tomó del cuello y acariciaba mi cabello. Mientras tanto, alguien tocó la puerta. Yo me escondí y él la abrió. En la silueta, pude divisar a Megan. Escuché un murmullo y él luego dijo:- Espero que no me odies por... lo nuestro-. Yo palidecí completamente. Cómo es que Megan odiaba tanto a Ross y salía con él? No pude entender la situación.

En ese momento, volví a la normalidad y me senté en su cama. Él cerró la puerta y se me acercó lentamente para besarme, hasta que yo me alejé y me pegué a la puerta.-Qué sucede,Laura?-me dijo Ross, acercándose.-Ross, déjame. Ya se que me engañas- le dije, bajando la voz en la última oración.
-Yo nunca podría hacer eso, Laura. Yo te amo-me dijo él.

-Pero yo no soy tan espléndida, al igual de todas las chicas con las que sales.- le dije, desafiante.

-No pienses eso de mí. Yo sólo tengo ojos para tí, Laura.-

-Te escuché hablando con Megan. Ya entiendo por qué te odia tanto, como yo, ahora-. Rápidamente, abrí la puerta y fuí hasta mi habitación.

Allí estaba Megan, haciendo la tarea que le quedaba por hacer. Se la veía frustrada.-Hola- le dije. Ella me miró un segundo y me saludó. Sus ojos estaban brillosos, como si fuera a llorar. Al verla así, me acercé a ella.-Qué sucede Megan?-le dije, preocupada.-Nada. Estoy bien- dijo ella, moviendo la cabeza- Donde estabas?-. Yo no pude pronunciar palabra.-Tranquila, te descubrí. Ya sé que estabas con Ross. No tengas miedo de admitirlo-me dijo, comprensiva. Le expliqué todo mi plan y ella me miró extrañada.-Es en serio, Lau? No creo que vayas a conseguir algo con eso. Además, no sabes si de verdad están saliendo o ella le coqueteó simplemente.-me dijo ella. Me dejó sin palabras, pero yo tenía algo más por revelar.-Oye, tú salías con Ross?-le pregunté, mirando hacia abajo. Me vió con tristeza y me dijo:-Sé que no debo mentirte, Laura. Yo salí con Ross y, desde entonces, lo odio-.

-Por qué?-pregunté. Ella me miró fijamente, apenada, carraspeó y contó su secreto:
-Yo salía con Ross el año anterior. Fue por dos meses. Nuestra relación era como cualquier amor raro y empalagoso, lleno de risas y besos. Un día, en Ciencias, disecamos unas ranas extrañas y me contagié de una de sus partículas. Me llevaron a la ambulancia y estuve tres días internada. Durante esos días, Ross no me visitaba, no me mensajeaba y ni siquiera me llamaba. Al salir, lo ví coquetear con Kira, tal cual la viste tú hoy. Al día siguiente, me encontré a Ross y hablábamos como siempre. En un momento, le pregunté por qué no me llamaba. Él se quedó callado y, cuando iba a hablar, Kira apareció con todo su grupo y me culparon de haberme robado a Ross. Me había humillado en frente de todo el mundo. En la clase, me contaron que Ross había sido parte del plan de Kira. No hablamos más, hasta hoy, cuando le pregunté si sabía donde estabas.-

Cuando ella terminó, su historia pasaba en mi cabeza como en una película. No podía creer lo que ella me había dicho. En ese momento, pensé que no pararía hasta arruinar la vida de Ross.

Ahora, más que nunca, decidí seguir mi plan hasta conseguir lo que él se merecía.

-Tranquila-le dije-no volverá a pasar. Te lo prometo-. Ella sonrió y me abrazó. Luego, ella fue a su salón y yo al mío, para verme con Raini. Ella estaba hablando con Calum y Ross. Me acercé a ellos y Ross me guiñó un ojo. Lo ignoré y me acercé a Raini, justo cuando Calum volteó. Tuve que explicarle mi plan, disimulando cuando ellos volteaban, y ella estaba a punto de desmayarse.-Estás loca, Laura? Conociendo a Ross quedarás en riesgo si sigues atrayéndolo así- me dijo, susurrando.-Él se lo merece- le dije-no puede vivir rompiendo corazones a su paso. Ella me hizo señas para que nos agacharamos y me dijo- No me molesta esta idea. Es más, la apoyo. Pero ten cuidado, podrías caer a sus pies-. Nos miramos y reímos hasta ahogarnos, aunque no deje de creer en su palabra. Era muy probable que tuviera que tener cuidado. Tengo un enemigo peligroso.

·Diario de una universitaria·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora