alfa destinado › chanlix

capítulo diecisiete.

Felix quiere inclinarse y pasar sus dedos por la frente del castaño solo para borrar esa mirada. Felix muerde su labio viendo cómo Chan mira fijamente su comida. El rizado lo había visto sentado solo en esta mesa mientras caminaba buscando a sus amigos hasta que se encontró con el castaño y no dudo en acercarse a él, pero solo obtuvo un saludo seco y un silencio incómodo. No entiende porque Chan esta de esta manera. En ningún momento le ha hablado y tan solo ha mirado su comida por varios minutos. Felix sin pensarlo mucho se inclina y llama su atención, tiene que hablar con Chan y no lo necesita molesto.

Anoche lo había pensado mucho y Chan tiene el derecho de saber que ha pasado, saber que ha llegado un alfa que también dice que es su alfa destinado. No quiere guardarle ningún secreto y también quiere saber que está pasando y porque rayos tiene dos alfas destinados.

Se encuentra con esos apagados ojos océano. —¿Qué?

—Solo he estado sentado hace cinco minutos y no me has hablado—Felix señala algo sorprendido por la contestación que obtuvo de parte del alfa—. ¿Por qué estás así? ¿Te molesto algo?

El alfa ríe sarcásticamente. —¿No se te ha olvidado algo?

Felix intenta recordar, pero no sabe que ha olvidado. ¿Fue algo qué ha dicho Chan ayer? ¿Le ha pedido que hiciera algo? Realmente no se acuerda, aún cuando pone todo su esfuerzo para recordar, pero su cabeza esta llena de tantos pensamientos que no sabe que ha olvidado. Tal vez está era la razón por la que Chan estaba tan cortante con él, ahora se sentía mal por haber olvidado.

—Lo siento, Chan—Se disculpa alejando su cabello—. No sé qué se me ha olvidado.

—De nuestra salida de ayer—el alfa le recuerda con ese tono seco de nuevo.

El Omega se lleva una mano al pecho abriendo sus ojos al recordar a un alfa invitándolos a salir a comer, y como sus ojos se iluminaron cuando acepto. Felix cierra los ojos maldiciendo por haberse olvidado y porque tiene un remordimiento cuando en su mente imagina a este alfa de ojos azules esperando por él y luego lo preocupado que debió de ponerse Chan, a un alfa triste yéndose a casa. Se siente mal por haberse olvidado de eso por completo, porque en vez de haber estado con el alfa comiendo en algún lugar estuvo en otro alfa.

—Lo siento—Se disculpa rápidamente— . Yo no lo hice al propósito, pasaron unas cosas y tenía que arreglarlas y se me pasó por completo.

Chan arruga más su frente antes de levantarse y tenerlo a su lado. Felix abre los ojos cuando el alfa toma su barbilla y alza su mirada. Esta preocupado y empieza a buscar señales de golpes o moretones en su cuerpo. Esboza una pequeña sonrisa por eso, Chan era tan dulce que a veces lo derretía.

Un perfecto alfa de ojos azules.

—¿Estás bien? ¿Qué pasó? Me hubieras llamado—Chan pregunta alarmado soltando varias preguntas.

—En realidad—Felix dice tímido—, tengo algo que contarte.

—¿Pasa algo?—Chan se inclina cerca algo preocupado por el tono que empleo el Omega.

—Sí, todo está bien—Lo calma. Se acerca al toque del alfa. Necesita tenerlo cerca y calmarse con el olor del castaño—. Es que, hay un alfa.

Chan se aleja arrugando las cejas—. ¿Qué te hizo? ¿Quién fue? Te juro si te ha tocado de alguna manera.

—No, Chan, calma no es nada de eso—Aclara sonriendo muy poco por la preocupación del alfa. Está parte de él hace que confiara en que Chan, no mentiría sobre ser su alfa destinado. Chan es tan amable y dulce como para hacer algo así—. Es que por accidente Yuna y yo chocamos con estos alfas y uno de ellos me tomo del brazo y cuando me miro soltó que yo era su Omega destinado.