Luna blanca, de belleza clásica y perenne, con brillo ostentoso que se filtra inocua a través de las cortinas en filamentos canosos. Real noche falsa que se tintaba de nívea.
Jungsu había rogado a su madre que cambiara el visillo por un telón. La delgada tela no era lo suficiente opaca para contener el lustre del astro nocturno, fastidiando su sueño y obligándolo a caer dormido tan solo cuando el cansancio le superaba.
Pero a su madre no le había parecido para tanto. El verano se hacía notar aún por la noche, por dicha razón solía dejar las ventanas de casa abiertas, colocar cortinas de mayor grosor no dejaría que el aire fresco y las casuales brisas de menor temperatura se colaran en la casa.
De esa manera, a Jungsu no le había quedado otra opción que tolerar la luz tal cuál era.
Intentó colocar un antifaz sobre su rostro, pero de poco servía cuando este se le corría y sus ojos volvían a ser iluminados, interrumpiendo nuevamente su descanso. Aún así, este era el camino más factible para brindarle algo de paz.
Era levemente incómodo, en ocasiones la tela se pegaba a sus párpados y el más leve movimiento incomodaba sus pestañas, quienes frágiles se movían luchando contra el pesado grosor de la mascara. Esa noche en especial, con sueño ligero sus ojos danzaban bajo sus párpados cerrados y sus pestañas friccionaban cariñosas contra la tela, provocando un leve cosquilleo que le obligó a despertar del todo y arrebatar de su rostro el antifaz.
Aún era de noche y la luna llenaba el cielo. La habitación estaba iluminada cómo si en ella hubieran prendidas cien lamparas, veía todo claro, salvo por un rincón de la habitación dónde las sombras reinaban discriminando cualquier rastro de luz lunar.
Era de lo más extraño. Jungsu siempre se reía de las anecdotas de sus amigos que eran del tipo "Me desperté por la noche y en la esquina algo me observaba, pero solo era la ropa acomodada en la silla"
El se reía, porque simplemente no imaginaba que algo así pudiera sucederle, era meticulosamente ordenado. La ropa limpia quedaría bien doblada y guardada en el armario, aquella de la cuál se deshacía a llegar a casa iba directo al cesto de la lavandería para que sea lavada por los sirvientes. Jungsu no tenía una silla cargada con ropa que pudiera jugar con su imaginación a las 4 de la mañana. De hecho, esa esquina estaba libre siempre, no colocaba nada allí porque no era necesario.
Pero ¡Oh, dios! cómo hubiera deseado tener algo de aquello, así podría justificar que aquel rincón estuviera en las sombras a pesar de que la luz rodeaba la izquierda y la derecha sin problema. Desearía que allí hubiera un amontonamiento de ropa tan desordenado que la mínima brisa pudiera derrumbar, de aquel modo podría justificar que esa sombra se moviera.
Pero por más que lo intentaba, no encontraba ninguna justificación a aquello. Deseaba reír, quería pensar que esta sería una anécdota divertida para compartir con sus amigos al día siguiente. Poder decir "Me ocurrió lo mismo anoche". Pero no era así, Jungsu estaba petrificado en su lugar, observando cómo aquella sombra empezaba a removerse, a balancearse de izquierda a derecha. No era divertido para nada, pero ¿Alguien se estaba riendo en la habitación?
Claramente no era él, Jungsu había logrado reunir un poco de fuerza para levantar sus manos y presar sus labios, tal vez deseaba tanto que fuera un chiste que había empezado a reír sin consciencia de ello, pero el problema era que a pesar de que cubriera su boca la risa en la habitación sonaba cada vez más alta, cada vez con más euforia. Y a pesar de que el tenía 21 años, la risa era sobradamente infantil.
Por la piel de Jungsu subía un escalofrío eléctrico y el pánico a lo desconocido culminó en un sollozo apenas audible, pero que era suficientemente llamativo para llamar la atención de lo que sea que lo acompañaba, no acechando desde las sombras, si no siendo la sombra misma.
Sombra la cual detuvo su suave vaivén, las carcajadas se apagaron, pero lejos de traerle paz a Jungsu, su corazón se volcó en un pozo de espinas que empezaron a doler al ver que aquello estaba cada vez más cerca, absorbiendo la luz a su paso. La luna aún abarcaba gran parte de la noche, pero ahora se mostraba reacia a intervenir entre Jungsu y su compañía, casi como cobrando venganza del odio que el chico le había perjurado.
Ahora reinaba la total penumbra, y nada más que su respiración agitada hacía eco en el vacío hasta que una pequeña voz habló con dulzura cerca del oído de Jungsu, susurrando con un aire frío que rozó su piel y tensó cada nervio.
—¿Acaso me olvidaste?—
Sin entenderlo del todo, lágrimas se deslizaron cómo cascada por las mejillas de Jungsu, no sentía miedo, era más bien una repentina melancolía que había agobiado su pecho tan de repente. Y sin esperarlo, sintió una pequeña mano acariciar su rostro intentando lavar aquellas gotas saladas de pesar.
—¿Si me voy ahora, me olvidaras al amanecer? ... Mejor... Despierta.—
Y el aire que nos sabía que estaba conteniendo escapó de sus pulmones con gran alivio. Aún todo estaba oscuro cuando Jungsu abrió los ojos. Pero sus pestañas le advirtieron que algo pesaba sobre ellas. Aún llevaba su antifaz puesto.
Lo dudó por un momento, no quería quitarse aquello de los ojos, temeroso de lo que se encontraría al otro lado.
Con todo el valor que logró reunir, la mascara fue arrebatada de sus ojos, los rayos del sol bañaban los recónditos más oscuros, sin excluir ninguna de las esquinas de su habitación. El reloj marcaba las 10 de la mañana.
Sus clases habían comenzado hace dos horas, pero aquello no había lograrlo alterarlo en lo más mínimo. Lo único que rondaba por su cabeza era aquella voz, por supuesto, no la había olvidado al despertar, pero... No saber a quién pertenecía le frustraba.
No quiso deparar demasiado en ello, mientras se vestía y salía de casa para ir a la universidad. Pero era inevitable que la curiosidad no lo invadiera, en especial porque al repasar cada palabra nuevamente en su mente, un aire de familiaridad le envolvía con completo misterio.
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Sweet Candy Liar (JungYeon fr Xdinary Heroes)
Fanfiction-¿Me olvidaste al amanecer?¿El tiempo borró cada rastro de mi?- -¿Eso siquiera es importante?¿Lo importante no es vivir en el aquí y ahora?- -¿Qué hay del pasado?¿Qué hay del futuro?- -¿Tienen relevancia?¿Acaso estás viviendo en un cuento de hadas...