Prólogo, Parte 2: El juego inocente.

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Con la cabeza reposada sobre su brazo, tumbado en el verde césped de detrás de la nueva universidad. Jooyeon extiende su mano al cielo. Abriendo y cerrando sus dedos en un jugueteo propio, dejando que algún rayo de luz se colara por casualidad ante sus ojos solo para luego cortarlo. 

Desde que tenía memoria, este era uno de sus juegos favoritos. Tan simple pero tan satisfactorio. Recordaba a su vez, tener docenas de miradas sobre él, las quienes apenas lo veían echarse en el suelo, le advertían que no jugara, podría lastimar su vista. 

Pero los tiempos habían cambiado de manera drástica. El ya tenía 19 años, aquellas personas que lo vigilaban de cerca ya no estaban, nadie tenía responsabilidades con él. Podía simplemente hacer lo que quisiera y nadie le diría nada. 

Fue entonces que con aquella mano extendida sobre su rostro, se dio cuenta que aquel juego era simplemente aburrido. 

Por supuesto, era de esperarse. 

Si era sincero consigo mismo, Jooyeon podría darse cuenta que aquel juego era una basura en sí. Lo que realmente añoraba, era la atención y el sentimiento de sentirse protegido que los demás le otorgaban.

Desde que tenía memoria, había crecido en los pasillos de un orfanato. Rodeado de demás niños de diversas edades, diferentes personalidades y estaturas, siendo tan solo un número más para las organizaciones gubernamentales, un registro que no salía de los archivos de la institución que había tomado cargo por él. 

Conseguir amor y afecto era una tarea a la que cada niño se avocaba día a día, buscándolo y consiguiéndolo a su propio modo. Algunos buscaban sobresalir en actividades y los estudios, otros eran estatuas sumisas que apenas concedían sonido alguno, todo ello con la intención de que sus perfiles se vieran cómo el niño perfecto, y así, tener mayor oportunidad de ser adoptado.

Otros simplemente irían de caos a problemas para obtener un poco de atención de los mayores que tutelaban el lugar.

Pero Jooyeon no había visto esta última opción cómo las más factible.

¿Arriesgarse a que su registro estuviera sucio y nunca conseguir un hogar?

Prefería utilizar los recursos más tranquilos, los cuales mezclaba con su personalidad afable y alegre.

Un niño enérgico e inteligente, que resaltaba por la brillantez en su sonrisa... Entonces...

¿Por qué evitaban amarlo?

Ahora con 19 años se cuestionaba día a día ¿Qué era lo que había hecho mal?

¿Por qué llegó hasta allí sin tener lo que en verdad alguna vez anhelo y se esforzó por obtener?

¿Sería que sus cuidadores habrían escrito en algún papel que tenía la costumbre de jugar bajo el sol, que aunque se le dijera tres veces al día que no lo hiciera, igual lo hacía?

No era su culpa, el simplemente lo hizo un día y con ello descubrió que los mayores le prestaban aunque sea tres segundos de cálida atención. Podría explicarlo y justificarlo las veces que fuera necesario.

Aunque, eso sería posible tan solo si pudiera volver el tiempo atrás. Y aunque hubiera visto películas y series que pudieran orientarlo en aquella materia, ningún método le había servido, simplemente no podía cambiar el pasado.

Y aquello no le permitía tener sus pies y su cabeza totalmente en el presente. Continuaba viajando por lo que alguna vez fue, dejando de lado su actual realidad. En dónde su mano seguía extendida cómo si quisiera alcanzar al mismo sol.

Sol que ante sus propios ojos se apagó, siendo completamente opacado por una figura masculina que se interpuso entre él y su viaje por el tiempo. 

—¿Sabías que mirar directamente al sol puede lastimar tu vista? No deberías hacerlo.—

Y antes de que Jooyeon tuviera tiempo de responder. La otra persona continuó con su camino, uniéndose a otro grupo de personas que lo saludaban tan animadamente. Desde allí podía ver que las demás personas estaban genuinamente encantados de ver al otro antes de que finalmente todos se marcharan al interior de la institución.

Entonces ¿aquel juego tonto seguía teniendo efecto? La inseguridad dentro suyo se movía cómo pequeñas larvas bajo su piel, y aún así, podía sentirse complacido.



Sweet Candy Liar (JungYeon fr Xdinary Heroes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora