Gunil tamborileaba sus dedos sobre la mesa, su mentón apoyado en su mano mirando en dirección a la puerta daban todos los claros indicios de que se estaba aburriendo. Lo normal, claro estaba, luego de haber esperado durante 15 minutos la aparición de su amigo, a quién había llamado sin obtener respuesta alguna.
Pensó, por supuesto, que las clases de Jungsu se habían alargado un poco y por ello no atendía el móvil ni se mostraba en línea. Pero nunca solían ser más de 5 minutos y menos la mitad del receso.
Gunil se colocó de pie con la intención de ir a buscar a su amigo, cuando vio a dos chicos entrar por la puerta. Un chico castaño propiciando un ataque de besos y amor, el otro chico peliblanco intentaba esquivarlo. La voz de Jeongin luchando por su integridad resonó por toda la cafetería, atrayendo todas las miradas encima suyo.
—¿Cuándo va a ser día que te rindas Innie?— Preguntó Gunil acercándose al par que estaba estancando la entrada a la cafetería.
—¿Por qué debería?— Proclamó Jeongin con todas sus fuerzas mientras una de sus manos posaba sobre la mejilla de su otro amigo, desviando su rostro del propio.
La imagen era ciertamente divertida para algunos, un poco ridícula para otros. Más para nadie era algo extraño y aún así nadie era capaz de de apartar la mirada. Incluso cuando los chicos fueron empujados hasta la mesa por el "Papá" el cuál, aunque no pudo lograr que el dúo calmara su euforia, había logrado que los chicos descongestionaran la entrada a la cafetería.
—¿Puedes comportarte?— Jeongin se quejó empezando a sentir un poco de vergüenza al percatarse toda la atención que había estado obteniendo durante esos momentos.
—Jungsu ¿No aprendiste de esta mañana?— dijo Gunil.
—¿Qué sucedió esta mañana?— Innie cambió repentinamente su tono de voz, dejando la vergüenza de lado para dejar que la curiosidad sea la emoción dominante.
—¿Junho?¿Yunjon? No recuerdo cómo era, nos empujó pero puede ser que nosotros también nos interpusiéramos un poco en su camino—
—Oh ¿Jooyeon?¿El amigo de Jiseok?—
—Ese mismo.—
—¿Conocen al chico?— Interrumpió ahora Gunil sintiendo que se había perdido parte de la historia.
Ambos asintieron.
—Me crucé con él de camino aquí.—
—Lo empujaste.— Reveló Yang "lengua suelta" Jeongin.
—Fue sin querer... creo.—
—¿Creo?— Mencionaron al unísono ambos amigos de Jungsu, mirándose entre si con un sentimiento entretejiéndose y enlazando ambas miradas, cómo si estuvieran compartiendo algo en lo que Jungsu no podía ser incluido.
—Iba distraído.—
—¿Qué pasó? Yo no estuve ahí y quiero saber.—
—Innie puede contarte.—
—Yo llegué tarde ¿Recuerdas?—
—Ah, es verdad. Bueno, iba corriendo por el pasillo, después caí al suelo y fue Joonyin quien me ayudó a levantarme.—
—Jooyeon.— Corrigió Jeongin.
—Él, y luego llegó innie, hablamos un poco y aquí estamos.—
—Mm, ya veo... No es tan divertido cómo lo había imaginado.— Comentó Gunil con media sonrisa instaurada en su rostro pálido. Dando fugaces miradas a ambos amigos que miraban desde lejos la barra de la cafetería.
—¿Vamos a pedir algo?— Cambió de tema Jungsu.
—No hay tiempo, tenemos que volver en tres minutos.— Aclaró Jeongin mirando la pantalla de su celular.
Y los tres amigos suspiraron de diferente modo, con angustia, cansancio y decepción por no poder ser capaces de probar comida durante el receso. Ahora tocaría pasar el resto de las clases con el estómago vacío y la presencia de algunos profesores que tales pastores acarreando ovejas, iban juntando a los alumnos enviándolos a sus clases.
—Nos vemos al salir.— Saludó Jungsu quién se dirigía a un salón distinto al de sus amigos.
Jeongin y Gunil asintieron con la cabeza hasta que la cabellera color miel de su amigo desapareció del lugar. Y cómo si fuera el mayor alivio de todos, dejaron escapar algo de aire que sin saber, empezaron a guardar hasta casi explotar sus pulmones.
—Supongo que tengo que decírselo a su madre.— Y Jeongin tomó su celular empezando a deslizar su dedo por la pantalla pasando contacto tras contacto, buscando uno en especifico.
—¿Hace falta? No fue nada demasiado grave.—
Jeongin dudó por unos instantes ¿Hacía falta perturbar a la señora Kim por un pequeño inconveniente? Después de todo, solo era un pequeño lapso perdido, uno luego de muchos años. Tal vez Jungsu si iba "demasiado distraído"
—Supongo. Tal vez... Buscaré una forma más "Casual" de hacerlo.—
El mayor solo asintió y ambos se sonrieron con cierta culpa, pero convencidos de que en ese momento, tomaron una buena decisión antes de dirigirse juntos a clases.
Antes de regresar a clases, Gunil mandó un último mensaje. El destinatario en pantalla se distinguía por el icon de un dinosaurio ligeramente infantil cómo para un chico de 21 años.
"Nos vemos en la salida, todavía me debes el almuerzo 😘"
Apretó el símbolo de enviar y guardó el celular en el bolsillo.
Al otro lado de la línea se iluminó la ventana de notificación, dejando a la vista el mensaje acompañado del perfil circular de un chico presumiendo su cuerpo en el gimnasio.
Y frente a la pantalla una sonrisa apareció, algo picara y socarrona, volviendo a bloquear la pantalla para resguardar el mensaje de las miradas ajenas.
—Estudiante Lee guarde su celular y preste atención— Se escuchó una voz grave que provenía del frente del salón.
—Disculpe profesor, me llegó un mensaje de mi padre.— Se burló Jooyeon.
El mayor solo entrecerró sus ojos, no le había hecho demasiada gracia aquella mentira tan obvia, sin embargo la dejó pasar sin demasiadas consecuencias. Era tan solo el típico humor retorcido de los jóvenes. Nada de que preocuparse.
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Sweet Candy Liar (JungYeon fr Xdinary Heroes)
Fanfiction-¿Me olvidaste al amanecer?¿El tiempo borró cada rastro de mi?- -¿Eso siquiera es importante?¿Lo importante no es vivir en el aquí y ahora?- -¿Qué hay del pasado?¿Qué hay del futuro?- -¿Tienen relevancia?¿Acaso estás viviendo en un cuento de hadas...