Capítulo 6: "Más especial de lo que parece"

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 - Eres muy buena para ser una chica-dijo extendiendo su mano para ayudar a que me levantase del piso luego de haberme derribado.

- Gracias por el cumplido- dije levantándome con el impulso que él me dio, pero por alguna razón quede muy cerca del.- Tú también eres bueno peleando.

- claro si soy un súper dotado, por algo soy tú maestro y guardián-me dijo.

- Guau eso es sorprendente.....¿Y cómo me ves?-le dije.

- Te falta rapidez y agilidad-me dijo con una sonrisa.

- Para eso dime que me falta ser una loba-le dije.

- No quería ser cruel-me dijo mirándome a los ojos.

- Sí ya veo-le dije evitando su mirada y dándole la espalda.

- Oye casi le ganas a mi hermano-dijo Lissa con un tono de sorpresa.

- ¡Bromeas!-le dije algo exaltada-No viste como me derribo-dijo un poco más calmada.

- Sí, pero eres la primera que ha logrado estar en combate contra mi hermano tanto tiempo-me dijo Lissa. Aunque igual me sentía decepcionada de mi misma, ya que mi madre me había enseñado tanto y de todos modos no logre vencerlo.

- Es porque es una chica, de resto no había durado mucho- dijo el hijo de Andrés.

- Cállate Josh-dijo Lissa.

- Solo digo la verdad-le dijo Josh.

- Solo estas molesto porque ella te pateo el trasero y sin piedad-dijo Lissa con voz burlona, lo cual parece que no le gustó mucho.

- ¿Por qué las chicas de diez años son tan entrometidas?-dijo el con voz sombría. Pero note que al verla a los ojos su molestia se fue y su mirada se suavizo, eso no es natural en alguien que se supone que odia a otra.

- Porque lo chicos son idiotas-li dijo ella. Mientras que él lo único que hizo fue regalarle una sonrisa.

- Gracias hermanita-le dijo Edward tratando de mostrarse herido.

- Sin contarte a ti claro-le dijo ella abrazándolo.

- Hay hermanita-dijo él.

Me quede viendo ese hermoso cuadro lleno de amor, y a causa de eso brotaron sendas lágrimas de mis ojos sin yo darme cuenta, también había recordado aquellos momentos del pasado cuando mi querida madre todavía estaba aquí. Pero también recordé el día el cual llegue a conocer a mi padre y una inmensa tristeza me llenó por completo, ya que al reflexionar note que aunque las personas a mi alrededor sonreían también sufrían por culpa de esta guerra, y me propuse que no importara lo que estuviera qué hacer para lograr la paz entre los dos mundos en los que me veo envuelta.

-¿qué te pasa Artemis?-me pregunto Edward.

- Nada-dije secándome las lágrimas de los ojos e intentando demostrar una sonrisa para ocultar la realidad de mis sentimientos.

El me miro como tratando de decir "puedes contar conmigo".

-Artemis no solo soy tu maestro y protector, también soy tu amigo, y puedes hablar de cualquier cosa en cualquier momento conmigo-me dijo con una sonrisa.

-Tran... ¿qué es ese ruido?-dije, mientras salía corriendo hacia donde escuche el extraño ruido, el cual parecía el de una persona pidiendo ayuda y eso me puso inquieta así que fui en su ayuda.

-No, Artemis! ¡Espera!-me grito transformándose en lobo y corriendo detrás de mí. Su pelaje era de color castaño claro, y aun manteniendo sus hermosos ojos azules

<<No vallas por favor>>me dijo atra vez del pensamiento.

<<¿Por qué no puedo ir?>>

<<Veras algo que podría cambiar tu forma de pensar sobre mi padre>>

<< ¿Por qué?>>

<<Bueno el...>>

<<Traicionara a mi padre>>

<<No, el daría su vida por la de tu padre>>

<<Entonces no te preocupes y déjame ir a ver>>

<<está bien.........sabes tu padre tenía mucha razón>>

<< ¿Sobre qué?>>

<<Eres difícil de tratar>>

<<Solo mira quién habla>>

<<ja, ja, ja... está bien tu ganas. Por ciertos ¿cómo puedes correr tan rápido sin transformarte?>>

<<No lo sé>>

<< ¿Quieres que te lleve?>>

<<Me gustaría>>

<<Pues sube>>

<<Bien>>-dije saltando hacia su espalda. Pero lo que realmente sorprende es que en menos de unos minutos ya habíamos llegado al lugar esperado me baje rápido y me dirigí hacia donde había un grupo de lobos sosteniendo a un hombre.

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