The J.B. Mission (Bucky Barnes)

𝙇𝙖 𝙃𝙖𝙗𝙞𝙩𝙖𝙘𝙞ó𝙣 𝙍𝙤𝙟𝙖:

Dreykov: el único hombre que podría pasar por ser peor que Blake, Dreykov nunca dio una oportunidad por nada ni por nadie excepto por su organización, "La Habitación Roja" su preciada posesión, oculta a plena vista. Dreykov controló a miles de mujeres, desde los doce hasta los veintiocho años, para que se convirtieran en asesinas, se veían obligadas a mirar vídeos como "Blancanieves y los 7 enanitos", sin embargo, las películas estaban llenos de mensajes subliminales que incluían: miedo y dolor, lavando lentamente el cerebro de las chicas. Es una pena que te hayas cruzado con él.

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Pensaste que finalmente eras libre, pensaste que habías encontrado la paz con él, pensaste que tu vida en Rusia se había ido hace mucho tiempo, que ingenuo de tu parte, deberías haber sabido que volvería.

Mientras te acuestas en el suelo frío de la cocina con tres mafiosos sobrevolando tu cuerpo fatigado, te sientes entumecida por el dolor, pero sigues sufriendo, te sientes... ¿sin emociones?.

A pesar del sonido agudo en tus oídos y el dolor de cabeza por haberte desmayado hace un minuto, te sientes normal, ¿quién puede culparte?, esta siempre ha sido tu vida: correr con miedo, escondiéndote, pero la verdad es que ya no quieres esconderte, estás cansada de eso, veintiocho años y te has pasado la mitad de eso corriendo.

Quieres vivir, no correr.

Pero no puedes olvidar tu vida pasada, no puedes olvidar "La Habitación Roja", la tortura, hay una razón por la que escapaste, por la que tuviste que dejar atrás a todos los que alguna vez amaste para morir, fuiste y serás siempre nada más que una traidora, y Dreykov lo sabe, pero... ¿por qué te quiere de vuelta?, ¿es justo matarte para su propia satisfacción pecaminosa?, ¿o es algo más?.

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-inicio de flashback-

-"Aideen, sabes que hacer, hazme sentir orgulloso"—

-"Lo haré, sabes que lo haré"—

-"Buena chica, infórmame cuando termines el trabajo"—

Misión: Matar a la hija del alcalde.

¿Cómo?, al bombardear su escuela, por terrible que suene, no sientes remordimiento, solo un intenso sentido de propósito, sientes que tu vida finalmente tiene sentido y eso es todo lo que has querido desde que huiste de Blake, cuando Dreykov te acogió, te sentiste segura... algo que no sentiste en mucho tiempo y por eso, ni siquiera piensas en cuestionar su misión, no después de todo lo que ha hecho por ti.

El detonador es pequeño, probablemente lo suficientemente pequeño como para llevarlo en el bolsillo trasero, el botón rojo en la parte superior le llama la atención cada vez que lo mira.

-"Todavía no Aideen, todavía no..."—

Mientras estás parada en lo alto de la azotea de la escuela primaria, golpeas tu reloj de pulsera... Llamada entrante: Dasha

-"¿Oye dónde estás?"—

-"En mi puesto, ¿tienes el detonator?"— te contestó Dasha, tiene un marcado acento ruso, pero aun así la admiraste, la hizo única, le dio una razón para sobresalir de las otras chicas de la organización.

Bajas la vista hacia el detonante abrochado en la hebilla de tu cinturón -"sí, ¿y Yelena?, ¿está ella contigo?"—

-"No, recibió una llamada de Madame B. la quería en el cuartel, pero Oksana está en el banco frente a ti"—

-"Está bien, ¿estás lista?"—

-"Sí"—

-"Bien, mantente alerta, voy a volar este lugar en cinco segundos"—

5..., 4..., 3..., 2..., 1...

Boom, con un clic, vez como el edificio se derrumba antes de ceder a los montones de humo y fuego, el lugar parece la escena de un crimen, oh espera, es una escena de un crimen.

Hora de correr, tus pies te llevan por todos los techos y con cada salto, te alejas de lo que fue la escuela.

-"¿Ninguna señal de la policía?"—

-"Ninguno, informaré al Señor Dreykov, Aideen te veremos allí"—

-"Ok"—

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-"Bien hecho chicas"—

Dreykov se acerca un paso más y sonríe ante sus caras radiantes, las hace sentir bien saber que lo han enorgullecido, es lo menos que pueden hacer teniendo en cuenta todo lo que ha hecho por ustedes. Su expresión se desvanece e inmediatamente sabes que algo anda mal.

-"Aideen, Oksana, Dasha, tengo miedo de decirles algunas noticias graves"—

Silencio, te volteas hacia tus amigas, preocupadas por lo nuevo que puede ser, no dicen nada excepto asentir con la cabeza a Dreykov.

-"La organización se ha sobrepoblado, necesito reducir la cantidad de mujeres aquí, ¿entienden?"—

Todo lo que hacen es asentir, sientes un nudo en la garganta, no por lo que dice, sino porque sabes lo que va a suceder a continuación. Ahora todo tiene sentido el porque llamaron a Yelena a mitad de la misión.

-"Aideen, ¿quién debería ir primero?"— dijo en lo que se para frente a ti.

Tus ojos se lanzan hacia él, tu respiración se vuelve rápida, sientes como tu sangre va hacia tus pies.

-"No sé"—

-"Si sabes, elige"—

-"¿Por qué quieres matarlas?, ¿por qué ellas?"— sientes el pánico burbujeando en tu pecho mientras hablas.

-"Debido a que son tu debilidad, deberías haberlo sabido"—

-"¿Debilidad?, no tengo debilidades"—

-"Entonces demuéstralo"— dijo en lo que soltaba una pequeña risa.

Lo miras, luego a Dasha y terminas en Oksana.

Oksana, la divertida, la que podía sacar a la luz cada situación, la que tenía todos los trucos bajo la manga , y finalmente Dasha, acababa de unirse a la organización, pero era natural, conocía Rusia como la palma de su mano.

Pero tenías que elegir, ¿cuál elegirías?, ¿qué amiga moriría primero?

-"Oksana"—

Oksana no dice nada mientras da un paso hacia adelante, lágrimas calientes brotan de tus ojos y al instante te arrepientes de tu elección.

-"Bien hecho, ahora, toma esto y termina el trabajo tú"— te entrega una pequeña navaja plateada, con una hoja más afilada que cualquier cosa que hayas visto hasta ahora.

-"Dreykov..."—

-"Tranquila Aideen, termina tu misión"—

Tu respiración se vuelve inestable cuando tomas el cuchillo de sus manos frías, tu cuerpo entero tiembla, quien ha permanecido en silencio desde que dijiste su nombre... ella levanta su cabeza lentamente para mirarte a los ojos y una sola lágrima cae en su mejilla.

-"Lo siento mucho Oksana, lo siento mucho"—

Sus ojos se abren cuando clavas el cuchillo profundamente en su pecho, escuchas su profundo grito en tus oídos, ella jadea mientras cae al suelo, agarra el cuchillo, tratando desesperadamente de sacarlo sin éxito.

-"Lo siento mucho..."—

Y luego todo terminó, ella estaba ahí, inerte, sin vida, muerta.

Y desde entonces supiste que tenías que escapar, una vez más.

-fin del flashback-

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