EL ALMA DE LAS ESTRELLAS

||CAPÍTULO 3||

Capítulo 3
Salida cancelada

Emma Wilson

Viernes

Hoy es viernes, estoy el clase.

Estoy muy emocionada, ya quiero que sea mañana para salir con mis papás y mi hermano. Hace mucho que no salimos en familia.

Al final no le pregunté a Sam por qué la cena estuvo tan incomoda. Igual no creo que sea algo grave o de que preocuparse.

Por ahora mejor me concentro en la clase. Si me va mal en alguna materia mis papás van a regañarme.

. . .

—Candy, candy, pop, pop....

Ayer estaba escuchando música con mi hermano. La letra de esa canción se me quedó en la cabeza, es algo pegadiza.

Ya es hora de la salida, estoy esperando a Sam.

No recuerdo cómo me dijo que se llamaba el grupo ¿Twice? No recuerdo bien. Luego le preguntaré, tenía buenas canciones.

—Hola, pato ¿Que tal tu día?—Sin darme cuenta, Sam llegó.

—Hola, bien —Vi a un señor con un pequeño puesto de helados enfrente. Quería un helado. —Sam, podemos...

—¿De que sabor quieres tu helado? —Me dió la mano para caminar hacia el pequeño puesto.

—¿Cómo sabías que quería un helado? Nisiquiera termine de decirte.

—Lo estabas mirando, con eso pude darme cuenta de que querías uno.

A veces creo que él sabe leer mentes, con pequeños detalles se da cuenta cuando quiero o me pasa algo.

Me preguntó cómo lo ara, me gustaría hacer lo mismo con el.

—Entonces ¿Que sabor quieres?

—Chocolate

. . .

—Entonces el grupo se llama Twice.

Al volver a casa solo hice lo de siempre, cambiarme, hacer tarea, comer.

La misma rutina aburrida que se repite todos los días. Sam es el único que hace mis días diferentes y divertidos.

Luego de hacer lo de siempre, fui a la habitación de Sam, el estaba en el escritorio haciendo tarea, me prestó su celular escuchar música del grupo que me mostró el otro día, me recosté en la cama para estar más cómoda.

—Luego podría enseñarte más música cuando termine esto.

—Esta bien. Oye Sam, ¿A dónde crees que nos lleve papá?

—¿Por qué?

—¿No lo recuerdas? Tu mismo le dijiste a papá si podíamos salir el sábado.

—Ah, es verdad, lo del sábado...

—Si, bueno, ¿No estás emocionado? Yo si.

—Hmm, me alegra —Una sonrisa se formó en su rostro.

Unos gritos empezaron a escucharse, no muy claros pero eran de mamá, estaba hablando por teléfono, creo.

—Emma, toma, úsalos así escucharás mejor la música. —me dió unos audífonos blancos. Los mire por unos segundos—Pontelos, que esperas.

Hice lo que dijo, si, la música se escuchaba mejor así, pero no entiendo porque tanta urgencia en que me los ponga. El solo siguió con lo suyo.

Luego de un rato, su celular se quedó sin pila, así que se lo devolví, el ya había terminado su tarea.