𝑪𝑯𝑨𝑷𝑻𝑬𝑹 𝑻𝑯𝑹𝑬𝑬

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—¿Que hace aquí, joven Choi?—preguntó el mayor, acercandose lentamente al mencionado

San se quedó quieto en su lugar, con la mirada pegada en el suelo, no sabía que decir ni como reaccionar. Temía por él, por que Siyeon lo volviera a golpear, le tenía realmente miedo a la chica que siempre le acosaba cada que tenía oportunidad, y sabía que estaba verdaderamente jodido porqué el director lo descubrió

—Y-yo so-solo... —《vamos San, no te quedes como tonto》Pensó el chico un tanto desesperado por no saber que decir—Vine a bu-buscar algo que se me ha-había olvidado

Choi corrió por su mochila, dejando los trapos con los que estaba limpiando,  tirados en el suelo. Antes de que el chico atravesara la puerta de la sala deportiva, el mayor lo detuvo.

—No tan rápido, jovencito—San se detuvo bruscamente, y el director se volvió a acercar a él, tratando de conectar sus miradas, fallando en el intento—Siyeon te obligó, ¿no es así?

—¿Qu-qué? No es así director—el director suspiró, el menor sabía que al menos había intentado mentir, no le había salido como él creía, así que necesitaba prepararse para las consecuencias—Acompañame a dirección, por favor

Choi asintió, aún con la mirada clavada en el suelo y lo siguió hasta donde le había ordenado.
Él solo quería terminar rápido aquel tonto castigo para poder llegar a casa y comer con su hermano, y ahora estaba dirigiéndose a dirección, suponía que le había fallado a Jongho, una vez más.



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—¡Ya estoy en casa!—avisó, quitándose sus zapatos, cambiándolos por una pantuflas negras que se encontraban en la entrada de la puerta

—Oh, llegaste—salió el menor de la cocina, con un delantal de ositos, puesto—Tardaste en llegar, ¿todo bien?

—Ya te dije que si, ya basta de preocuparte por mi Jong—reprochó San, aventandose al sofá de la sala

—Siempre lo haré, aunque sea el menor, y lo sabes muy bien—el menor regresó a la cocina—Mejor ayudame a poner la mesa, la comida ya está lista

San se levantó un poco desganado, y se encaminó a donde estaba su hermano, para ayudarle. Ya estando todo listo en la mesa, los dos se pusieron a comer.

—¿Como van tus clases?—preguntó el Choi mayor

—Sabes que bien—respondió Jongho, llevándose una cucharada de arroz a la boca—¿Y tú? ¿Seguro no te han molestado?

San soltó su cuchara, haciendo que esta se golpeara fuerte contra el plato, suspiró un poco viendo a su hermano.
Le gustaba que Jongho se preocupara por él, pero a veces creía que era un poco exagerado.

—Basta con eso Jongho—volvió su mirada a la comida y siguió comiendo, mientras su hermano asentía—te lo he dicho mil veces, no quiero verte en problemas...

—¡Pero no me gusta que te golpeen de esa manera, San!

—Hey, tranquilo—trató de calmarlo, pues sabía que el menor cuando se ponía así, no había quién le parara su enojo—Ya casi me gradúo, ¿lo olvidas?

Jongho negó con la cabeza, dando a entender que no lo había olvidado, tan solo faltaban dos semanas para eso, los dos sonrieron

—Bueno, puedo soportar un poco más, no te preocupes por mi, mejor estudia para tus exámenes que también se aproximan

Los hermanos siguieron comiendo, pero de lo que San no se había dado cuenta, fue de la mirada preocupada que le había dado Jongho, pues ese "puedo soportar un poco más" significaba que San estaba mintiendo respecto a que ya no le molestaban.



★"𝙷𝙴𝚁𝙼𝙰𝙽𝙾𝚂 𝙰𝚁𝚁𝙾𝙶𝙰𝙽𝚃𝙴𝚂"★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora