𝑪𝑯𝑨𝑷𝑻𝑬𝑹 𝑭𝑰𝑽𝑬

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—está despertando

Se escuchó una voz un poco lejana, pero que reconoció al instante. Poco a poco parpadeó, visualizando un techo blanco y a un lado de su camilla, su hermano, mientras su amigo estaba parado justo enfrente de sus pies.

—Fue ella de nuevo, ¿no es así?—reclamó Jongho

—Po-por favor para... —trató de hablar, ya que sentía la garganta un poco seca—Lue-luego hablamos

—No San, dime ahora mismo en donde encontrarla, es la segunda vez que te manda al hospital—Mingi miraba atento la pequeña discusión, mientras le daba un poco de agua a su amigo

—No Jongho, ya pa-para con es-esto

El menor suspiró un tanto enojado, poniendo sus manos en la cintura, y sin mas salió de la habitación chocando con un chico en la puerta del cuarto, al cual no le prestó atención ni siquiera para disculparse.

—Yo iré a hablarle al doctor—Choi asintió y su amigo salió en busca del doctor

—El primer chico—habló una persona en la camilla de al lado, era una señora con unas cuantas arrugas en su blanca piel, y unas cuantas canas en su cabello—¿Es tu hermano?

—Abuela, no lo hagas—regañó el chico, era el mismo con el que Jongho había chocado unos minutos atrás

—S-si, es mi her-hermano menor

La señora solo asintió con una pequeña sonrisa.

—De acuerdo—habló un hombre con una bata blanca, el doctor, se dirigió a un lado de San—Choi San, podrás irte hoy a tu casa, pero tendrás que ponerte esta pomada en tus golpes de la cara, y parte de tu abdomen

El mayor le entregó la pomada, mientras terminaba de anotar algo en unas hojas.

—Gracias doctor—Choi sonrió y trató de sentarse en la camilla con ayuda de Song

—Mira hijo, ese chico es muy lindo, debería ser tu novio—de nuevo la anciana volvió a hablar, haciendo que los chicos y el doctor voltearan a verla

—Me estás avergonzando abuela—sonrió nervioso el chico mientras ignoraba las miradas de los contrarios

—Bien, yo me retiro—avisó el doctor—Por favor cuidate mucho esos golpes, San

El mencionado asintió y le agradeció con una pequeña reverencia. En cuanto el mayor salió de la habitación compartida, Mingi dirigió su mirada a la señora de antes

—Solo por curiosidad—habló Song—¿A que chico se refería?

San abrió los ojos sorprendido, si no le dolieran los golpes de su abdomen, ya le estaría lanzando la almohada, pero solo volteó la mirada, avergonzado

—A tu amigo

Mingi abrió los ojos y volteo a ver al mencionado, quién miraba nervioso a la señora, y sonrió cuando vió como el chico pelinegro le decía que ya no lo incomodara.

—Mi-Mingi, ayudame a ir al baño, por fa-favor—trató de levantarse, pero sentía mucho dolor en su abdomen, así que su amigo le ayudó a ponerse de pie.

Caminaron hasta la puerta del baño, ya con su ropa en mano, y se metió a este, poniendole seguro a la puerta.
En menos de 10 minutos Choi ya había salido el baño, y con ayuda de su amigo, caminó hasta una mesita, donde se encontraba su mochila y su celular.

—Dámela, yo la llevaré por ti—Song le quitó la mochila de las manos, y se la puso en su hombro derecho, ya que en el lado contrario, llevaba la suya

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⏰ Última actualización: Nov 10, 2022 ⏰

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