Un día estás feliz y al otro olvidas que tienes tres esposos lo cuales son un lio. Skylar era feliz con sus tres chicos, pero, por cosas del destino, la vida los hizo olvidarlos de un día para otro.
Todo era perfecto, por así decirlo, se amaban, s...
NOTA: Este extra ocurrió antes de los hechos del capítulo anterior solo para que entiendan el porqué de la razón de que Skylar no quisiera besar a Taylor pero, si no quedo tan implicito como quise, en el próximo capítulo se dará una mejor explicación.
Recuerden que NO están obligados a leer este extra.
Skylar:
Después de la pequeña salida, Mike y yo, volvimos a casa; ahora estaba sentada en la encimera, observando como Mike preparaba las hamburguesas, improvisadas, para cenar.
— No te ofendas, pero dudo de tus habilidades como cocinero — Me burlo.
— ¿Qué dices? Soy un excelente cocinero.
— Demuéstralo — Me encojo de hombros.
Saca lo necesario para hacer las hamburguesas y me coloco a su lado para ayudarlo.
Cocinamos en medio de anécdotas sobre nuestro matrimonio que Mike me va contando; nuestra boda, cuando me regalaron entre los tres a Cabu, etc.
Un rato más tarde estaba comiendo la hamburguesa más deliciosa que había probado en mi vida, estaba segura de eso.
Nos pusimos a ver unos cuantos capítulos de 'strangers things' y llega un momento en que dos de los protagonistas se besan apasionadamente; casi por reflejo, volteo a ver a Mike y me sorprendo al ver que este ya tenía su mirada posada en mi desde antes.
De un momento a otro, me encuentro sentada a horcajadas de él, besándolo con pasión y deseo.
Sin previo aviso, me levanta y enrosco las piernas en su cadera; en medio de besos nos dirigimos a la habitación y nos deshacemos de cualquier prenda que nuestros cuerpos poseyeran.
El calor que emana de su cuerpo sobre el mío es más que suficiente para que baje a su cuello y comience a chupetear, morder y lamer su piel, dejando pequeñas marcas en esta.
Nuestras bocas se vuelven a unir en un casto beso, Mike comienza a besar mi cuello y va bajando hasta llegar a mis senos y comienza a darles atención.
Jalo su cabello y lo vuelvo a besar fundiéndome en sus labios.
Esta sensación es tan agradable, familiar... especial.
La delicadeza con la que me besa, la veneración con la que me mira y la manera de cómo sabe decir lo correcto en el momento indicado, hacen que entienda porque me enamore de él.
Terminamos y me acurruco en su pecho e inhalo el olor de su loción, disfrutando de la calma y la satisfacción que me brindan sus caricias.
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