Me gusta escuchar cuando gritan

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Había pasado mucho tiempo desde que el había decidido seguir la senda de lo corrompido, dejarse guiar por los deseos más enfermizos y poco aceptaos para su gente, repulsivos incluso para su sociedad, pero eso a el no le importaba, sabía que había hecho buena elección. Morduck era un yautja que mostraba grandes habilidades y muy prometedor, su exótica piel rojiza quemada salpicada de negro y esos inquietantes ojos rojo sangre lo hacía ver atractivo para las hembras, sin embargo incluso el Elder sabia que algo andaba mal con el cachorro desde su nacimiento, siempre fue un cachorro callado y apartado de los demás, nunca interactuó ni una sola ves con otro cachorros, su portador misma y su sire decían que pocas veces incluso hablaba por más que intentaban hacer lo contrario, incluso cuando era castigado severamente parecía que disfrutaba del dolor que su sire le infligía

- Sabes bien que algo no esta bien con tu cachorro Bui-ka

- Lo se....pero tengo esperanza de que cambiara

- Guarda esas esperanzas para un cachorro que se lo merezca, este mostrara su verdadero yo tarde que temprano y tendrás que afrontarlo

- Y hasta que ese día llegue sire, me esforzare para que tu nieto se gane el honor a tus ojos

El cachorro oculto y sigiloso miraba a los dos adultos discutir sobre el, y es que era cierto, el disfrutaba de cosas que otros cachorros no, una vez lo habían castigado por romperle la mandíbula a una pequeña hembra solo por tomar sus cosas en otra le había dislocado el hombro a otro solo por dirigirle la palabra. Morduch ya era todo un adulto, un elite respetado que si bien siempre se destaco por sus habilidades jamás ningún hembra quiso darle el favor, ellas decían que la maldad pura había reencarnado en ese yautja y traer su semilla sería una desgracia y una maldición, el por su puesto lleno de colera no mostrada aguanto tal humillación, se había esforzado mucho para poder llegar a ese estatus para poder ser aceptado como el era, pero ni siquiera era reconocido por sus increíbles habilidades, cuando busco consuelo de parte de su carne y sangre este solo le dio la espalda sin reconocerlo, fue entonces cuando la línea delgada de su cordura se quebró. Morduck hizo su primer acto deshonroso cuando mato a una hembra yautja por negarle el derecho a apareamiento, en un inicio sintió pavor de lo que había hecho sin embargo al ver el verde twuei fue algo vigorizante en sus manos, casi lo había hecho llegar al orgasmo, una retorcida sonrisa apareció en su cara, una boca llena de dientes tan afilados como punzones, ni siquiera el yautja promedia poseía tal desfiguración lo cual lo hacía ver más aterrador. El hecho de saber  que tenía el poder de hacer lo que quería lo lleno de júbilo.

Abandonando el clan, Morduck se dirigió a un planeta alojado con piode amedha, había escuchado que la raza se había mostrado fuerte e incluso se les reconocía como una raza peligrosa, el nunca había visto un homman pero quería saber que tan cierto era y así fue como su camino de sangre y oscuridad comenzó

Morduck recordaba todo esto desde hace varias temporadas, y se divertida mucho de las acciones de los árbitros en contra de el, todos habían fracasado, todos habían muerto de la forma mas retorcida y deshonrosa que el podía brindarles y no conforme de eso, era tan inteligente que sabía como mandar las trasmisiones de las naves caídas con las grabaciones de como mataba a los árbitros y a los desdichados ommanes, todo esto lo miraba el Gran elder con repulsión, era una atrocidad y este se había propuesto acabar con la vida del mala sangre de una forma u otra cosa que lo emocionaba mucho, Morduck se encontraba riéndose de los recuerdos mientras jugaba con las extremidades de un omman que había atrapado por ahí, era divertido torturarlos, arrancándoles sus extremidades mientras los escuchaba suplicar. Morduck habia aprendido el idioma omman muy facilmente y le encontraba gracia hablar su idioma mientras los torturaba, era mucho mejor cuando sabía que podía entenderlos y estos aterrados suplicaban por sus vidas. 

Soy mala sangre....y me encantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora