Soy mala sangre....y me encanta

Por fin eres mía

Mel y Zara se miraron entre sí para después mirar por la ventana.

Por otra parte, Morduck estaba jugando con sus nuevos ommanes, se preguntaba si el collar le había gustado a la hembra, se le veía lindo en su delicado cuello sin embargo considero un regalo muy poco llamativo, quizá no le iba gustar, considero visitarla mas tarde, por el momento estaba muy entretenido con sus nuevos juguetes. Ya le había aplastado las tripas a uno y el otro que seguía gimoteando ya no tenía ojos, Morduck se los había arrancado, se divertía viéndolo, tratando de escapar sin ver.

- Mi pequeña omman ya sabe de mi presencia, eso me dificultara las cosas en cierta parte, estoy seguro de que planeaba estar alerta ya que seguramente se lo conto a la otra hembra.

Morduck se aburrió de su omman sin ojos y sin miramientos le arranco la cabeza con una mano, no le gustaba utilizar sus dakté (muñequeras) para hacer tal cosa.

Se sentía ansioso, más vivo que nunca. La pequeña hembra era lo que necesitaba en su aburrida vida.

Mel y Zara estaban tan asustadas pues habían visto en la tv al hombre desollado que había atacado a Mel.

- E...él fue Zara ....él lo mato

- ¿Pero...que hace aquí, porque lo hace?

- No lo sé...lo que sé es que estamos en peligro ya que me tiene al parecer en la mira.

Zara le había dado a Mel un calmante ya que no podía dormir, estaban pensando que hacer, mudarse del departamento, seguramente si esa cosa no era humana seguramente las iba a encontrar sin problemas. Estaban agotadas y el sueño las venció, Mel dormía en la habitación de Zara. Sin embargo, Morduck ya había llegado a entrada la noche, entro sigiloso por la ventana escaneando el lugar, no había movimiento y las dos firmas de calor se veían juntas en la otra habitación, su pequeña mascota dormía con la otra hembra por lo que me facilitaría la tarea de dejarle el otro regalo.

Cuando caminó piso algo, bajo la cabeza y lentamente se agacho tomándolo entre sus manos, era el collar que le había dado. Morduck ahogo una risilla mientras lo apretaba entre sus garras

- Jajajaja así que la pequeña hembra es exigente con los regalos he?

Morduck jamás se había tomado en serio el hecho de cortejar a una hembra pe5ro dada la situación, le parecía muy entretenido que la omman se tomara el descaro de hacerse la difícil con el rechazando su regalo. Realmente era todo lo contrario un error enorme cultural por ambas razas. Morduck está ves traía el cráneo en sus manos un cráneo de alce perfectamente pulido hasta el brillo, y la piel curtida y acomodada. Por un momento se pregunto porque lo estaba haciendo si era una simple omman, sin embargo, algo extraño sintió dentro dele, se dio cuenta que desde que la hembra había aparecido en su vida, esta ya no era cotidiana y se puede decir que incluso vacía.

Dejo de pensar sacudiendo su cabeza mientras sus rastas golpeaban sus enormes y anchos hombros. Coloco los regalos en el nido de la hembra y antes de irse tomo una prenda del bote en donde era mas penetrante su aroma, tocó la textura de la tela y la guardo a lado de su combistik.

A la mañana siguiente Mel se levantó temprano dirigiéndose a su habitación para ir por su ropa y meterse a bañar, de pronto un fuerte grito aterrado se escucho por todo el departamento, Zara se puso de pie corriendo hacia la fuente del grito

- ¡¡¡¡¿SANTA MADRE MEL QUE ESTA PASANDO?!!!!

- ESTUVO AQUÍ, ZARA ENTRO, ¡¡¡EL ESTUVO AQUÍ ZARA!!!

- Hay mierda....

En la cama de Mel había una cabeza de alce pulida a la perfección y la piel del mismo curtido y extendida en su cama como una colcha, dando el claro mensaje de que quería que la usara