Ella es mi presa....ella es la que quiero.

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Morduck se quedó en silencio, observo ala hembra y el aire se tornó denso por u miedo, también le gustaba, pero le gustaba más su excitación

- Quien anda hay?.....

Mel empezó a temblrar, había escuchado claramente un ronroneo fuerte como de un caimán en la esquina de la habitación, ella trato de enfocar su visión, pero no lograba ver nada y el maldito interruptor estaba del otro lado de la habitación y para colmo los focos de parte de la de estar no servían así que casi no alumbraban mucho , pero sabía que había algo hay y eso la aterro más. Morduck sabia que si ella se acercaba más él tendría que noquearla, quizá aprovecharía para divertirse con ella un rato, pero justo cuando la hembra estuvo a poca distancia de tocarlo, la otra hembra entro con las cosas en una bolsa

- Mel ya vine te traje tu......que sucede?

- E....escuche algo en la habitación

- Que....que escuchaste?

- Como un ronroneo no se, parecía un cocodrilo

- Debió haber sido afuera

- No, no lo creo lo escuche adentro

- ¿Venga no te preocupes, vamos a mi habitación si estas nerviosa puedes dormir conmigo vale?

- Si...esta bien

Cuando ambas chicas apagaron las pocas luces que tenían y se fueron a su recamara, Morduck dejó caer su manto embozando una sonrisa demonice en la cara, sus penetrantes ojos rojos sangre brillaban de forma anormal

- Vaya vaya je, que encontramos aquí, un nuevo juguete veamos que puedes hacer tú pequeña hembra, cuanto tardare en aburrirme de ti. Por tu bien espero que no sea pronto

Mel estaba absorta en sus pensamientos con ese sonido raro pero no quiso indagar mas, creía en lo paranormal pero nunca había pasado nada raro en su departamento así que decidió dejarlo por la paz. 

Ambas hembras se quedaron profundamente dormidas en la recamara de Zara, Morduck siguió el aroma hasta la habitación de la hembra , al entrar vio su nidio y muchas cosas de aspecto suave, las toma entre sus garras y las inspecciono, todo olía a ella, miro hacia un bote y hay saco una de las diminutas prendas que ella traía puesta cuando se agacho, olio y se mareo, tenía el rico aroma de su hembra, porque ya la consideraba como suya. Un aroma delicioso, que no pudo evitar quitarse la máscara para poder deleitarse más  sacando la lengua de reptil, paso con suavidad su bífida lengua recolectando el aroma justo donde se colocaba su coño, había una mancha húmeda y esto lo puso al 100, jamás había hecho algo así pero sus instintos más primarios y bajos emergieron de el. 

Se quito el taparrabo tan rápido como si nunca hubiese estado hay, y ya teniendo la gorda , gruesa y babeante polla mojada, la sostuvo con fuerza desde la base envolviendo la prenda de la hembra, se empezó a masturbar rápidamente sintiendo la fricción de la suave tela, jadeos entrecortados se escaparon de su ser mientras tomaba otra de las prendas del bote oliéndola constantemente, el aroma lo drogaba mas que otra cosa que hubiera olido antes, jadeando y lleno de éxtasis, tubo un orgasmo tan poderoso y rico que vatio toda la prenda de la hembra marcándola como suya y no conforme con ello comenzó se paso la pequeña tela para limpiar su desorden sobre su pecho y grandes muslos.

 Todo en el lugar olía a el, con esto los demás machos sabrían que ella era suya, el solo pensamiento se le hizo cómico, nunca pensó en tener compañera mucho menos un omman la sola idea era ridícula, pero porque no como mascota, tener una mascota omman podría ser muy entretenido más que solo desmembrarlos, podría incluso ayudarlo a traer más ommanes para sus experimentos. Morduck estaba encantado con la idea que tenia en la cabeza.

Soy mala sangre....y me encantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora