las llamas del dragón

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Ya había pasado un mes desde su pérdida. La habían buscado día y noche en los bosques. No había rastro de ella, era como si se la hubiera tragado la tierra. Una paloma blanca llega con dos mensajes atados a ambas patas. Eran de Baldimir, su tío y de Caín, su hermano. - creo que les ha llegado tu carta- dijo una voz, Thorir voltea y era nada más y nada menos que Handor postrado en la puerta fumando su pipa. Thorir desató el mensaje de la pata derecha primero, era el de su tío Baldimir:

Thorir:
Los vientos nos han traído malos augurios. Nessor el rey loco ha dejado Earthralm destrozada, sangre de gente inocente se derrama por los caminos. Mi gente quiere acabar su reinado, pero al aliarse con Dun, su ejército es más grande. Entonces en tiempos tan difíciles hay que valerse por su cuenta.
BALDIMIR.
Thorir golpea la mesa con su puño, la paloma salió volando asustada. Handor lo miro con gesto serio. - Thorir, hay que ser pacientes- dijo Handor. -¡ COMO QUIERES QUE TENGA PACIENCIA, CUANDO ESTE LOCO VA POR LOS REINOS ASESINANDO Y DESTRUYENDO TODO A SU PASO!- grita el enano furioso, Handor lo mira fijamente como si leyera sus pensamientos.
- te queda la carta de tu hermano- dijo señalando la paloma la cual tenia otro mensaje.
La paloma se posó en la mesa asustada , Thorir dsato el mensaje y lo leyó.
Thorir:
Mis ojos han visto la desgracia, no hay palabras para describirla. Todo lo que hemos conocido ha sido destruido por Nessor y todo lo que añorábamos esta quemándose por las llamas del dragón.
Hombres han muerto, lugares saqueados y destruidos. Thorir ¿ donde estas?.
Atentamente
CAIN
Thorir baja la mirada, - ya han de saber sus planes- dijo el mago. - tiene a todo los dragones en su control- dijo Thorir.
- solo con un propósito - dijo el mago.
- ¿ cual? - pregunta el enano. - la dragón - dijo. - Laurel- responde.
- Thorir, tienes que encontrarla- dijo Handor. - hemos buscado por días, y no ha habido resultados ,tal vez esté muerta- dijo el enano.
- hay que ser pacientes- dijo Handor - esta más cerca de lo que tu crees.
Mientras tanto, Bryon estaba en la copa de un árbol, mirando el cielo y las hojas caer. Eso le hacían pensar en Laurel. Toma aire y empieza a silbar la tonada. Esta se camufla con el viento y se va por todo el bosque.
Laurel estaba en su recámara, mirando sus armas. El cuchillo que se había encontrado y la espada que le había dado Bryon. Alguien llama a la puerta, ella abre y era Lothoren.
- mi señora, Ärenthel la necesita - dijo.
¿ donde ha de estar?- preguntó. - en el salón del trono, mi señora- dijo. La joven salió apurada. - Ahh, se me olvidaba. Muchas gracias señor- dijo haciéndole una reverencia. La joven baja las escaleras y ve a unos soldados al lado de estas, ella solo lo saluda. Entonces se encuentra a Ärenthel.
- buenas tardes, mi señor- dijo.
- no has de llamarme así, tu sabes que no me gusta- dijo este. - perdón - responde dándole una palmada. - estáis perdonada- dijo.
- y, ¿ porqué has de llamarme?- pregunta la chica. - para darte esto- dijo mostrándole un arco. Estaba hecho de madera de sauce, antiguo, como los que usaban los guerreros elfos hace años. - es hermoso- dijo. - es un regalo para ti- dijo Ärenthel. - gracias- dijo la joven abrazandolo. Este la abraza y la aprieta contra su pecho. Cada día la veía más hermosa y la estaba viendo convertirse en una mujer, en una guerrera.
- no hay de qué dijo el elfo mientras la separa de su abrazo y la mira fijamente.
- eres hermosa- dijo este. Laurel se sonrojó un poco, bajo un minuto la mirada, para morderse el labio y luego volver para volver a mirarlo. - gracias- dijo la joven.
- No era como esperaba encontrarte - dijo una voz seria , ambos chicos se separan al ver a Therrantiel. Él estaba parado en frente de ellos, mirándolos fijamente con sus ojos fríos e inexpresivos. - su majestad- dijo la joven haciendo una reverencia.
- ¿ interrumpí algo importante?- pregunta el elfo mientras encarnaba sus cejas. la joven bajo la mirada - no señor-.
- bueno, Laurel te necesito urgente en la recámara. tenemos que hablar de unos asuntos pendientes- dijo Therrantiel a su la chica . el joven asintió con su cabeza. - Arenthel, puedes retirarte - ordenó la joven a su amigo, sólo giró sobre sus talones y se retiró del lugar.
Laurel y Therrantiel empezaron a caminar por los pasillos del castillo y entraron a la recámara del rey, el rey había cerrado con candado para que nadie pudiera entrar.
- Laurel, ¿ sabes guardar secretos no?- pregunta el elfo mientras tenía clavados sus ojos azules en ella. la joven asintió tímidamente con su cabeza.
- alza la mirada cuando te hable- dijo este mientras cogía su mentón y levantaba su cara. Sus rostros estaban muy cerca.
– mucho mejor– dijo Therrantiel. Este le suelta el rostro a Laurel. – Laurel, estas reunida aquí porque te voy a contar una de mis recierdos más profundos – dijo Therrantiel.
– ¿ y por qué me eligió a mí para contarme? – pregunta la joven dudosa. – porque creo que eres digna de confiar– dijo el rey.– además creo que tu entiendes.
La joven se quedó paralizada, viendo la expresión fría del rey.
– La madre de Ärenthel, murió asesinada  cuando él apenas era un bebé. Era una tarde en el reino de Ravendell.
Estábamos dando un paseo Ärenthel y yo  por el pueblo cuando escuchamos una sombra a lo lejos era grande, inmensa. No sabíamos que era  hasta que se acercó más hacia nosotros. Era un dragon, grande como una montaña, de escamas rojas cómo rubíes y ojos azules, los elfos corrían a ocultarse, algunos de nuestros guerreros le dispararon flechas para matarlo, pero el era fuerte. Mi esposa seguía en el castillo en la torre más alta, cúa do fui a verla el dragón había escupido fuego. La torre estaba en llamas, deje a Ärenthel con una de las sirvientas y guía buscar a Vhaldien.
La vi atrapada sobre los escombros, en llamas, grite su nombre, pero ya era demasiado tarde. El dragón la cogió con sus garras y la asesinó comiendosela viva– dijo el rey.
– lamento su pérdida – dijo Laurel
– fui un cobarde, no tuve el suficiente valor para salvarla y ahora esta muerta.– dijo mientras una lágrima
Resbalaba sobre su mejilla. – ahora la sombra del dragón me persigue en mis sueños, yo podía reconocer a esa vestía roja– dijo.
La joven le recordó a Darkmire, se imagina al dragón escarlata, volando por los cielos azules sobre los bosques de Dragonfall.
– Darkmire– susurra la joven
–¿ que dijiste?– pregunta el rey.
– nada mi lord– le responde la joven
El Elfo abre la puerta.
– ya puedes irte– dijo el elfo.
La joven se dirigía a la salida, pero el elfo la coge del brazo.
– quiero verte después de la cena– dijo Therrantiel, con voz firme.
La chica solo asiente tímidamente y sale del lugar, recordando a Darkmire en sus pensamientos. Y preguntándose.
Ser Benjen, Thorir, Bryon. ¿Donde estan?

la hija de los dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora