Secretos y Verdades

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Después del abrazo ambos jóvenes se separan por un minuto.
- te extrañe tanto- susurra el joven y dibuja una sonrisa en su rostro.
Este coge la frágil mano de Laurel con la suya y le besa los nudillos, el roze de sus labios con su piel  hizo que ella se sonrojara, su corazón empezó a palpitar muy rápido y sentía mariposas en su estómago. Bryon quería besarla, sentir sus húmedos labios posados en los suyos. Entonces él empieza a acercar su rostro, estaban a centímetros de besarse pero en ese momento escuchan a alguien chiflar, ambos jóvenes se voltean y ven a Erik con los brazos cruzados.
- Bryon... dejanos hablar con ella, tendran toda la tarde para "contarse" cosas- dijo el rubio mientras le guiña el ojo. El pelioscuro le lanza una mirada asesina a su hermano, pero este lo ignora, y camina hacia Laurel. Cuando estan muy cerca, le da una palmada en la espalda.
- Laurel, ¿nos acompañas a nuestras habitaciones? - pregunta Erik.
La chica iba a responderle, pero este momento Erik la cogía el brazo y la llevó hacia donde estaban los otros enanos. Después de eso, subieron las escaleras y se dirigieron a los aposentos.
Bryon se quedó inmóvil al ver que sus compañeros se iban sin él.
Entonces aparece Ärenthel entre las sombras, caminabacon paso sigiloso, como un lobo acechando a su presa.
- Entonces...tú y Laurel... Se conocen, ¿no?- pregunta el elfo, tranquilo como siempre.
- si señor ¿algún problema?- pregunta el enano un poco confundido.
Entonces Ärenthel se acerca hacia Bryon y empieza a mirarlo de pies a cabeza.
- jamás creí que una bella y delicada joven como Laurel conociera a un perro pulgoso y mugriento como tú - dijo el elfo con tono grosero.
- bueno, jamás creí que Laurel se juntara con un principio engreído y mimado como tú- dijo el enano un poco ofendido.
Ärenthel frunció el ceño, se estaba enfureciendo, pero trató de contener su ira.
- los vi ahí abrazados- dijo el elfo un poco molesto.
- sólo fue un abrazo de amigos, nada más- dijo el enano tratando de tranquilizarlo.

- ella creía que era un abrazo de amigos, pero tu tenías otras intenciones que no son típicas en un
"amigo" - dijo Ärenthel cada vez más furioso.
- tal vez tu gran ego te nubló la vista, y por eso veas cosas que no son - dijo Bryon con tono burlón.
creía que Ärenthel se lo tomaría a la ligera, pero en vez hizo que se pusiera más y más furioso.
- Mira infeliz, Laurel es mía- dijo el elfo furioso.
- Laurel es una persona, no un objeto - dijo Bryon molesto.
- Ella es perfecta, estoy locamente enamorado de ella. La primera vez que la vi pérdida en el bosque, sentí un cosquilleo. Desde ese dia mi amor por ella empezo a crecer, ¿ sabes? Le confesaré mi amor en el festival de las diez noches- dijo muy confiado, luego una sonrisa arrogante se forma en su rostro.
Bryon sólo siguió mirándolo furioso, apretaba los puños fuertemente y tenzaba su mandíbula hasta que se le notaba la vena.
- tal vez ella sienta algo por mi, nos enamoráremos, nos casaremos y ella se volverá mi reina y reinará a mi lado hasta el fin de los tiempos- dijo ilusionado, ahí Bryon no pudo soportarlo más. Entonces en ese momento sacó su espada y le apunta el cuello.
- alejate de ella- dijo Bryon muerto de la ira.
- Impresionante. Los hombres como tu sólo usan la violencia como solución a todos sus asuntos- dijo sarcásticamente.
- No sabes de lo que soy capaz- dijo Bryon.
El elfo sólo lanza una carcajada y se queda mirándolo.
- quisiera ver de que éstas hecho, talvez haya alho más entre toda esa mugre y pulgas- dijo el elfo mostrando media sonrisa.
- Quisiera golpearte el rostro- dijo Bryon.
- hazmelo añicos si quieres- dijo Ärenthel con un gesto retador.

El enano estaba muy furioso, le iba dar un puño pero cuando su mano estaba a centímetros del rostro del elfo, se detenía en ese momento.
El enano negó con la cabeza, un poco extrañado y lo volvió a hacer pero para su suerte pasaba lo mismo.
Quería darle un golpe, pero su conciencia lo hacia reaccionar por que sabía que si le daba un golpe a un chico, él y los otros tendrían que sufrir las consecuencias.
El elfo sólo alza una ceja, pero luego volvió a su gesto arrogante.
- tenías la oportunidad peor no la aprovechaste. Que cobarde-

la hija de los dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora