Prólogo

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Narrador Anonimo

    Aquella pareja de enamorados, corrian agarrados de las manos empapados en la lluvia. Llegan al hotel, el  cual estaba libre. Sus padres no estaban, pues se encontraban en otro país y por lo tanto significaba que la habitación era solo para ellos. Claro, exepto por los guardias que vigilaban cada rincón de el hotel. Él la toma de la mano y entran a la habitación del chico. La joven, con una gran sonrisa observa al joven que esta todo empapado por la lluvia.

-No te rias, tu estas igual que yo-dijo él con una sonrisa traviesa. Un estornudo se escuchó y el joven mira a la chica.

-Te resfriaste, buscaré ropa seca-dijo el chico, comienza a buscar en su maleta y encuentra unos boxers y una camisa de el, la pelirroja lo toma entre sus manos con una sonrisa. 

-¿Puedes darte la vuelta en lo que me cambio?-dijo la chica y rapidamente el se vira, pero para su mala suerte el espejo estaba justo frente a el y observó como ella se comenzó a desnudar. Su corazón latía con muchisima fuerza, y otra parte quería reventar en su pantalón.

-Si supieras que te estoy viendo atraves del espejo-dijo el chico con gracia y la chica inconcientemente se voltea y rapidamente intenta cubrir su pecho. Eso hizo que él se diera la vuelta y se acercara a ella.

-No tienes porque ocultar tu cuerpo, eres preciosa-dijo él retirando sus brazos de su pecho. Ambos se miran y el admira a la mujer que tenía en frente. Era la mujer que el amaba, y que nunca imaginó que llegara a su vida. Pues ella es tan perfecta en todos los sentidos.

-No sabes lo mucho que me gustas-dijo la chica observando los labios del chico.

-Jamás imaginé que en tan poco tiempo, me sintiera como me siento hoy-dijo la chica y ahora mira a el chico.

-¿Que me has hecho? ¿una especie de echizo?-preguntó el chico y ella suelta una carcajada. El chico no lo pudo evitar y hunio sus labios con los de ella. El beso fue aumentando, hasta que él con delicadeza deja a la chica sobre la cama y el encima de ella. El sonrie y esconde su cabeza en el cuello de la chica.

-Quisiera hacerte el amor, pero no quiero que pienses que soy un...-ella no lo dejó terminar.

-Quiero que me hagas el amor-susurró y el la mira.

-En serio valoro lo que estas haciendo, pero, ¿estas segura que quieres que yo sea quien te toque y te haga el amor por primera vez?-preguntó el observando a la chica. 

-Jamás e estado tan segura en mi vida, quiero hacer el amor. No quiero desperdiciar ni un solo minuto a tu lado-dijo ella con una hermosa sonrisa. El chico deja un corto beso sobre sus labios rosados. El se separa de ella y comienza a desnudarse. Ella estaba nerviosa y el lo notó.

-Esto dolerá un poco, lo haré suave para que no duela tanto. Si crees que no puedes soportar, me dices que pare y lo haré-dijo el y ella asiente. El comienza a rebuscar en sus pantalones protección hasta que encuentra un preservativo y se lo coloca. El envuelve sus manos alredor de las de ella. El besa los labios de ella y se pocisiona para entrar. El separa su rostro de el de ella y entra con mucho cuidado sin quitar ni un segundo su mirada de la chica. Un gemido de dolor, y gestos hicieron que el se detuviera.

-No pares-dijo ella cerrando sus ojos con fuerza. El vuelve y hace lo mismo varias veces hasta que el dolor fue desapareciendo poco a poco y se convirtió en placer. Los movimientos de su cadera fueron aumentando.

-Por... por favor, sigue así-gimió ella con sus ojos cerrados. El observaba a su chica, a ella le gustaba lo que el le estaba haciendo. El comienza a besarla, ella envuelve sus piernas alrededor de la cintura del chico, haciendo que la penetración fuera muchisimo mas profunda. 

-Yo.. que...que es esto-dijo ella, empezo a temblar y eso hizo que el aumentara el ritmo. Ella llego al orgasmo y seguido fue el quien lo hizo saber con un fuerte gruñido. El cae en el pecho de la chica. Ambos tenian la respiración agitada. El sale de ella y ella observa al preservativo el cual tenía un poco de sangre. El la mira con una sonrisa.

-Tranquila, eso es normal-dijo él tirando el preservativo a la cesta de basura. El regresa a dónde la chica y esta recuesta su cabeza en el pecho del chico.

-¿Cómo te sientes?-preguntó él y ella lo mira.

-Adolorida y agotada, tengo mucho sueño-dijo ella en un gran abostezo.

-Duerme tranquila-susurró el acariciando el cabello de ella. Haciendo que se vaya en un profundo sueño y luego él.

 Haciendo que se vaya en un profundo sueño y luego él

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