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TOUCHDOWN
"Permaneces cerca mío pero pretendes mirar otra cosa"

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— No debes responder ahora pero quería que lo supieras.— Dijo yéndose,
dejándome ahí parada.

Responder significa mentir y no podía con ese tipo de cosas.

Al menos algo que había aprendido de las corrientes de este siglo era que uno como persona debía que tener responsabilidad afectiva o de manera más sencilla, tener una responsabilidad con los sentimientos de los demás, ser más empatico y astuto.

Lo único que pude hacer es irme a mi habitación con aquella nueva información en mi cabeza sin procesar.

Además de saber que vivo con un psicópata, vivo con alguien que gusta de mi.

No es bueno que cuente el otro punto así nada más, es un casi un punto positivo en una gran piscina que no me indica que todo es malo y debería actuar, pero no quiero.

Decidí no divagar más en todo esto y esperé que oscureciera, para ese entonces me había dignado a abrir las cortinas para admirar la brillante luna llena en un cielo lleno de estrellas, probablemente estamos en el bosque, porque no hay otra razón para que esto se vea tan claro. Alguna vez escuché a los profesores decir que el único lugar donde tendríamos una imagen clara y limpia de el cielo como hace tres siglos atrás era el norte de Chile y para ese entonces coincidía con ellos... pero el cielo en este instante era precioso.

Quizá lo admiraría mejor afuera pero debía conformarme en verlo de esta manera, quizá no solo estoy a salvo de él, quizá de que más.

— La luna esta muy bella, ¿no crees?

Escuché la misma melodía que la primera vez que pisé la casa de mi tía, Pop Goes the Weasel.

— Siempre lo ha sido o al menos eso pienso.— Respondí ganándome una risa vaga de Jason quien se sentó a mí lado admirando el cielo. — ¿Qué cuentas mi buen amigo?

Suena más fuerte que antes, más tétrica.

— De momento nada, no tengo nada que decir.— Su cabeza terminó en mi hombro y pensé que todo seguiría normal hasta que se separo abruptamente.— Debo irme.

— Espera, antes de que te vayas... ¿no escuchas la música?— Sus ojos se abrieron bastante y quedamos en silencio.

No pasó más para que se fuera aunque no sin hacer algo que me dejó helada.

Su rostro se acercó al mío teniendo una distancia casi nula entre nosotros, sentí su cálida mano en mi mejilla y la proximidad de sus labios, fue algo rápido pero transmitía muchas cosas.

El se alejó y se fue por donde entró, para ese entonces Pop Goes The Weasel dejó de sonar paulatinamente, el sonido se iba y cada vez era más bajo, nulo.

El clima se sentía extrañamente más frío de lo normal pero no lo suficiente para helar mis emociones.

Fue un día de imprevistos.

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A la mañana siguiente notó que estaba en un lugar distinto, habían paredes de otro color y era todo mucho más amplio.

— Espero que hayas dormido bien porque yo no lo hice.— Admitió mientras revolvía su taza de té el más alto.— Regla nueva y de suma importancia, prohibido hablar con Jason.

Para la chica fue algo raro, un imprevisto.

Para él solo una pieza más que movió en su tablero de ajedrez.

Él claramente sabía todo lo que había sucedido y estaba más que decidido a tomar cartas en el asunto, así deba difamar su nombre y manchar su imagen con quienes deba, un traidor no recibía perdón, son los seres más cobardes de la tierra, son serpientes venenosas para la sociedad o eso él decía saber luego de haber leído libros para parecer más intelectual.

— ¿Sucedió algo?

— Ah, ah, no rompas otra regla, confía en mi.— Espetó antes de acercarle la taza de té.— Quiero que pienses algo, ¿Te he hecho yo algo malo?

— ¿A qué va el asunto?— Respondió con otra pregunta al más alto tomando la taza para calentar sus manos.

— Responder con otra pregunta es de mala educación pero lo dejaré pasar, a lo que iba, sé de las artimañas con las que probablemente Jason te ha estado intentando convencer que soy alguien malo-

— No me permitiste conservar mi amistad con Thomas.— Replicó interrumpiendo su discurso y posteriormente bebió un sorbo del té.

— Tengo motivos, Pastelito de Vainilla, duh.— Rodó sus ojos como si fuera algo evidente pero no lo era.— Pero fuera de eso, piensa, ¿te he hecho realmente daño?¿Alguien con malas intenciones te salvaría y llevaría a su hogar? Además siéntete afortunada de que no te considero una víctima, eres más como una amiga.

— Pero no me ves de-

— ¡Deja de interrumpir, mocosa! En lo que iba, no quiero hacerte daño, pero por otro lado, ¿no haz pensado que el si quiera? Tu sabes que yo no soy una blanca paloma pero el tampoco lo es y la diferencia entre el y yo es que yo no oculto mis caras, lo cual lo puede hacer más peligroso que yo... así que, ten cuidado. — Abrió el envoltorio de un dulce pero al sentir la fuerte mirada de su acompañante en ellos, sacó de su bolsillo varios más para ella y se los acercó.— Son tuyos, disfruta.

— Gracias.

Fue ese el fin de la conversación, dejando también a la menor pensando, le encontraba lógica a la mayoría de sus argumentos y es cierto, el jamás ocultó lo que es con ella.

Podía tener sus rostros amenazadores, los de la locura acompañado de sonrisas llenas de dientes puntiagudos que la ponían nerviosa, los rostros de silencio donde sólo compartían miradas, las cómicas y los rostros del cansancio.

Siempre fue él mismo, nunca quiso ser otro con ella.

La única diferencia entre su forma de ser usual, es que la mayoría de sus crímenes los cometía fuera de esa carpa, se entretenía con sus víctimas lejos de ella para que no presenciara sangre o los divertidos gritos de dolor, las exclamaciones de suplica que le sacaban ruidosas carcajadas. No pretendía ser otro, claro está, pero si quería conseguir algo, estaba dispuesto a cambiar aunque no aún, necesitaba más pruebas de ella.

Y no era una decisión precipitada para alguien que estaba desarrollando sentimientos, aunque no por él, sino el juguetero. Quien diría que unas pocas confidencias llenas de palabras tan bonitas, poemas recitados y con temas en común podrían hacer a una persona tan atractiva.

El no podía quedarse atrás, debía hacer algo que la enganchase pronto.

Además de cobrar por la imperdonable traición de quien creía su camarada, su mejor amigo e incluso quien casi era familia.

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By~ ANTA𝐑𝐓𝐈𝐂𝐀.
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𝐂𝐇𝐑𝐎𝐌𝐀𝐓𝐈𝐂𝐀 (IN&OUT: 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora