𝐂𝐇𝐑𝐎𝐌𝐀𝐓𝐈𝐂𝐀 (IN&OUT: 1)

O9.

FEEL MY RYTHM
"Juguemos ahora, sé honesta cariño, comenzaremos ahora.".

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Una fría mañana de otoño, casi invierno, el decidió dejar que tuviese más libertad. La recostó en su cama, en su habitación y esperó sentado. Jugó con las muñecas, coloreó algunas hojas que estaban en blanco y aprovechó de comer dulces en lo que la bella durmiente no abría sus ojos, solo podía esperar ya que eran las cuatro y media.

Con tanto tiempo libre su mente empezó a distraerse, comenzó a pensar en lo que había hecho estos últimos días, iniciando con la llegada de Theodora a su hogar y la inmediata muerte de Melody en cuestión de minutos, lo poco que le había agradado y su respuesta a que nadie le había quitado la mirada de encima, comenzando por Jason, quien lo había vuelto a traicionar de una forma insólita, a Jill por perseguirlo como si fuera la rata de su juego y claro, no sin mencionar a Zalgo.

Debía hacer algo rápido, no tenía tiempo de distracciones ni pausas poco productivas, debía hacer que sus compañeros de juego se rindan por si mismos, no él solo ganarles, porque sería la única forma en la que podría disfrutar en vida a su delicioso pastelito de vainilla. Jugaría en orden y Jason estaba primero en la lista o quien llamaría desde ahora como tarta red velvet, solo faltaba que lo probaran y quien lo haría seria su próxima arma. Algo lo desconcentró de sus pensamientos, fue la alarma de la menor y que la misma volviera a sus sentidos apagándola con rapidez, sin embargo, se asustó al notar que el sol le pegaba desde la izquierda y no derecha, se sentó y notó que no estaba en el mismo lugar en el que había estado presa más de un mes, volvió, pero no sola, pensó al ver al payaso mirándola fijamente con sus sonrisas siniestras, talló su ojo por el sueño aún tenía y mantuvo su mirada.

- ¿Dormiste bien?- La melodía de Pop Goes The Weasel empezó a sonar con suavidad de manera suave, un sonido agradable tanto como su canción favorita.- Imagino que sí, dormiste bastante y de corrido, diez horas es bastante dulce.

- Así... es.- dijo entre pausas manteniendo su mirada en él.- ¿Cómo llegamos aquí, Jack? - Se levantó de su cama.

- Bien, por cierto, saldremos en una hora, arréglate y haz un bolso, será un viaje largo.

Sin más que decirle abandonó la habitación, consiguiendo que solo de esa manera soltara un suspiro y que la música frenase. Desde hace dos semanas el payaso monocrómatico la había empalagado de atenciones con detalles sin duda adorables que la habían hecho bajar un poco la guardia, flores, dulces, juegos de cartas, una película adicionada a una tarde de lectura la había hecho cambiar de opinión sobre el.

Buscó una maleta pequeña para meter cosas tan básicas como perfume, jabón, shampoo y ropa para una semana, la cual no demoró cerrar. Tomó una toalla y salió de su habitación no sin antes tender su cama, aunque claro, había algo en ella que no estaba antes, un conejo blanco, muy bonito, con botones en sus ojos, probablemente era de Trisha.

Pero para quienes conocemos de estos personajes, sabemos que no es así, hay otro jugador que tampoco planea rendirse.

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° Es muy corto, lo sé pero no tengo inspiración en este momento.

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